Digimon o Pokémon. Ahora la decisión puede estar clara, pero para un niño de los 90 sin el golpe emocional que supuso el adiós de Ash, lo cierto es que por aquel entonces había que especificar área concreta. En cuanto a series de televisión eran los primeros los vencedores, mientras parece obvio afirmar que los videojuegos han tratado mejor a los segundos.
Incluso los orígenes son distintos. Mientras Pokémon arrancó como un videojuego de la mano de Satoshi Tajiri y Ken Sugimori, Digimon empezó como un juguete. Seguramente te sonarán los Tamagotchi, dispositivos con unos pocos píxeles en su diminuta pantalla. El objetivo era cuidar a diario de las criaturas, alimentarlas y jugar con ellas mientras crecían. No tardó demasiado en convertirse en un furor entre las jóvenes del Japón y Bandai, creadores del Tamagotchi, se propusieron llegar a los chicos con una versión distinta.
El nombre usado fue el de Digimon Virtual Pet. Se trataba de un dispositivo rectangular lanzado en 1997 en Japón, y en esta ocasión tenía la capacidad de conectarse con otro juguete para que los monstruos lucharan entre sí, los cuales además eran capaces de evolucionar de forma grandilocuente. Y fruto del éxito cosechado en 1999 se lanzó una serie: Digimon Adventure.
Lo que buscaba abrir una nueva forma para vender aún más dispositivos de esos monstruos digitales, acabó siendo un mítico anime. Tanto es así que su primera saga, de 13 capítulos de duración y que versaba sobre las ruedas negras de Devimon, fue renovada hasta alcanzar los 54 episodios.
Tenía una portada muy mentirosa
Haciendo gala de un tono un poco más adulto que algunos shonen de la época, así como una profundidad bastante importante de sus protas, todo esto a pesar del reparto coral de tener siete niños elegidos y siete digimones compañeros. Y quienes vimos Digimon Adventure de estreno al salir del colegio, tenemos un hueco en nuestro corazón para él.
Pero el duelo en consolas era distinto. Nintendo es lo que es hoy, en parte, gracias al éxito en Gameboy con Pokémon. Su contraparte llegaría en la primera Playstation con un videojuego titulado Digimon World un par de meses antes del estreno de la serie de televisión. Y este no es un detalle baladí.
En Japón el juego salió en enero de 1999, pero la espera se dilató en Europa más de dos años. Las mecánicas del juego estaban inspiradas en ese Digimon Virtual Pet, es decir, cuidaríamos de nuestro monstruo, le haríamos crecer y lucharíamos con él. En cuanto a la historia, el protagonista era enviado al Mundo Digital y la misión era convencer a los Digimon de que su lugar era el pueblo de Jijimon. Ni rastro de niños elegidos, ni de los protagonistas de la serie.
Sí, teníamos que llevar a Agumon a hacer sus necesidades.
Pero los dosmiles eran otra época, y tenía menos consecuencias mentir a tus clientes. Bandai se subió a la creciente ola de popularidad de la serie en el viejo continente e ilustró la portada del videojuego con los siete digimones que todos conocemos de la primera temporada: Agumon, Patamon, Gabumon, Biyomon, Palmon, Gomamon y Tentomon. Cualquiera podría pensar que esto no debería ser un problema, pero de nuevo tenemos que sacar a la palestra que el videojuego es de antes de la serie, y que no hay muchas cosas que estaban presentes en ella.
Gomamon no aparece en el juego y Tentomon no es un personaje jugable. Por si esto fuera poco, todos los niños que veíamos la serie sabíamos que Agumon evoluciona en Greymon mejor que la tabla del 7, ya que era lo que salía en Digimon Adventure; pero la realidad en Digimon World era completamente diferente. Aquí eran las estadísticas de nuestra mascota las que decidían si era capaz de evolucionar en uno u otro Digimon, originando un árbol genealógico con muchas ramas y no una línea única como en el anime.
¿Sales dos años después en Europa? Pues toma oportunidad de mercado
Así era la portada en Japón.
Era una mecánica de juego propia de un RPG, y que es incluso más interesante para un videojuego; pero era distinta a la serie. Esto originaba cosas como tener que llevar a nuestra mascota un par de veces al día al retrete para que no evolucione en un asqueroso Numemon (sí, esa babosa que lanza cacas), una de las evoluciones "malas". Eso sí, ver como crece la ciudad Digimon es bastante satisfactorio, mientras el uso de fondos prerrenderizados estaba cargado de personalidad.
El problema, al menos en Europa, llegaba tras unas cuantas horas de juego. Según relata Yuramon, un habitante de la ciudad, es necesario ir al Gran Cañón a luchar contra unos bandidos. Completada esta lucha, procedemos a seguir a estos Digimons a su escondrijo, donde un Agumon vigila la entrada. Y hasta aquí, este es el final del juego. Hagas lo que hagas, no es posible entrar en esa zona.
Se trata de un problema exclusivo de la versión PAL europea, uno que no estaba en el resto de regiones y que deriva de la localización del título. En 2001, momento de salida del juego, no existía la actualización mediante parches descargados por Internet, por lo que una inexistente fase de testeo por parte de Bandai hizo que mi Digimon World no se pudiera completar.
Tras este primer Digimon World llegaron varias secuelas, como Digimon World 2, Digimon World 2003, o el más reciente Digimon World: Next Order; por no hablar de Digimon Survive, la loca mezcla entre RPG táctico y novela visual con tintes de survival horror.
Quizás Digimon World no es el mejor juego de la historia, y su no final amargó más de una de nuestras infancias en Europa, pero la nostalgia es un arma muy potente capaz de hacernos recordar épocas en las que todo era más fácil. Esas tardes interminables de verano caminando con nuestro digimon por fondos prerrenderizados eran sinónimo de felicidad.
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