Desde Microsoft apuntan al tiempo transcurrido desde el lanzamiento de Series X y S y a la escasez de consolas.
El anterior informe de resultados trimestrales de Microsoft dejaba a la compañía presumiendo de crecimiento interanual y con la firme convicción de que Xbox continúa en el buen camino tanto a nivel de consolas de nueva generación vendidas como a nivel de suscripciones en Xbox Game Pass.
Los ingresos por consolas han caído un 11%
Sin embargo, el informe financiero más reciente nos deja un pequeño bajón de la multinacional. Según los datos compartidos por la propia compañía, Microsoft ha registrado unos ingresos de 51.900 millones de dólares con ganancias de 16.700 millones que, aunque son números estratosféricos, representan una caída respecto a otros periodos.
En general, Microsoft ha registrado un descenso en ingresos en varios departamentos de la empresa. En el caso de Xbox, los ingresos por venta de consolas han caído un 11% contando Xbox Series X y Series S, y el dinero generado por contenido y servicio ha caído también un 6%.
Los menores ingresos de la división de gaming (un descenso anual del 7%) han sido explicados por ejecutivos de la propia Microsoft, que aseguran que la caída es un reflejo de que la consola se lanzó hace dos años al mercado y es normal que el ritmo de ventas desacelere.
Además, desde Xbox no quieren olvidarse tampoco de la escasez de consolas provocada por los problemas de suministro de los últimos años que, según ellos, ha jugado un papel esencial, porque la demanda sigue siendo fuerte y Series X y S continúan vendiendo a buen ritmo en las tiendas.