Seguro que en algún momento de tu vida has sentido la necesidad de coleccionar algo que te apasionaba. No importa si fueron cromos de fútbol de LaLiga o una compleja colección de numismática, el concepto es el mismo, pero más refinado. En los videojuegos, la afición ha ido creciendo a lo largo de los años, desde aquellos paseos por el rastro buscando algún juego antiguo que añadir a la colección, hasta auténticas batallas por ese Mega Man X3 Pal España de Super Nintendo en estado inmaculado que mueven miles de euros.
Lo cierto es que la situación en la que nos encontramos ahora es la de una auténtica jungla en la que es fácil perderse y salir muy mal parado. Aunque yo no soy un coleccionista de los que va a por juegos de cuatro cifras y busca hacer 'full sets', he estado suficientes años vaciando mis bolsillos y llenando mis estanterías como para haber cometido una buena cantidad de errores. Son esos errores de los que quiero hablarte y de paso, darte algunos consejos para ahorrarte disgustos si estás planteando iniciarte en esta bonita afición.
No compres lo que no te ilusiona
Este es el primer consejo que te quiero dar y aunque parezca el más obvio, es uno de los mantras que debes repetirte. Hace unos días, un amigo me confesaba que se planteaba comprar una Neo Geo CD. La razón es que le encantaría coleccionar Neo Geo AES, pero sus precios son disparatados. Lo primero que le pregunté fue si realmente le hacía ilusión o sólo quería comprarla para intentar sacarse esa espinita con Neo Geo. Porque el formato no es el mismo y la forma de disfrutar de los juegos tampoco, así que, la sensación no tiene por qué ser idéntica.
Lo primero es empezar por unas metas realistas
Este es el tipo de preguntas que debes hacerte a la hora de plantear tu colección, porque coleccionar videojuegos requiere demasiado esfuerzo y dinero como para comprar por comprar. Esto puede aplicarse también a todas esas ofertas que no "podemos dejar pasar". Ese juego poco común al que nunca le has prestado atención está a precio de saldo y tu instinto de coleccionista te dice que el día de mañana podría ser muy raro e incluso bastante caro, te lanzas a comprarlo y lo sumas a la estantería, y esto lo haces con cada oferta que consideras interesante, ¿el resultado? Una colección de juegos que realmente no te han interesado en ningún momento, más allá de una fantasía de inversión que probablemente ni siquiera sea la más rentable.
Te garantizo que te va a hacer mucho más feliz una colección de juegos más modesta, pero que sólo incluya títulos que realmente te llamen la atención o que hayan sido importantes para ti en cualquier momento de tu vida.
Colecciona de forma ordenada
Precisamente, lo que evitará que acabes comprando sin orden ni concierto son los hábitos como coleccionista, y lo primero es empezar por unas metas realistas. Si no tienes un pozo sin fondo por cuenta bancaria, lo normal es que no puedas abarcarlo todo, así que, el primer paso es elegir las plataformas que vas a querer coleccionar. Si empiezas ahora, te recomiendo que, por el momento, vayas a por máximo tres plataformas, verás crecer las colecciones y conseguirás metas mucho más rápido. Una vez elegidas las plataformas, el segundo paso es confeccionar una lista de juegos. Recuerda el primer consejo e incluye en esta lista lo que de verdad te haría ilusión tener, siendo en todo momento consciente de los precios de los juegos y de la rareza de los mismos. Por mucha ilusión que te haga tener un Kizuna Encounter de Neo Geo AES en versión europea, va a servir de poco que lo incluyas en tu lista si no tienes decenas de miles de euros para gastar en juegos.
El enfoque de tu colección puede ser muy variado, puedes centrarte en los títulos más representativos de una plataforma, los que más disfrutaste en su día o incluso intentar abarcar al completo tu género favorito de esa máquina. Ya con la lista hecha, cada juego que añadas a la colección lo vivirás como un pequeño objetivo logrado. Poco a poco puedes ver como una colección coherente y ordenada crece y con ella tu proyecto, mientras que si vas picando de aquí y de allá, es mucho más difícil que sientas esa satisfacción.
Al igual que has elegido las plataformas y los juegos que buscarás, determina el estado con el que te sientes cómodo. Si quieres coleccionar retro, ya sabrás que el estado del juego lo es todo. El estado va a determinar la rareza, el precio y la dificultad de acceso, pero es imprescindible que te sientas cómodo con lo que compras. Si tienes claro que quieres juegos completos, no te lances a por juegos sin instrucciones sólo porque te has encontrado con una buena oferta (en este caso, podrías completarlo más adelante, así que tendrás que valorarlo), pero sobre todo, no compres un juego mucho más deteriorado de lo que estás dispuesto a aceptar, lo verás en la estantería y no estarás satisfecho, y probablemente, acabarás deshaciéndote de él para conseguir uno en mejor estado. Lo mismo ocurre con la región o edición del título, ten claro desde el principio lo que buscas y no haga excepciones, estas van a generarte una sensación muy agridulce.
