La división 'gaming' de Warner Bros. también entra en la compra y pasará a formar parte de Netflix Games
El mundo del entretenimiento se ha visto sacudido violentamente en el día de hoy con un terremoto informativo que dará lugar a un sinfín de debates a lo largo de los próximos meses: Netflix ha comprado Warner Bros., haciéndose así con sus estudios de cine y televisión, y los servicios HBO Max, por una suma que asciende a los 82.700 millones de dólares. La operación se ha establecido como una de las adquisiciones más importantes de la historia y las discusiones sobre el movimiento han girado alrededor del futuro del sector audiovisual más tradicional. No obstante, hay un tema que se ha obviado en la mayor parte de los anuncios relacionados con la transacción y también se vincula a una industria multimillonaria: ¿qué ocurre con los estudios de videojuegos?
Netflix y Warner Bros., como muchas otras empresas del mundo del entretenimiento, han metido 'la patita' en nuestro sector invirtiendo dinero, recursos y personal en el desarrollo y gestión de videojuegos. Pero su industria nuclear es la de la producción de películas y series; motivo por el que las conversaciones de la compra se han centrado casi exclusivamente en las connotaciones del movimiento en el mundo del cine y los servicios de streaming. Aun así, una breve llamada con un portavoz de Netflix ha desvelado el destino de las desarrolladoras de videojuegos situadas bajo el paraguas de Warner Bros. Y, aunque la respuesta no sorprende a nadie, la trayectoria de ambas compañías en nuestra industria deja muchas dudas y algo de preocupación por el futuro de todos los desarrolladores implicados.
Netflix Games también se hace más grande
Empecemos con el dato clave. Al notar la omisión del negocio gaming en el comunicado de compra de Warner Bros. por parte de Netflix, Game Developer se ha puesto en contacto con los responsables de la operación para saber más sobre las decisiones que conciernen a la estrategia de ambas empresas en lo que respecta a videojuegos. Y un portavoz de Warner Bros. Discovery ha confirmado lo que era evidente para muchos: la división de títulos digitales, que incluye estudios como NetherRealm (Mortal Kombat), Rocksteady (Batman: Arkham, Suicide Squad: Kill the Justice League) y TT Games (autores de los juegos de LEGO), se unirá a Netflix Games; todo ello, claro está, en el caso de recibir todas las aprobaciones pertinentes y completarse la compra de aquí a un año o 18 meses, según las estimaciones de los implicados.
Por lo tanto, estamos hablando asimismo de un acuerdo importante en la industria de los videojuegos. Recuperando el dato del párrafo anterior, Netflix ampliará su cartera de estudios de desarrollo con los autores de Hogwarts Legacy (estableciéndose así como el nuevo hogar de la saga Harry Potter), los responsables de una de las franquicias de combate más importantes de toda la historia de los videojuegos y una Rocksteady que nos ha emocionado en más de una ocasión con sus experiencias single-player (obviando, claro está, el mal recibimiento de Suicide Squad).
Pero el problema no está en la transacción como tal, sino en la trayectoria que han presentado tanto Warner Bros. como Netflix al gestionar su negocio gaming. Porque, si bien es cierto que ambas compañías han tenido algún que otro triunfo relevante en el ámbito de los videojuegos, sus últimas decisiones en lo que respecta a su estrategia gaming han consistido principalmente en realizar recortes, cerrar estudios, cancelar proyectos y dar un volantazo en ese recorrido que iniciaron con tanto ímpetu en aquel boom por invertir en nuestro sector.
Una trayectoria cuestionable y dudas de cara al futuro
Sólo debemos echar un vistazo a las últimas noticias que han protagonizado Warner Bros. y Netflix en materia de videojuegos; una cadena de informaciones que demuestra un cambio de prioridades tanto en la forma de abordar cada proyecto como en la intensidad a la hora de hacerse un hueco en el sector.
- Warner Bros. No se trata de una compañía neófita en la industria de los videojuegos, pero su reciente periplo en el mundo gaming se asemeja a una montaña rusa. Hogwarts Legacy (2023) fue un éxito sin precedentes; Suicide Squad: Kill the Justice League (2024) fracasó estrepitosamente y tuvo consecuencias en las arcas de la empresa. MultiVersus gozó de popularidad en el debut de su early access, pero cerró sus servidores este mismo 2025; lo que vino seguido de la decisión de bajar la persiana de su estudio responsable, Player First Games. Este movimiento también se llevó por delante el juego de Wonder Woman y la desarrolladora Monolith Productions. En lo que respecta al futuro, la firma apuesta por sus IP más potentes y se ha dado cuenta de que los jugadores quieren un juego de Batman single-player, pero el próximo título de DC seguirá los pasos de Suicide Squad y parte de su estrategia implica invertir dinero y esfuerzos en los GaaS (Games as a Service).
- Netflix. Su presencia en el sector de los videojuegos apenas se ha consolidado y ya ha estado cambiando drásticamente su estrategia; lo que ha afectado a muchos equipos bajo su paraguas. Ha sacado la cartera para comprar Night School Studio, Next Games, Boss Fight Entertainment (cerrado) y Spry Fox (vendido recientemente); también fundó Team Blue (cerrado) y un estudio en Finlandia. Tiene muchos juegos en desarrollo, varios de ellos basados en IPs como Stranger Things, pero no ha alcanzado un éxito inusitado en la industria. En todo caso, ha atraído a algunos suscriptores lanzando títulos como el primer Red Dead Redemption en su servicio.
En resumen, Warner Bros. ha hecho cambios preocupantes en sus filiales de videojuegos y Netflix, que nunca llegó a despegar en nuestro sector, ha anunciado recortes significativos en sus estudios de desarrollo. Por lo tanto, el hecho de que estudios situados en una posición tan delicada como Rocksteady pasen a manos de Netflix Games ha generado algo de alarma; lo que se suma a la preocupación ya típica en este tipo de compras masivas de ver despidos y cierres en activos que no se alineen con la visión de los nuevos dueños. Como siempre, tendremos que esperar más detalles sobre la transacción y los planes de Netflix con los estudios de títulos digitales de Warner Bros.; no obstante, que se haya obviado tanto el negocio gaming en el anuncio de la adquisición indica, para sorpresa de nadie, que lo verdaderamente importante aquí está en el catálogo de películas y series.
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