La mejor pasta térmica para tu CPU: ¿Cuál comprar? Consejos y recomendaciones

Los ordenadores gaming son equipos diseñados para ofrecer mucha potencia (algo que también es muy útil para otros usos muy “pesados”). La consecuencia directa de estas configuraciones es también una mayor generación de calor en sus componentes principales, algo que es inevitable y que puede llegar a ser dañino si no le ponemos remedio, tanto a la hora de elegir los componentes como a la hora del mantenimiento.

En lo que respecta a los componentes, hoy en día tenemos muy buenas soluciones para mejorar la disipación de un ordenador (y más concretamente de la CPU). Los kits AIO de refrigeración líquida han ganado mucho peso en los últimos años, pero también tenemos disipadores por aire que ofrecen un muy buen resultado y que pueden ser sensiblemente más baratos.

Ahora bien, no podemos adquirir estos componentes y olvidarnos para siempre del tema. La limpieza y el mantenimiento de un PC gaming es fundamental si queremos que este no tenga problemas de rendimiento o de sobrecalentamiento. Tenemos también mucho donde elegir si queremos limpiar bien un ordenador por dentro, e incluso soluciones que nos van a ayudar a mantener el setup organizado para así evitar la circulación de polvo y suciedad por el ambiente.

Todos estos elementos citados los conocemos más que de sobra, pero hay otro que es realmente importante y al que no se le suele conceder la importancia que merece. Nos estamos refiriendo a la pasta térmica, un elemento que debemos cuidar si queremos que nuestro procesador dure muchos años rindiendo a buen nivel. Por eso mismo, en este artículo os vamos a hablar más sobre ella y os vamos a recomendar algunas de las mejores pastas térmicas para procesadores disponibles.

¿Qué tener en cuenta al comprar una pasta térmica para tu CPU?

Explicado en pocas palabras, la pasta térmica es un compuesto que se sitúa entre la parte superior de la CPU en este caso (en lo que se conoce como integrated heat spreader o IHS) y el disipador que vayamos a instalar en nuestro equipo. Su finalidad es la de conducir de la mejor forma posible el calor generado desde la CPU hasta el disipador, consiguiendo de esa manera que nuestro procesador no se caliente en exceso. Son muchas las pastas térmicas que hay en el mercado, así que antes de pasar a los modelos conviene que tengamos en cuenta una serie de puntos.

No todas las pastas térmicas son iguales

En primer lugar, conviene señalar que no todas las pastas térmicas son iguales. Son varios los tipos que hay disponibles hoy en día, teniendo como diferencia principal la base que tiene el compuesto. Las que actualmente están ganando más popularidad tienen una base cerámica (mezcla de silicona con polvo cerámico), y es que son muy fáciles de aplicar y además son muy económicas. También tenemos la que cuentan con una base de carbono, que ofrecen un rendimiento muy similar a las anteriores pero con una durabilidad mayor.

En la otra cara de la moneda tenemos aquellas combinan una base metálica con silicona, pastas térmicas con una muy buena durabilidad y conductividad térmica (también son más caras). Además, también hay otras menos comunes como las de metal líquido, la que mejor rendimiento ofrece y más difícil de colocar es (además de ser la más cara). También existen unas almohadillas llamadas Thermal Pad que actúan de la misma manera y que son más comunes en productos como Steam Deck.

La conductividad y resistencia térmica, dos factores determinantes para elegir

Además de la composición y la densidad de una pasta térmica, hay que tener siempre en consideración dos características que nos van a decir la calidad de una pasta y lo bien que va a hacer su trabajo. Uno de estos factores es la conductividad térmica, que mide la cantidad de calor que se transfiere en vatios por metro-kelvin (W/mK). A mayor sea este valor, mejor será la calidad de la pasta térmica.

La otra característica importante es la resistencia térmica. Esta básicamente lo que nos dice es la oposición que la pasta térmica tiene frente al paso del calor. En este caso ocurre justo lo contrario: debemos buscar una pasta cuyo valor de resistencia térmica sea lo más bajo posible.

¿Cómo aplicar correctamente la pasta térmica en una CPU?

Cambiar la pasta térmica en un procesador es un proceso relativamente sencillo, pero que debemos de hacer con mucho cuidado. Hay que entender que se trata de un componente bastante delicado y para poner la pasta térmica vamos a tener que desmontar parte del ordenador, aunque por suerte las configuraciones actuales dan bastantes facilidades en ese sentido. De hecho, lo primero que deberemos hacer será retirar el panel lateral de la torre, algo para lo que ya no necesitaremos ni destornilladores en los modelos más modernos.

