Las adaptaciones de películas a videojuego no tienen la mejor fama, pero de vez en cuando aparecía una que sorprendía a jugadores y espectadores por igual. Pasó con el notable Batman Begins, y también con la más que competente adaptación de La Venganza de Los Sith con la que muchos nos obsesionamos en la sexta generación de consolas.
Batallas multitudinarias, combates con naves épicos, duelos espectaculares… La cinta de George Lucas lo tenía todo para hacer un videojuego de diez. La gente de The Collective y LucasArts no llegaron a tanto, pero sí desarrollaron un título de acción hack and slash muy sólido, lleno de combos que dominar, desafiantes combates con espada y niveles directamente inspirados en la película.
El uso de la espada láser era el reclamo principal de la experiencia. Nos poníamos a los mandos de Anakin u Obi-Wan en niveles lineales donde salvo algún momento esporádico de puzle, plataformeo o uso de la fuerza, el vistoso combate tomaba protagonisto, con nuevos combos y habilidades que desbloquear.
Jugar como uno u otro tenía su miga. Aunque el set de movimientos se mantenía, las animaciones de cada uno eran muy diferentes. El combate de Anakin, por ejemplo, estaba lleno de florituras que serían familiares para los fans de la película, y tener una progresión diferente para cada uno permitía hacer cada personaje único.
Saliéndose del canon
Esto hacía un poco más doloroso el enfrentamiento final. Tras haber pasado la aventura intercalando entre ambos, el juego permitía vivir el mítico combate con Obi-Wan (el final canon) o con Anakin, que nos llevaba a un cruel y sorprendente final alternativo en el que mataba no solo a su viejo maestro, sino a Palpatine, y se nombraba el nuevo emperador de la galaxia.
Salirse de lo canon daba los momentos más divertidos en este juego, que también incluía un modo duelo 1 contra 1 donde te enfrentabas con un amigo con personajes de la franquicia. Pudiendo crear combates como Mace Windu contra Dooku, o incluso replicar el mítico enfrentamiento entre Vader y Ben Kenobi de la película original.
Lo que parece un mero modo alternativo para echar el rato se convirtió en todo un comehoras para los jugadores, inspirando incluso torneos entre jugadores expertos muchos años más tarde de la salida del juego.
Con una duración de alrededor de 5 horas y niveles algo lineales, La Venganza de los Sith está lejos de ser un título de acción perfecto, pero su trepidante ritmo y su adictivo combate proporcionaban una experiencia única en los juegos de la saga.
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