Pocas figuras pueden presumir de haber generado tanto impacto en la industria tecnológica como Bill Gates y Steve Jobs. El primero, uno de los artífices de Microsoft, aún sigue dejando titulares y creando tendencia gracias a perspectivas como su visión sobre la inteligencia artificial, un terreno en auge que no para de crecer; el segundo, por desgracia fallecido hace unos años, marcó tanto a varios genios tecnológicos que aún hoy comparten historias de encuentros con él.
Sin embargo, una historia que pocos conocen está protagonizada por la decisión de Microsoft que salvó a Apple. Hace 20 años, durante los primeros coletazos del siglo XXI, Steve Jobs apareció en la portada de la prestigiosa revista TIME agradeciendo a Bill Gates por, en palabras del propio Jobs, “salvar Apple”. Y es que, dos décadas atrás, una inversión millonaria de Gates y un acuerdo que ambos consiguieron cerrar fueron los principales culpables de la posición actual de la compañía de la manzana mordida.
El aterrizaje de Office en Apple fue la clave de la salvación de Apple
Como relata la cuenta Codeacademy en un reciente hilo de Twitter, la llegada de Office a Apple consiguió revertir el rumbo de la compañía. Después de unos años dubitativos marcados por el adiós de Jobs y su posterior regreso, Apple atravesaba una etapa complicada. Así, para intentar dar un giro de 180º, la firma se alió con Microsoft para desarrollar la versión de Office para MacOS, una maniobra que se tradujo en una inversión de 150 millones de dólares que realizó Microsoft en Apple.
Este movimiento, sorpresivo para los analistas y expertos de la época, fue la primera piedra en el futuro camino de Apple al éxito. Por aquel entonces, Jobs afirmó durante una conferencia que tenían que dejar de lado esa visión dañina de creer que “para que Apple gane, Microsoft tiene que perder”. En su lugar, el norteamericano profundizó en la idea de la cooperación y la colaboración entre ambas entidades. Y, por suerte para ambas compañías, el resultado fue un incremento en los beneficios tanto de Microsoft como de Apple, dos firmas que hoy valen 561.000 millones de dólares y 815.000 millones de dólares respectivamente. Por tanto, sin aquel movimiento de Gates, es posible que Apple no fuese la compañía que es hoy.
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