Twitter ya pertenece a Elon Musk. Esta frase nos sorprendió a muchos cuando en octubre de 2022, el multimillonario sudafricano decidió comprar la compañía completa a Parag Agrawal, el CEO hasta su despido. Desde entonces, esta situación ha sido objeto de debate y ahora, poco más de 12 meses después, podría resultar en un golpe de efecto para los banqueros que confiaron en el multimillonario.
Hace unos días hablamos sobre el problema evidente de la estabilidad económica de la compañía estadounidense cuando se reveló que Twitter, actualmente propiedad de Elon Musk desde el verano, había sufrido una pérdida de 1.500 millones en tan solo 12 meses. Poco después, Ars Technica volvió a sorprender al afirmar que Elon Musk convenció a los banqueros que prestaron 13.000 millones de dólares para financiar la compra de Twitter de que no perderían dinero.
Estas palabras, apenas un año después, han quedado en el pasado, ya que los bancos que confiaron en el empresario ahora se enfrentan a importantes pérdidas. Según informa el medio estadounidense, algunos de los siete bancos que prestaron dinero a Musk, como Morgan Stanley, Bank of America, Barclays, MUFG, BNP Paribas, Mizuho y Société Générale, no podrán deshacerse de la deuda económica hasta el año 2024, lo que marca un momento crucial en la historia reciente de la compañía.
Al parecer, grandes inversores en Wall Street se acercaron a los bancos mencionados poco después de la adquisición de Twitter para ofrecerles comprar una parte de la deuda por aproximadamente 65 centavos por dólar. Muchos deberían haber aceptado esta oferta, ya que es poco probable que los prestamistas obtengan ni siquiera 60 centavos por dólar por los bonos y préstamos en tan solo un año desde la compra.
A los bancos se les advirtió de no aceptar las palabras de Musk
La situación es aún más compleja cuando miramos hacia atrás. Según Ars Technica, algunas personas involucradas en el acuerdo verbal del multimillonario advirtieron a los bancos de que las garantías de Musk no estaban respaldadas por ningún contrato formal. "Nadie que invierte en mí pierde dinero, y no voy a empezar ahora", mencionó el mismo Musk a Axios, según recoge Financial Times, a principios de este mes.
Incluso se puso sobre la mesa, para convencer a los banqueros de que necesitaban garantías tangibles, aquella controvertida idea de que Musk se retractara de la compra de Twitter, a pesar de haber firmado un contrato de compra blindado. Por ahora, ninguna de las entidades ni sus representantes ha emitido ningún comunicado sobre esta situación.
Imagen de Reuters
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