En 2017 gasté casi mil euros en un portátil que nunca rindió a la altura de mis expectativas y ojalá entonces hubiera existido este. Análisis del HP Victus 15

Todos los que trabajamos en el sector de los videojuegos lo hacemos porque, antes, éramos jugadores. Yo no era uno muy especial y formaba parte de un grupo muy numeroso en el que muchos os veáis identificados: el de los 'gamers' con poco dinero. Siempre me manejaba para tener alguna consola de nueva generación, pero ni me planteaba la idea de tener un buen PC. Durante años los únicos juegos que podía mover mi ordenador eran League of Legends, Counter-Strike y títulos que habían salido un lustro más atrás. En 2017 pude dar el salto a un portátil. Me gasté casi mil euros en un equipo que nunca rindió a la altura de mis expectativas.

Durante los últimos días volví a esos viejos tiempos. Pude probar un modelo del Victus 15 (el FA-0022NS). Una marca de HP centrada en el 'gaming', pero alejada de la alta gama que ofrece con Omen. Escalón intermedio enfocado a jugadores con un no tan alto nivel adquisitivo que, sin embargo, ofrece unas buenas prestaciones para su rango de precios. Ahora entramos en los detalles, pero os puedo adelantar algo. Ya hubiera querido yo haber encontrado una opción tan aseada hace seis años. Jamás quise volver a los portátiles porque mi única incursión fue un tiro que salió por la culata. Sin embargo, este regreso forzado por motivos laborales ha cambiado considerablemente mi opinión.

Conectando por primera vez el HP Victus 15

Con un diseño sobrio y elegante, uno de los primeros sacrificios de este HP Victus 15 es el material de sus acabados. Está íntegramente construido en plástico, aunque esto tampoco es un gran contratiempo. A la hora de la verdad, es resistente y resulta cómodo. Esta es la filosofía de la marca. Ahorrar un poco en todos esos elementos que quizá sean menos relevantes. El touchpad no es una maravilla y la cámara web está en la media –normalmente baja– de la mayoría de portátiles que incluyen este dispositivo. Todo es lo suficientemente funcional como para operar en cuanto sacamos el producto de la caja, pero sus puntos fuertes no están en los detalles.

Teclado o altavoces son otros ejemplos de esta idea. Ambos elementos cumplen ofreciendo un uso cómodo, pero sin destacar. Donde si comienza a notarse la buena construcción del PC es en las temperaturas. Por pura ciencia, me puse a jugar con el ordenador encima de las piernas mientras lo estaba cargando para estresarlo y que generase las temperaturas más elevadas posibles. Sin embargo, me sorprendió lo bien que aguantó el tipo. En ningún momento fue una molestia y, sin saber si es que esto ya es un estándar en los equipos, es uno de los cambios que más celebré con respecto a mi última experiencia con un portátil.

El diseño, disponible en varios colores, es sobrio y alejado del prototipo 'gaming' de hace unos años.

Acabando con estas primeras sensaciones al sacar el equipo de la caja y empezar con las preparaciones de Windows, la pantalla es donde comienza el salto de calidad. Cuenta con un panel IPS de 15,6 pulgadas que ofrece una genial paleta de colores. La resolución máxima es de 1080p, aunque este elemento es un sacrificio por diseño. El objetivo de este modelo HP Victus 15 es ofrecer una tasa de refresco de hasta 144 cuadros por segundo, por lo que aumentar la resolución haría imposible alcanzar el objetivo con estos componentes. Además, cabe destacar que la batería tiene una gran autonomía, incluso mientras jugamos con el brillo al máximo.

Un portátil gaming que cumple en su tarea principal

En cualquier caso, este portátil comienza a brillar cuando nos ponemos a jugar. El rendimiento es elevado y muy consistente. Probé Atomic Heart para ver su rendimiento en un juego recién lanzado. Establecí los gráficos con todos los elementos al máximo (modo Atómico) aún a sabiendas de que no está entre las mejores configuraciones para sacarle partido al PC. Sorprendentemente, el portátil aguantó. Está claro que la potencia bruta no es su área de rendimiento más destacada –y no lo jugaría así en este equipo– pero en un juego estrenado de forma relativamente reciente fue capaz de ofrecer una media de 30FPS con oscilaciones entre 20 y 40.

En las zonas de mayor carga gráfica, los FPS se reducían. Sin embargo, el rendimiento general estuvo por encima de las expectativas.

