Supuestamente se les ha cobrado de más por las compras digitales a los jugadores del Reino Unido.
PlayStation ha sido demandada en el Reino Unido por el defensor de los derechos de los consumidores Alex Neill. Se le acusa a Sony de "estafar a la gente" debido a que presuntamente los usuarios pagan más en la PlayStation Store. La demanda señala que no cumple la ley de competencia ya que exige una parte de dinero por cada compra realizada.
PlayStation debería abonar a cada persona afectada entre 67 y 562 libras por los posibles daños causados
La cantidad a la que se enfrenta PlayStation es de más de 5.000 millones de libras ya que es el dinero que se les ha cobrado de más desde 2016, se lee en VGC. En teoría esta demanda incluye a cualquier persona que haya comprado cualquier contenido o DLC en Reino Unido cuya cifra de afectados ronda los 9 millones de personas.
En caso de que la demanda siga adelante, PlayStation debería abonar a cada persona afectada entre 67 y 562 libras por los posibles daños causados. Supuestamente lo que hace mal Sony viene precedido por lo que estipula en sus términos y condiciones para los desarrolladores, según asegura VGC.
Sony ha desplegado una estrategia anticompetitiva que ha dado lugar a unos precios excesivos
Se puede leer en Sky News las declaraciones de Neill: "Con esta acción legal defiendo a los millones de británicos a los que, sin saberlo, se les ha cobrado de más. Creemos que Sony ha abusado de su posición y ha estafado a sus clientes. El juego ha terminado para Sony PlayStation".
La socia de Neil, Natasha Pearman, experta en derecho de la competencia de Reino Unido también añade lo siguiente: "Sony ha desplegado una estrategia anticompetitiva que ha dado lugar a unos precios excesivos para los clientes que están fuera de toda proporción con los costes de Sony en la prestación de sus servicios".
Este tipo de cosas no son nuevas para PlayStation, pues la compañía japonesa también se enfrentó a una situación similar hace varios meses. En ella se decía que Sony tenía monopolio por restringir la venta de códigos de descarga para juegos digitales de la PS Store.