El auge de la inteligencia artificial ha traído consigo un creciente interés de la sociedad en esta herramienta. Así, el impacto de herramientas como ChatGPT ha provocado que cientos de millones de usuarios utilicen cada día esta tecnología para aprovechar las virtudes de la misma. Y, por ello, el sector tecnológico está asombrado con las posibilidades de DragGAN, una herramienta de inteligencia artificial que es capaz de modificar imágenes de formas nunca antes vistas. De hecho, el vídeo insertado bajo estas líneas es una prueba de las capacidades de una IA llamada a cambiar el panorama tal y como lo conocemos.
Así, esta herramienta nace de una investigación conjunta entre el MIT, la Universidad de Pennsylvania y Google. Gracias al trabajo de estos agentes, los usuarios pueden disfrutar de la versión vitaminada de Deformar (Wrap), uno de los elementos estrellas de Photoshop. De esta forma, como se ve en el vídeo, es posible manipular la imagen para adaptar posturas, aumentar el tamaño de vehículos, cambiar la forma de la cara y muchos otros aspectos que gozan de una naturalidad nunca antes vista. Y esto, sumado a las posibilidades de la inteligencia artificial generativa, abre un abanico de opciones que nunca habíamos planteado.
La inteligencia artificial puede crear y manipular la imagen
Gracias a las virtudes de herramientas como DALL-E, Midjourney o Stable Diffusion, los usuarios pueden crear las imágenes que desean a partir de prompts (o sugerencias). De esta forma, el crecimiento de estas inteligencias artificiales ha traído consigo una mejora sustancial en la calidad de las imágenes generadas, una situación a la que hay que sumar las opciones que ofrece DragGAN para dar por sentada una certeza: el paradigma de la generación de imágenes con IA está a punto de vivir una revolución. Porque, fusionando los resultados de ambas, los usuarios podrán conseguir hitos sin precedentes.
Como se puede ver en la imagen sobre estas líneas, estos son algunos ejemplos de lo que es capaz de hacer DragGAN. De forma natural, la inteligencia artificial consigue cambiar la postura de un caballo, un perro o un gato y, a simple vista, no se aprecian signos de modificación. Además, su principal virtud es la sencillez para ejecutar estas acciones ya que solo es necesario indicar un punto de partida y uno de salida para que la IA haga todo el trabajo. Así, DragGAN apunta a convertirse en una gran herramienta de trabajo para aquellos que trabajen con la edición de imágenes, una labor que no entra entre las profesiones que no estarán afectadas por el crecimiento de la inteligencia artificial.
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