En modos un poco menos exigentes, aunque también alto, la combinación de Intel i7 de 12ª generación y NVIDIA GeForce 3050 alcanza los 60 cuadros por segundo sin despeinarse. Estamos en medio de una escalada en los requisitos mínimos medios de los videojuegos de PC y esto es lo que más miedo me da del HP Victus 15 que he probado. Sin embargo, esto le pasa a casi todas las máquinas del mercado en su rango de precios e incluso unos cuantos cientos de euros por encima. Lo importante es que ahora mismo vamos a poder jugar a lo que nos apetezca en una resolución de 1080p sin tener que pararnos a pensar.

Pese a todo, donde mejor funciona el portátil es en los grandes títulos que no consumen muchos recursos. League of Legends, Counter-Strike, Genshin Impact y otros grandes juegos como servicio o enfocados en el competitivo van a ir de maravilla con los 144 Hz. Siempre vamos a poder sacarle el máximo partido. Todo sea dicho, aquí hay un problema para mi. Quiero un portátil en el que pueda jugar si lo necesito, pero no necesariamente que enfoque sus mejores prestaciones en el funcionamiento autónomo. La pantalla es magnífica y rinde maravillosamente cuando jugamos a este tipo de títulos, pero no tengo claro hasta qué punto encaja con un perfil 'gamer'.

Cuando estamos en casa, no será raro querer enchufar el portátil a un monitor y convertirlo en una torre. Así podemos disfrutar de prestaciones superiores como un teclado más grande o un monitor con más pulgadas. Este no es necesariamente un problema de HP Victus 15, si no de todos los ordenadores portátiles del mercado. Sin embargo, se hace más grave por la decisión de apostar por los 144Hz. Me genera sentimientos encontrados. Es cierto que es mejor tenerlos, pero quizá el monitor, junto a la copia de Windows instalada de serie, hubieran sido buenos elementos en los que hacer compromisos: reducir un poco las prestaciones por aquí para aumentarlas un poco por allá.

HP ha apostado fuerte por el mercado de los portátiles gaming, llegando a comercializar este extraño modelo con dos pantallas.

Hay que tener en cuenta que el diseño de un portátil que ronde los mil euros y trate de ofrecer las máximas prestaciones siempre va a ir acompañada de este tipo de sacrificios. En mi caso, y puede que en el vuestro, quiero un portátil en el que pueda jugar si es que me voy de viaje o he de estar fuera de casa. Sin embargo, prefiero que me ofrezca un mejor rendimiento a que tenga una pantalla de calidad un tanto superior. A fin de cuentas, no el 100% de las veces voy a utilizar esta función, pero siempre voy a estar 'quemando' los componentes.

Esto es, todo sea dicho, una de las pocas cosas que no me gustó. Lo único que también eche en falta es una conexión USB más. Permite enchufar dos aparatos a través del cable Tipo A (el tradicional) y uno por Tipo C. De nuevo, es un sacrificio que puedo entender. Sin embargo, no me llegan para hacer las conexiones que necesito sin hacer peripecias. Es cierto que es un inconveniente menor porque se trata de un problema que podemos solucionar con una pequeña inversión en un HUB USB. Esto dice bastante del equipo: todos sus problemas son pequeños, dependen de cómo se ajusta a tu perfil e incluso pueden solucionarse.

La marca Victus es una a la que conviene tenerle un ojo puesto.

El mayor inconveniente está en el precio, pero no por el motivo que piensas. Me ha costado encontrar el modelo que hemos analizado (HP Victus 15 FA-0022) a la venta. Esto genera un sobrecoste para los consumidores motivado por la falta de competencia entre tiendas y hace que el equipo se vaya hasta los 1104 euros. No dudo de lo bien que funciona la máquina y no soy el primero en descubrir que Victus está siendo una de las mejores competidoras por esa zona media económica enfocada en el gaming. Sin embargo, me hubiera gustado encontrar el equipo a un precio un tanto más ajustado. Lo bueno, es que hay otras alternativas algo más populares y de rendimiento similar en la propia marca que sí están 'tiradas de precio'.

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En términos generales, todo sea dicho, es un ordenador recomendado. Quizá esperando una pequeña reducción de precio o la aparición en más tiendas que dé lugar a descuentos un tanto más agresivos. Cuando tuve que comprarme un portátil, a mi me hubiera gustado que hubiera opciones ofreciendo este rendimiento. Jugué, edité videos, trabajé y lo hice todo de forma cómoda. Cumplió con todo lo que necesitaba y nos invita a estar pendientes de las novedades que haya en la marca Victus.

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