La extensa carrera del desarrollador ya ha dejado una huella imborrable en la industria de los videojuegos.
Tim Sweeney es una de las grandes figuras de la industria y aunque, a día de hoy, su nombre se asocia al fenómeno Fortnite, Sweeney ha estado detrás de uno de los motores de videojuegos más importantes de la historia: Unreal Engine. Curiosamente, el juego por el que hoy es tan popular no siempre contó con el apoyo de Epic Games: en un principio, se planteó como un cooperativo de supervivencia y construcción que no convenció en la compañía, pero Sweeney adaptó el título al formato battle royale que comenzaba a cosechar un gran éxito, apostando por el free-to-play.
La carrera de Sweeney ha sido ampliamente reconocida y en 2012, fue incluido en el Salón de la Fama de la Academia de Artes y Ciencias Interactivas (AIAS). También recibió el premio 'Lifetime Achievement Award' en los Game Developers Choice Awards de 2017, además de ser nombrado Personal del año por la revista británica MCV en 2019, y en los Forbes Media Awards 2020 en 2020 por el papel de Fortnite en la industria.
Sweeney estudió ingeniería mecánica, aunque su pasión era el desarrollo y los ordenadores, esto le llevó a hacerse con un PC IBM y a establecer un negocio de consultoría, aunque no llegó a funcionar. Al saltar a los videojuegos, comenzó a ingresar suficiente dinero como para vivir de ellos, abandonando la carrera a falta de tan sólo un crédito. Desde entonces, Sweeney ha estado al frente de algunos de los grandes cambios en la industria de los videojuegos y ha podido celebrar éxitos sin precedentes.
Hoy os contaremos algunas curiosidades sobre el hombre tras Fortnite y Unreal Engine, pero si sentís interés por los grandes creativos de la industria, recordad que en 3DJuegos tenéis muchos detalles interesantes de la vida de Hidetaka Miyazaki, padre de Dark Souls, Bloodborne, Sekiro y Elden Ring, la mente tras Metal Gear, Hideo Kojima, o el autor de sagas tan queridas como Smash Bros y Kirby, Masahiro Sakurai.
Amaba Space Firebird - Cuando era niño, el creativo era un entusiasta de juegos de arcade como Pac-Man o Defender, pero confesó haber estado totalmente enganchado a Space Firebird, un título al estilo Galaxian, para salones recreativos y desarrollado por Nintendo. Aunque Sweeney ha reconocido no haber jugado seriamente a ningún juego, solía pasar horas en los salones arcade.
Odiaba Atari 2600 - Entre los 8 y los 9 años, la familia de Sweeney se hizo con una Atari 2600, una máquina que el desarrollador definió como "realmente horrible" en una entrevista con Gamasutra (Game Developer) de 2009: "era obvio incluso en ese momento que era una mierda en relación con lo que podían hacer las salas de juegos. Fue decepcionante", sentenció Sweeney.
Más de 10.000 horas en su Apple II - Sweeney se perdió las siguientes consolas, como las de Nintendo o la Sega Genesis (Mega Drive), y comenzó a programar con un PC IBM en BASIC, aunque su primer ordenador fue un Apple II. El desarrollador pasó más de 10.000 horas aprendiendo a programar con él, llegando a completar varios juegos que nunca publicó entre los 11 y los 15 años.
Atari's Adventure - Pese a que no disfrutaba de los videojuegos domésticos, Adventure de Atari consiguió conquistarle. En una entrevista para Kotaku en 2011, Sweeney confesó que tan pronto como recibió el Apple II se puso a trabajar para aprender a desarrollar un juego estilo Adventure. Este sucesor espiritual fue su primero juego, y lo desarrolló entre los 11 y los 12 años.
La importancia de ZZT - Sweeney comenzó a trabajar con un PC IBM en 1989, desarrollando un editor de textos MS-DOS empleando Turbo Pascal. En 1990 añadiría elementos gráficos que darían lugar a ZZT, un videojuego lanzado como shareware en 1991 al que acompañaba un editor gratuito para el juego. Cada jugador podía crear su propio juego de aventuras basado en ZZT.
Unreal Engine - Unreal Engine ha sido uno de los motores de videojuegos más importantes de la industria y su última versión está siendo todo un fenómeno en la actualidad, ofreciéndonos un retrato de las posibilidades que se abren de cara al futuro, pero no habría sido posible sin ZZT. Sweeney tomó la estructura de ZZT como base para el desarrollo de su popular motor.
Epic MegaGames - Tras abandonar la universidad, arrancó su empresa bajo el nombre de Potomac Computer Systems, haciendo referencia al lugar donde nació, en Maryland, pero tras apostar por los videojuegos, decidió cambiar el nombre a Epic MegaGames, como una estrategia para parecer empresa mayor. Tras el éxito de Unreal ya no tuvieron que seguir fingiendo y abandonaron el "Mega" del nombre.
Pasión por los coches de lujo - Tim Sweeney se encuentra entre las grandes fortunas del mundo y, aunque en general, lleva una vida muy tranquila y sencilla, es un amante de los coches de alta gama. En su garaje podemos encontrar Porsche, Ferrari y Lamborghini, entre otros. Sweeney bromeó con que las personas que no lo conocían pensaban que debía traficar con drogas, al tener estos coches con 30 años.
Conservación de los bosques - El fundador de Epic se ha volcado en la conservación de los bosques. En 2019, compró 150 kilómetros cuadrados de terreno e invirtió en la expansión del Mount Mitchell State Park. También donó 5 millones de dólares para proteger zonas boscosas en Blue Ridge Mountains y 2 millones para evitar que una zona natural en Alamance se convirtiera en un campo de golf.
Vida vegetariana - Además de su fuerte compromiso con los espacios naturales, Sweeney también es un vegetariano declarado. En 2017, el desarrollador bromeaba desde su cuenta de Twitter sobre lo difícil que resulta esta forma de vida en el lugar donde nació: "¡Es tan difícil ser vegetariano en Carolina del Norte que incluso nuestras flores silvestres son carnívoras!".
Las polémicas con Apple y Google - Sweeney ha mostrado habitualmente un perfil bajo, pero se vio envuelto en recientes polémicas con Google y Apple en relación con las tasas de sus plataformas: "todo desarrollador que le sigue el juego a este esquema, colabora con Apple y Google para extender su monopolio. Estas tiendas ganan mucho más dinero de las obras creativas que los creadores".
