Parece increíble, pero muchos sistemas gubernamentales aún siguen utilizando una tecnología que está obsoleta desde hace varias décadas: el disquete. A principios de los 70, IBM lanzó las primeras unidades de este dispositivo, y con ellas marcó una tendencia que más tarde siguieron compañías de la talla de Sony. Por desgracia, como sucede con todos los aspectos tecnológicos, la innovación trajo consigo productos mejores, y eso conllevó que los disquetes dejasen atrás su punto más alto de popularidad (los 80 y los 90) para dejar paso a los pen-drive o los discos duros.
Sin embargo, aunque se fabricaron por última vez en el año 2011 (fecha en la que Sony dijo adiós a la producción de estos dispositivos), muchas entidades gubernamentales aún seguían utilizando los disquetes para distintos trámites. Un ejemplo de ello es el gobierno de Japón, un país en el que presentar esta unidad era necesario para llevar a cabo distintas solicitudes al gobierno. Y, después de muchos años luchando por cambiar esta condición, Taro Kono (ministro japonés de Transformación Digital) ha conseguido lo que parecía imposible: decir adiós a los disquetes.
Más de 50 años de vigencia gubernamental
Como señala Ars Technica en una reciente publicación, la intención de Kono es permitir que las presentaciones de solicitud en línea se almacenen en la nube. De esta forma, los usuarios japoneses pueden despedirse de unidades como disquetes y CD-ROM, dos métodos obsoletos que no pueden competir contra los sistemas actuales. Así, tras muchos intentos, ha conseguido que su propuesta prospere y los ciudadanos del país asiático ya no tendrán que utilizar disquetes para las presentaciones gubernamentales.
Sorprendentemente, Japón es uno de los países menos avanzados en uso de tecnología en ámbitos relacionados con el Gobierno. En la actualidad, la región asiática se niega a utilizar sistemas basados en la nube, y por ello el adiós al disquete y al CD-ROM ha tardado tantos años en llegar. Sin embargo, gracias a la iniciativa de Kono, el país ha dado un salto de gigante y comenzará a utilizar sistemas de computación en la nube. De esta forma, se suma a la lista de países que dejan atrás este sistema obsoleto, una condición que otras regiones muy avanzadas como Estados Unidos ya hicieron en 2019.
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