No descubrimos nada nuevo. A James Cameron le preocupa y mucho el medio ambiente. Lo hemos podido ver tanto en Avatar como en Avatar: El sentido del agua, donde se usa parajes y tribus de humanoides ficticias para representar problemas reales de nuestro mundo. Tal desasosiego por el planeta es tal que el cineasta no tiene problemas en, hasta cierto punto, simpatizar con Thanos.
Sí, hablamos del gran villano de Vengadores: Infinity War quien en un acto de "misericordia" chasquea sus dedos para eliminar a la mitad de la población de todo el universo gracias al enorme poder que le da las gemas del infinito.
"Me puedo identificar con Thanos. Cuando vi la película, pensé que tenía una respuesta bastante viable. El problema es que nadie va a levantar la mano para ofrecerse como voluntario para ser de esa mitad que tiene que irse".
Cameron no ofrece más detalles sobre esta declaración cuanto menos curiosa, aunque dada en un contexto desenfadado donde el también director de Titanic repasa cómo otras películas taquilleras recientes, en relación a Vengadores: Infinity War, han tratado temas que podríamos relacionar con el medio ambiente.
En el universo cinematográfico de Marvel, Thanos se preocupa tanto por los recursos menguantes del universo que emprende una búsqueda incansable para hacerse con el poder suficiente como para borrar la mitad de toda la vida del cosmos. A continuación os dejamos el célebre diálogo del titán loco:
"Titán era como la mayoría de los planetas. Muchas bocas que alimentar, y no había para todos. Y al enfrentarnos a la extinción, ofrecí una solución. El genocidio. Pero aleatorio, objetivo, para ricos y pobres por igual. Me llamaron loco. Y sucedió lo que predije. Con las seis gemas, simplemente podría chasquear los dedos y todos dejarían de existir. A eso lo llamo... misericordia".
Avatar 2, la tercera cinta más taquillera
Cameron también habla en su entrevista de las dudas que despertaba en 20th Century la predominancia del mensaje verde en Avatar. Los ejecutivos del estudio creían que podría alejar a los espectadores de las salas de cine. No fue así, se alzó como la más taquillera de la historia y ahora su continuación, Avatar: El sentido del agua, ya es el tercer film con más recaudación.
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