Aun con el auge de los juegos y el entretenimiento digital, no hay nada como tener en tu estantería la caja de un juego o la edición coleccionista de otro; ni qué decir de la alegría que da ver una consola que te haya acompañado durante años. Eso mismo sentía este empleado de la tienda J&L Game en Nueva York en 2020, cuando conocimos la tristísima noticia, o al menos hasta que se enteró cómo su querida madre tiró a la basura su colección de juegos y consolas retro; una de nada menos que medio millón de dólares, porque no sabía lo "especial" que era.
Es normal que ahora mismo os estéis llevando las manos a la cabeza, yo mismo lo he hecho. Si me duele en el alma deshacerme de un juego que ha costado una décima parte que esa colección, imaginaos al pobre jugador. Resulta que, como comentaba, el chico pasó años escudriñando las redes sociales, los mercados de barrio y webs de segunda mano para hacerse con una colección tremebunda que ascendió al medio millón de dólares, algo así como 464.000 euros al cambio.
Según recogen los compañeros de JeuxVideo, en la colección podíamos encontrar consolas únicas y con solo 100 juegos en su haber como la ColecoVision, o más conocidas como la Atari, Intellivision, Famicom, S Famicom, Neo Geo AES, PC Engine, MegaDrive o Master System; todas ellas cuidadas y algunas con su embalaje original. De hecho, para que os hagáis una idea, solo la Neo Geo AES puede costar unos 600 euros, varios cientos solo sus juegos.
Además, la colección estaba coronada por juegos para dichas consolas, cómics clásicos de superhéroes en buen estado, y cartas de cierta rareza de Magic: The Gathering. Para que os agarréis el pecho de dolor, decir que algunos de estos videojuegos estaban precintados con su embalaje original, algo que dispara su valor hasta las nubes.
Una colección de juegos y consolas valorada en 500.000 dólares a la basura
Dicho esto, volvamos al comienzo de la historia. Como muchos jóvenes, este empleado de la tienda J&L Game se mudó con sus amigos a un piso en la ciudad como muchos hemos hecho con el dinero ahorrado de nuestro primer trabajo. El problema fue que la falta de espacio y el dinero extra para transportar todo lo que guardaba en su habitación era tan elevado que decidió dejarlo en la casa de sus padres para alegrarse la vista cuando volviera a visitarlos. Y qué error.
Foto de Enrique Guzmán Egas en Unsplash
La madre de 60 años de este chico, decidió hacer limpieza y deshacerse de lo que consideraba como "cachibaches sin importancia". Cuando digo "a la basura", es literal. La pobre mujer, quizá pensando en que estaba haciendo un favor a su hijo al quitarle de la vista estas maquinitas, decidió tirar a la basura toda su colección junto a la mayoría de las cartas y cómics antes mencionadas. Claro está, todo sin consultárselo a él.
Obviamente, y como nos pasaría a todos nosotros, el chico pilló un cabreo monumental al enterarse de que alguien en el vertedero municipal quizá se esté haciendo de oro con sus consolas retro. Si bien es cierto que la reacción es lógica, él mismo destacó que jamás mantuvo una conversación con su madre sobre lo importante y especial de su colección. Asimismo, y siguiendo el dicho "al César lo que es del César", la madre tampoco se dignó a hablarle para comentarle la limpieza casi millonaria que había hecho. Un problema de comunicación atroz.
Foto de Xenia Radchenko en Unsplash
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