Controla el gasto
El coleccionismo requiere de un importante desembolso económico que necesitarás controlar y es fácil que pierdas la cabeza cuando te topes con ese juego que tanto tiempo llevabas buscando a un precio muy apetecible. El problema es que puede que ese mes hayas tenido otros gastos y que ya hayas invertido bastante dinero en juegos. Está claro que deberías de pasar, pero el juego que quieres desde hace tanto tiempo está a un click de distancia, así que, compras y probablemente, luego te arrepientas, porque no hay satisfacción en comprar juegos si luego te sientes culpable por haber perdido el control.
No hay satisfacción en comprar juegos si luego te sientes culpable
Esto mismo lo puedes aplicar con los especuladores. Desgraciadamente, acceder a algunas ediciones coleccionista actuales puede suponer una odisea, y de esto viven los especuladores, de comprarla antes que tú en la tienda y revendértela en el momento mucho más cara. No, no me refiero a juegos que han ido aumentando de valor con el tiempo a causa de su escasez, su alta demanda y lo complicado que resulta encontrarlos en perfecto estado a día de hoy, hablo de juegos que acaban de llegar al mercado y que un revendedor ha comprado con el único fin de parasitar esa venta. Aunque lo quieras, es difícil que una parte de ti no se sienta estafado cuando le pagues al especulador por haber secuestrado un artículo que sólo le interesaba para sacarte el dinero. Créeme, es mejor asumir que lo has perdido y cruzar los dedos para encontrarlo con el tiempo a pasar por el aro.
Como ya habrás podido apreciar, el secreto para disfrutar de esta afición no es otro que la planificación y el orden. Así que, lo mejor que puedes hacer, al igual que con la lista de juegos, es decidir desde el principio qué inversión mensual vas a dedicar a tu colección. De nuevo, tiene que ser algo realista y que puedas mantener en el tiempo sin grandes sacrificios.
No conserves los videojuegos precintados
¿Estás comprando videojuegos o bitcoins? Pues abre los videojuegos, disfrútalos, juégalos. No me malinterpretes, hay muchas formas de entender el coleccionismo y si lo que te emociona es replicar al máximo la sensación que tenías al entrar en una tienda, con todos los juegos precintados, adelante, pero lo importante es que no lo hagas por motivos tan poco gratificantes como pensar en el valor que tendrán el día de mañana. Si empezaste coleccionando videojuegos porque te encantaba disfrutar de ellos, ¿en qué momento te convertiste en el contable de un fondo de inversión?
Entiendo el valor de los juegos precintados, especialmente cuando se trata de títulos con varias décadas a sus espaldas. Que aparezca un antiguo stock con juegos en sus cajas de distribución es casi como haber viajado en el tiempo, pero ¿comprar juegos actuales para dejarlos precintados? No dejes que un hipotético valor de mercado futuro te impida disfrutar de forma plena a día de hoy. Este es un consejo que te doy especialmente si hablamos de ediciones para coleccionistas. Esas que incluyen toda clase de productos de merchandising y que nunca vas a poder disfrutar si no abres. Probablemente, vayan a ser las que más te tiente dejar precintadas, pero, de corazón, no tiene ningún sentido.
Ten en cuenta el espacio y la exposición
Coleccionar videojuegos también implica almacenar un producto que es susceptible al deterioro y que, además, deberías tener relativamente a mano para disfrutar en cualquier momento. Por eso, no sólo deberías estudiar las colecciones que vas a abordar, también el espacio que van a ocupar y cómo las vas a almacenar. ¿Te conformas con tener los videojuegos almacenados en cajas en un trastero o, por el contrario, quieres tener toda tu colección a la vista y lista para poder disfrutar en cualquier momento? Es algo que deberás tener en cuenta, porque tendrá un impacto importante en tus compras.
No te obsesiones
Me gustaría terminar con otro consejo muy sencillo: no te obsesiones. Es importante recordar que, afortunadamente, puedes disfrutar de la mayoría de los videojuegos más caros y cotizados del mercado del coleccionismo a precios de saldo en la actualidad en formato digital. Por eso, no tiene ningún sentido perder la cabeza porque te está costando sumar un juego a tu colección. Lo mejor de esta afición es que podemos seguir disfrutando de nuestros videojuegos favoritos por muy poco dinero, aunque no tengamos la caja y el cartucho en la estantería, así que, tómatelo con calma.
Si quieres saber más sobre el apasionante mundo del coleccionismo de videojuegos, en 3DJuegos hablamos con el YouTuber de coleccionismo, JARM, y con la psicóloga Rocío Rodríguez, para entender cómo se ha desarrollado esta afición, la pasión que arrastra y los riesgos que conlleva.