En los últimos tiempos las compañías de videojuegos han mostrado su mejor cara en la lucha contra la toxicidad.
Hace unos días, Xbox compartió una preciosa imagen en redes sociales celebrando la diversidad de plataformas y animando a los jugadores a jugar en todas la consolas y dispositivos que puedan, algo que a día de hoy nos sigue haciendo una especial ilusión cuando viene de una compañía dentro de la industria. El concepto de "guerra de consolas" es identificado en la actualidad como la cara más tóxica de la afición, fanáticos que construyen su personalidad en torno a una compañía de videojuegos, o más concretamente, una plataforma de juegos y a partir de un fuerte sentimiento de pertenencia, defienden a ultranza a esa marca que sienten como parte de sí mismos, atacando a cualquier otra que se presente como rival o competencia y a su comunidad de usuarios.
Muchas figuras de la industria han sido un ejemplo de conciliación frente al aumento de la toxicidad
Todos los que crecimos en los 90, recordamos cómo las compañías buscaban en muchas ocasiones alimentar ese sentimiento con una publicidad que estaba enfocada principalmente a niños, fácilmente sugestionables, y de aquellos tiempos nos quedaron eslóganes como "genesis does what nintendon't" que representan perfectamente la actitud beligerante de la época. La moda de las compañías atacándose abiertamente fue dando paso a una mayor concordia y a un estilo de publicidad más elegante, y la guerra de consolas, entendida en su momento como un juego de niños, fue convirtiéndose en algo más desagradable y mucho más problemático con la llegada de las redes sociales. Si os interesa conocer más sobre este problema, recordad que tenéis disponible un interesante análisis sobre los fanatismos y la guerra de consolas.
Las crecientes campañas de acoso y el aumento de la toxicidad en redes sociales ha llevado a muchas personalidades de la industria y a compañías que tradicionalmente se mostraban como rivales abiertamente o que incluso se lanzaban puyas habitualmente, a construir una imagen conciliadora con sus rivales, con un discurso mucho más centrado en celebrar la buena salud de la industria de los videojuegos que en luchar entre aquellos que la construyen.
Todos estos gestos están ayudando a construir una comunidad más sana
Una actitud mucho más saludable que ha tenido bonitos momentos que han servido para que las distintas comunidades de jugadores se sientan hermanadas y como parte de una misma comunidad, la de los aficionados a los videojuegos. Precisamente a todos esos gestos que están ayudando a construir una comunidad más sana son a los que queremos dedicar nuestro especial de hoy, con un repaso a algunas de las figuras de la industria y momentos que más ilusión nos han hecho vivir como aficionados.
Phil Spencer - Si alguien ha aportado al buen ambiente que reina entre las compañías rivales en la actualidad, ese es Phil Spencer, el jefe de Xbox siempre ha tenido una actitud conciliadora y nunca ha dejado de reconocer los éxitos de sus rivales. Algunos de sus mensajes de apoyo más recientes han sido para Insomniac Games, por las críticas del nuevo Ratchet & Clank y a Valve por Steam Deck.
Shawn Layden - El que fue el máximo responsable de los estudios de PlayStation compartió su deseo por poner fin a la guerra de consolas, hablando maravillas de Phil Spencer y Reggie Fils-Aimé, apostando por valorar las distintas aportaciones de cada compañía al medio en lugar de medir quién ha vendido más o ha triunfado más en un evento. "Estamos todos juntos en esto", declaró Layden.
Reggie Fils-Aimé - Reggie Fils-Aimé ha sido otra de esas grandes figuras carismáticas en la industria que ha representado a Nintendo durante años, siempre mostrando una actitud muy amigable tanto dentro como fuera de la compañía. El que fue presidente de Nintendo of America no dudó en felicitar a Microsoft y a Sony por los lanzamientos de sus nuevas consolas al mercado.
Los tres representantes en los TGA 2018 - No pudo haber mejor imagen para evidenciar que la guerra de consolas es algo del pasado que la que vivimos en los Game Awards de 2018, con los tres representantes de las tres grandes compañías de consolas del mercado juntos en el escenario. "Era una oportunidad para mandar un mensaje de inclusión a la comunidad", celebró Reggie.
Cory Barlog - El director del God of War de 2018 ha mostrado siempre una actitud amigable hacia todas las compañías, lejos de mostrar una actitud corporativa, siempre ha compartido su pasión por los videojuegos, independientemente de la compañía a la que pertenezcan, demostrando un gran compromiso con la industria y estrechando lazos públicamente.
Doug Bowser - El actual presidente de Nintendo of America puede tener nombre de villano, pero lo cierto es que desde que llegó no ha dejado de mostrarse como alguien amigable y carismático, con un gran sentido del humor y una actitud muy conciliadora hacia el resto de compañías, no dudó en felicitar tanto a Sony como a Microsoft por los lanzamientos de PS5 y Xbox Series X|S.
Shuhei Yoshida - Los tiempos de los vídeos socarrones quedaron atrás y lo cierto es que el bueno de Yoshida siempre ha mostrado una actitud fantástica hacia la competencia. Con fotos memorables como la de la noche de TGA 2019 con Phil Spencer, en la que tanto él como el jefe de Xbox compartieron en redes la ilusión que les había hecho verse y ponerse al día.
Sega y el aniversario de PlayStation - Es bien conocida la caída de Sega como fabricante de hardware y es un hecho que la llegada de PlayStation a la industria no le puso las cosas fáciles a la compañía del erizo azul. Sin embargo, todo quedó en el pasado durante el 20 aniversario de la primera consola de Sony, con Sega compartiendo una imagen de su mítico mando de Saturn adaptado a PlayStation.
Miyamoto y Guillemot - Aunque en esta ocasión no hablamos de compañías directamente rivales, es poco habitual ver una escena que represente mejor el trabajo en equipo de compañías tan distintas como Nintendo y Ubisoft, con un juego crossover de sus franquicias y con Miyamoto junto al CEO de Ubisoft realizando todo un espectáculo sobre el escenario, algo realmente emocionante.
