La industria de los chips ha estado marcada por el conflicto tecnológico más intenso que hemos vivido en los últimos años. Aunque la inteligencia artificial y la computación en la nube son sectores de sumo interés para firmas de la talla de Google, Amazon y Microsoft, la producción y el desarrollo de semiconductores mantiene en vilo a regiones como Estados Unidos, China, Corea del Sur y Taiwán. Y esta última, que ya se encuentra a la vanguardia, está dando los pasos correctos para dar un salto aún más de gigante en los próximos años.
Como recogimos unas semanas atrás, TSMC (el gigante de chips taiwanés) tiene la intención de comenzar a operar con los chips de 2 nm en 2025. Por ello, empresas como Intel o Samsung no quieren quedarse atrás y ya han comenzado su particular hoja de ruta para conseguir la misma hazaña. Sin embargo, lo que no esperaban estas es que TSMC ya tuviera su mirada puesta en su próximo objetivo: los chips de 1 nm. Con estos, espera no solo llegar al límite del silicio, sino también colocarse a la vanguardia de un sector que ya domina con mano de hierro.
Una inversión de casi 30.000 millones de euros
Como señala Techspot en una reciente publicación, TSMC seguirá invirtiendo dinero con la intención de seguir siendo el líder del sector. Así, ha iniciado sus planes de construcción de una fábrica en Chiayi (Taiwán), la zona elegida para ubicar su primera macro-construcción centrada en la producción de chips de 1 nm. En esencia, la fábrica tendrá 100 hectáreas de extensión y estará dividida de la siguiente forma: 40 hectáreas para la planta de empaquetado y 60 hectáreas para la fábrica de chips de 1 nm. Según estimaciones, esta construcción podría llegar a costar casi 30.000 millones de euros.
Con esta, TSMC espera reforzar su liderazgo en la industria. En 2023, la empresa taiwanesa envió menos obleas que en 2022 y, pese a ello, consiguió aumentar sus beneficios. Esto se debe a que el precio medio por oblea fue de 6.100 euros, un 22% superior a los 4.970 euros que se pagaban en el año 2022. Por tanto, a pesar de su descenso a la hora de vender sus productos, TSMC experimentó un prometedor crecimiento. Y, con él, confían en fortalecer su posición en el mercado y lograr lo imposible: producir chips de 1 nm.
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