Fondos soberanos del país de Oriente Medio también forman parte del capital de Capcom y Nexon.
Electronic Gaming Development Company (EGDC), una empresa vinculada al príncipe heredero de Arabia Saudí Mohammed bin Salman bin Abdulaziz Al Saud, ha tomado el control de 96% del capital de SNK, completando así la inversión en la compañía de videojuegos iniciada en 2020, cuando se hizo con el 33% del capital.
SNK es una de las firmas veteranas de la industria en Japón, responsable de franquicias como Metal Slug y The King of Fighters, que recientemente estrenó su última entrega. Antes de pasar a manos de la familia real saudí, SNK era propiedad de una empresa china.
"La inversión de la Fundación Mohammed bin Salmán (Fundación MiSK) en SNK refuerza su compromiso continúo de empoderar a hombres y mujeres saudíes a través de la construcción de asociaciones económicas dentro de la estrategia actualizada de maximizar el impacto positivo en el empoderamiento juvenil", podemos leer en un comunicado de The Verge. "La decisión de invertir mejorará las potentes capacidades de SNK, que dispone de numerosas e innovadoras IP en el sector, con un potencial real de desarrollo, en línea con el futuro crecimiento de la industria", añade.
No es la única compra reciente de la familia real saudí relacionada con el sector. En febrero también fue noticia su entrada en el capital de Capcom y Nexon. La adquisición fue hecha por el Fondo de Inversión Público del país de oriente próximo, y busca hacer a su economía menos dependiente de los vaivenes del petróleo.