Hablemos también de qué utilidades gratuitas te interesan y si los antivirus de serie de tu SO te protegen bien.
Aunque los sistemas operativos como Windows o Mac cuentan ya con sus propios antivirus de serie, siempre cabe preguntarse si merece la pena comprar una aplicación o programa externo, pero claro, a veces los paquetes de seguridad pueden subirse mucho de presupuesto. ¿Realmente lo necesitamos?
La gente de Xataka se ha preguntado esto antes que nosotros, pero la cuestión es mucho más compleja de lo que parece, dado que el mercado ofrece una montaña de propuestas para proteger nuestros equipos. Por ello, para resolver la duda ha preguntado a tres expertos en ciberseguridad: Chema Alonso, Román Ramírez y Carlos Manchado. Venga, vamos a desbrozar un poco este campo de antivirus gratuitos, de pago, promesas de servicios extraordinarios que nunca sabes si sirven para algo…
Chema Alonso: la ventaja de los de pago
Los servicios básicos de las propias Apple y Microsoft ya son una solución estupenda. El hacker y experto en ciberseguridad Chema Alonso compara su uso al de "un casco para conducir en una motocicleta", y por ello deberíamos contemplarlos como la primera defensa frente a los virus más grandes. Justamente es el tamaño y la fama lo que define parte de la potencia y validez de un antivirus.
Un virus o malware grande será más conocido, y la comunidad de expertos se dedicará con más tesón a resolver los problemas que pueda provocar, mientras que en el caso de los programas maliciosos más pequeños pasarán más inadvertidos por ser de menor prioridad para los investigadores. Por consiguiente, estos son los que más deben preocuparnos y para los que los antivirus de pago van a protegernos de forma más eficiente. Aunque los gratuitos puedan hacer frente a estos casos, a Alonso no le gustan por ofrecer soportes técnicos más pobres.
Si hablamos del ámbito profesional y empresarial, Alonso prefiere recomendar las soluciones EDR (End-Point Detection and Response), que son las que "aúnan todas esas mejoras que la industria de la lucha contra el malware ha ido desarrollando en los últimos años, y que llevan desde sistemas inteligencia en cloud centralizadas, hasta modelos de inteligencia artificial que ayudan a detectar el malware por cómo empieza a comportarse en el sistema".
Carlos Manchado: siempre estarás protegido con los de serie
Como Responsable de Ciberseguridad en Microsoft Ibérica, Carlos Manchado defiende que Microsoft Defender ofrece una excelente protección de por sí, y en su caso no entra a afinar si prefiere antivirus gratuitos o de pago, pero dice que cualquier opción será un buen complemento para asegurar la protección del equipo, sobre todo porque algunos se centran en un campo específico: "cada escenario requiere una solución adecuada".
Román Ramírez: cubre varios frentes con utilidades complementarias
En este tercer caso, el experto en sistemas y seguridad informática Román Ramírez reitera en gran medida lo que ya hemos ido viendo, pero con claras variaciones y reflexiones muy interesantes. Por un lado, aprecia la utilidad de los programas que vienen de serie en los SO, porque son suficientemente potentes para evitar los ataques más comunes y potentes.
No está en contra de pagar por un antivirus, pero prefiere combinarlos con opciones gratuitas para cubrir más terreno y otras aplicaciones alternativas. Se refiere al uso, por ejemplo, de usar programas VPN para cubrirnos mejor nuestras espaldas digitales. Su planteamiento es el de servirnos de aplicaciones más modestas en funcionalidad, pero que entre todas acaben por ralentizar a cualquier hacker que se centre en nuestros equipos.
En resumen: ¿antivirus gratuito o de pago?
Lo primero es que te convenzas de que no puedes estar al descubierto. Sí, eso es casi imposible porque tu SO ya cuenta con sistemas que te protegen de serie, pero siempre deberías cubrir huecos de seguridad con al menos un par de soluciones como los VPN, y siempre, en caso de poder permitírtelo, preferir antivirus de pago para recibir el mejor servicio técnico, pero no obviar los gratuitos, porque son ya muy válidos.
Imagen | Markus Spiske