La guerra por dominar la industria de los semiconductores es uno de los conflictos tecnológicos más importantes del mundo. TSMC, la firma más grande del mundo en este sector, ya ha dado los primeros pasos para producir los chips de 2nm, un acontecimiento histórico que podría confirmar aún más su dominio. Sin embargo, Estados Unidos no quiere quedarse de brazos cruzados y, por ello, Intel ya busca la forma de conseguir más dinero para construir una mega fábrica en Alemania. Pero, para desgracia de los responsables, los alemanes no terminan de ver con buenos ojos una inversión tan grande.
Según relata el portal PC Gamer, en 2022 Intel anunció su intención de construir en Alemania una fábrica de chips de última generación. Para esta operación, la firma norteamericana tenía en mente realizar una inversión de 17.000 millones de euros, un importe con el que se convertirían en la mayor inversión extranjera en Alemania desde la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, y pese a la ambición de la propuesta y las posibilidades de la misma, distintos responsables gubernamentales alemanes han mostrado su oposición a destinar tanto dinero.
El ministro se niega a ampliar el presupuesto
Olaf Scholz, actual canciller, reveló que la instalación que planea construir Intel es una “gran oportunidad” para el Gobierno. No obstante, añadió que es importante tener en cuenta que “las subvenciones las paga el contribuyente”, razón por la que deben sopesar el movimiento cuidadosamente. Así, se han barajado ideas alternativas como proporcionar electricidad barata para su planta de Madgeburgo, una posibilidad que reduciría los costes mensuales de Intel por la instalación. Sea como fuere, desde el Ministerio han asegurado que el presupuesto “ya ha alcanzado sus límites”.
Así, Alemania se suma a la lista de países en los que Intel depende de subvenciones públicas para construir sus plantas. En Estados Unidos, hace escasas semanas se confirmó que la compañía recibirá una inversión de más de 20.000 millones dólares que esperan destinar a construir una enorme fábrica de chips en Ohio. De esta forma, se espera que la construcción que Intel planea realizar en Alemania comience a finales de este año y esté en funcionamiento en algún punto de 2027. Y, a menos que el Gobierno alemán aporte más dinero, Intel tendrá que pagar 10.000 millones de euros y Alemania pondrá los 7.000 millones restantes.
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