Hace unos años, los NFT están llamados a ser la revolución tecnológica de la década. Compañías, celebridades y usuarios de todos los rincones del planeta centraron sus esfuerzos en sacar partido a las bondades de estos objetos digitales. Sin embargo, el paso del tiempo y distintos estudios han demostrado que casi el 100% de los NFT ha perdido su valor. Y esto, por desgracia, ha golpeado directamente a Bored Ape Yacht Club, los creadores de los ya icónicos avatares de monos.
Como recoge el portal JeuxVideo en una reciente publicación, aunque la tecnología NFT existe desde 2014 esta no vivió su auge hasta 2021. Por ello, BAYC aprovechó esta situación para lanzar una colección de 10.000 avatares de monos que se vendieron por poco más de 200 dólares la unidad. Sin embargo, la popularización de los NFT provocó el interés de figuras como Snoop Dogg, Eminem, Justin Bieber y Paris Hilton que, cegados por su confianza, llegaron a invertir cientos de miles de dólares en estos avatares. Y, dos años después, el valor de estos ha caído en picado.
Despidos masivos para salvar la compañía
En mayo de 2022, un avatar de Bored Ape alcanzó su pico cuando pasó a costar 375.000 euros. Desde entonces, el valor de estos avatares ha caído en picado y, en la actualidad, la media de coste de cada uno es de 36.800 euros, 10 veces menos de lo que llegó a conseguir hace poco más de un año. Por ello, BAYC ha cogido el toro por los cuernos y ha dedicado llevar a cabo una reestructuración en la compañía con la intención de salvar la misma.
Así, Yuga Labs, empresa matriz de BAYC, ha autorizado la realización de despidos masivos. Con estos, según un portavoz de la firma, buscan una reestructuración que les permita “centrar mejor a nuestro equipo en nuestras principales prioridades”. Además, asegura que estos cambios son “necesarios” para evolucionar como organización, ya que han perdido colaboraciones importantes con empresas de la talla de Adidas y M&M’s. Sea como fuere, los próximos meses serán clave para los creadores de Bored Ape, una firma que surfeó la cresta de la ola cuando los NFT estaban llamados a cambiar el panorama tecnológico.
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