Hecho esto, llega el turno de retirar el disipador o bomba de agua. Esto va a depender mucho de la configuración y modelo que tengamos, por lo que lo recomendable es acudir a la página del fabricante para ver el proceso correcto. También toca retirar el procesador de la placa base, parte muy delicada, puesto que podemos doblar alguno de sus pines sin querer. Cuando tengamos los dos elementos fuera lo idóneo es colocarlos sobre una superficie blanda o acolchada para trabajar bien.

Antes de colocar la pasta térmica es importante que retiremos cualquier resto de la pasta térmica anterior en ambos componentes utilizando alcohol y ningún tipo de presión. Secados ambos componentes tocará colocar la pasta térmica, siendo lo más correcto aplicar una pequeña dosis en el centro del IHS del procesador. Por último, toca volver a colocarlo todo sobre la placa base y terminar de cerrar el equipo.

¿Cada cuánto tiempo hay que cambiar la pasta térmica?

Uno de los máximos interrogantes que rodean siempre a las pastas térmicas está relacionado con su durabilidad. Es complicado determinar cuanto tiempo va a durar una de estas pastas rindiendo a buen nivel, y es que esto va a depender de muchísimos factores como la calidad de su composición, la temperatura media a la que funciona el procesador o incluso el sistema de ventilación que hayamos elegido para nuestro PC.

En ese mismo sentido, sería recomendable que cada cierto tiempo cambiemos la pasta térmica de la CPU. La vida media de estas está entre los 3 y 5 años, aunque podemos cambiarla cada 1 o 2 años si queremos. Además, también es recomendable que la cambiemos si retiramos el disipador o bomba de agua para limpiar a fondo el ordenador.

Qué pasta térmica para tu CPU comprar

Noctua NT-H2

Noctua es una de las marcas más buscada en lo que a soluciones de refrigeración se refiere, y esta NT-H2 es una de las pastas térmicas más populares. Es muy fácil de aplicar, e incluye unas toallitas que permiten retirar de forma más cómoda la pasta anterior. El pack incluye una jeringuilla de pasta con 3,5 gramos, con lo que tendremos varias aplicaciones. Su tiempo de conversación recomendado es de 3 años y el precio del pack es 14,97 euros.

ARCTIC MX-4

La pasta térmica MX-4 es otra de las más buscadas. Es de la marca ARCTIC y en este caso viene en una jeringuilla con 8 gramos, teniendo pasta para muchísimas aplicaciones. Esta, compuesta de micropartículas de carbono, es también muy fácil de colocar y según el fabricante tiene una vida útil de 8 años. Su relación calidad-precio es brutal: solo cuesta 4,95 euros en Coolmod.

ARCTIC MX-6

Si queremos un poco más de rendimiento y nos gusta esta marca, siempre podemos apostar por el modelo superior. Nos referimos a la pasta térmica MX-6, una cuyo rendimiento es un 20% superior al modelo MX-4. Además, su nivel de viscosidad también es más elevado, lo que hace que la aplicación sea más sencilla y haya menos riesgo. Eso sí, es más cara: ocho gramos cuestan 12,99 euros.

Thermal Grizzly Hydronaut

Una no tan conocida, pero que tiene un genial rendimiento, es la pasta térmica Hydronaut de Thermal Grizzly. Esta ofrece una conductividad térmica sobresaliente con muy poca resistencia térmica, lo que hará que nuestra CPU se caliente mucho menos que con otras pastas. En este caso, la Hydronaut viene en una jeringuilla con 1,5 mililitros (lo que equivale prácticamente a 4 gramos) y cuesta 8,95 euros en Coolmod.

Corsair XTM50

Corsair es una de las marcas más conocidas dentro del gaming, y es que tiene soluciones casi para todo. La pasta térmica XTM50 es una de estas soluciones, un producto redondo que de hecho tiene en Amazon casi 20.000 valoraciones. Esta versión es de baja viscosidad, y aunque ofrece una conductividad térmica inferior a las que hay más arriba, posee una durabilidad muy elevada. Viene en un formato con 5 gramos y cuesta 9,95 euros.

Nox Hummer Thermal T1

Otra muy buena pasta térmica con base de carbono es la Thermal T1 de Nox Hummer. Esta es otra de las que mejor relación calidad-precio tiene, siendo una opción muy interesante si no queremos gastar demasiado. Sus valores de conductividad están en los 8,3 W/mK, y en este caso viene en un formato de 4 gramos. La podemos encontrar en Coolmod por tan solo 6,95 euros.

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Imágenes | Olivier Collet en Unsplash, Christian Wiediger en Unsplash, Andrey Matveev en Unsplash, Noctua, ARCTIC, Thermal Grizzly, Corsair, Nox Hummer

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