Alberto Pastor
Jefe de ContenidosCasi que nací con una NES bajo el brazo y desde entonces, jugar se ha convertido en una pasión que me ha llevado hasta aquí, a 3DJuegos, donde escribo desde hace más de 10 años y ejerzo también de jefe de redacción. Con más de 20 años de experiencia en el periodismo de videojuegos, soy un gran fan de Nintendo desde pequeño, pero tener un PC a finales de los 90 me hizo disfrutar también de las aventuras gráficas como Monkey Island, los juegos de estrategia como Age of Empires o RPG como Baldur's Gate. Aficionado al cine, mega fan de Star Wars y aprendiz de pianista, si me hablas de Grim Fandango te invito a una cerveza.
El legendario Steve Jobs, el cofundador de Apple que abandonó la compañía y volvió para salvarla e implantar una filosofía que sigue prácticamente intacta desde entonces, es una de las figuras más reconocidas y respetadas del sector tecnológico. Aunque falleció hace más de una década, su influencia sigue marcando a figuras como Sam Altman, el CEO de OpenAI, que reconoció que la primera vez que vio a Steve Jobs se quedó paralizado. Y no es para menos.
Jobs no solo fue un genio de los negocios capaz de hacer prosperar a una de las compañías más importantes y con mayor prestigio del mundo; también tenía un punto de showman y una enorme capacidad de improvisar y conectar con la audiencia. Lo demostró hace más de 15 años, cuando en mitad de la presentación del iPhone 4 se salió del guion pidiendo al público que desconectaran su Wi-Fi. ¿La razón? Había tantos dispositivos conectados que le era imposible ejecutar la demo que quería enseñar.
Esto, que probablemente bloquearía a más de uno, solo sirvió para ensalzar la chispa e ingenio de la que Steve Jobs siempre hizo gala. "Hoy esto va especialmente lento", comentó en mitad de la presentación, al comprobar que no podía navegar adecuadamente por Internet. "¿Sabéis? Podéis ayudarme si desconectáis vuestro WiFi", añadió repentinamente el por aquel entonces máximo responsable de Apple, desatando las risas entre los asistentes.
570 puntos de acceso WiFi conectados en el mismo espacio
Unos instantes después, Steve Jobs continuó la charla explicando por qué había fallado la demo. "Ahora mismo hay 570 puntos de acceso WiFi operando en esta misma sala. Y no podemos manejar esto", continuó en tono jocoso. "Así que tenemos dos opciones. Tengo muchas más demos geniales que me encantaría enseñaros, así que podemos apagar todos los dispositivos, y ver las demos; o rendirnos y no ver nada".
"Bloggers, apagad todos los puntos de acceso WiFi y todos los portátiles. Ponedlos en el suelo"
Jobs insistió en esta idea con mucha gracia, provocando más de una carcajada entre la prensa y aficionados que se encontraban en el auditorio en ese mismo instante. "Vamos a encendender las luces del auditorio. Bloggers, apagad todos los puntos de acceso WiFi y todos los portátiles. Ponedlos en el suelo. Me gustaría que pusierais los ordenadores, apagados, en el suelo. Y que os vigiléis unos a otros como si fuerais policías. Si queréis ver las demos, apagadlo todo [...] Tengo tiempo", remató el genio de Apple.
Fue uno de esos instantes mágicos en los que Steve Jobs conectó de forma increíble con la audiencia, lo que es meritorio teniendo en cuenta que era su forma de salir de una situación tan delicada como problema técnica. Tras este show improvisado, Jobs pudo mostrar al fin la primera llamada FaceTime desde un iPhone con Jonathan Ive.
Un error que nunca más volveremos a ver
Un detalle curioso de todo esto es que, hoy en día, esta clase de errores ya no son tan comunes; no tanto porque hayan mejorado las redes WiFi y la capacidad de los dispositivos. Más bien, con el tiempo, los grandes eventos tecnológicos y de videojuegos han apostado por un formato de vídeos pregrabados, lo que impide que puedan ocurrir esta clase de imprevistos.
Imagen principal | James Mitchell (Flickr)
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