Hace cinco años, Spider-Man: Un Nuevo Universo revolucionó la gran pantalla con su innovadora y espectacular animación, cautivando a todos con su enfoque único de la mitología del Hombre Araña. Ahora, su esperada secuela, Spider-Man: Cruzando el Multiverso, se enfrenta al desafío de superar las expectativas. Pero permíteme decirte que, como un verdadero fan de Marvel de la vieja escuela, esta película ha logrado emocionarme de una manera que ninguna otra producción de La Casa de las Ideas ha logrado en mucho tiempo. Los responsables detrás de esta película han perfeccionado la fórmula clásica de "más y mejor".
Déjame contarte un poco sobre mi relación con Marvel en estos días. Recientemente, la mayoría de los estrenos de Marvel Studios no han logrado emocionarme como antes solían hacerlo. Incluso la mayoría de los cómics de la editorial no han capturado mi entusiasmo en los últimos años. Me ha costado adaptarme a ciertos cambios estéticos y, en términos narrativos, encuentro muchas historias intrascendentes y aburridas. Entonces, imagina mi emoción al ver Spider-Man: Cruzando el Multiverso y revivir esa sensación arácnida que no experimentaba desde hace años.
Un multiverso lleno de diversión
Spider-Man: Cruzando el Multiverso retoma la historia justo donde la primera película la dejó. En esta secuela no solo nos dejamos llevar por el bueno de Miles Morales, el Spider-Man de la tan manida “nueva generación”, que en realidad, resulta ya universal. También Gwen-Stacy, Spider-Woman, nos hará de guía en esta zambullida en la actualidad mitológica de Spider-Man. Más allá de las picaduras de araña, la muerte del Tío Ben y los poderes, la idea de un multiverso arácnido, que teje una red de realidades infinitas habitadas por innumerables versiones de Spider-Man, se ha convertido en uno de los hitos narrativos más importantes del personaje en los cómics. Ahora, su traslado a la gran pantalla, ya sea en animación o acción real, es simplemente una consagración lógica.
En Un Nuevo Universo, se presentó por primera vez la idea de los múltiples universos arácnidos, un espectáculo colorido creado por los guionistas Phil Lord y Christopher Miller. Aunque las ideas que se plasman en la pantalla no son completamente nuevas, logran actualizarse de una manera fresca y tremendamente disfrutable. No solo en términos estéticos, pero ya hablaremos de eso más adelante, también en lo narrativo. Incluso los dramas generados por las tensiones generacionales y las relaciones familiares resultan interesantes. Aunque la película está dirigida principalmente a un público joven, cualquier persona puede empatizar con estos problemas debido a la sinceridad con la que se abordan.
A partir de ahí, la aventura nos sorprende y divierte, los chistes funcionan y no se tiene esa molesta sensación de "ya he visto esta película" que a menudo se experimenta en el cine. El mérito radica en saber actualizar la mitología de Spider-Man, no solo el salto de Peter a Miles en un contexto ajeno a la acción en pantalla o las viñetas, sino también el crecimiento de Miles, Peter y Gwen dentro de esta adaptación. La sensación de madurez no es solo un tema presente, sino que también se refleja en la propia película. Este crecimiento va de la mano de la experiencia de los espectadores que vieron la primera película con 10 años y ahora van a ver con 15 esta nueva entrega.
Un multiverso de drama
Uno de los puntos pivotantes de esta película es una curiosa interceptación de la que, para mí, es la idea principal del personaje: Ser Spider-Man es una mierda. Podemos adornarlos con la etiqueta del clásico "working class hero", si quereís. Pero en realidad no solo se trata de esas historias en las que después de que El Rino le meta una paliza a Spider-Man, le deje la cara como un Picasso (lo mismo me da Peter que Miles) y nuestro héroe llegue tarde a cenar con su novia. O al trabajo. Es algo más incluso de la consabida muerte del Tío Ben. y es la importancia de la pérdida y el trauma como momento de eclosión de este héroe. Un tipo que por mucho que se suba por las paredes o se vuelva invisible, no deja de ser un tipo normal.
Se trata de la mejor destilación de la fórmula que hace a los héroes de Marvel diferentes al resto de héroes de las viñetas, y que tiene su clave en el dolor. En las patadas que da la vida. Y en volver a levantarse después de recibirla porque, bueno, porque no queda otra. Y ese es el verdadero superpoder de Spider-Man, la habilidad que de verdad deberíamos envidiar, y no solo sus habilidades acrobáticas o el sentido arácnido.
Un multiverso de espectáculo
Creo que el mayor mérito de esta película radica en su capacidad para llevar este crecimiento también al aspecto estético. La primera película ya sorprendió al alejarse de lo que normalmente se veía en el cine de animación comercial, pero parecía que no había mucho más que se pudiera innovar sin perder la identidad visual que hace especial a las películas de Miles. Sin embargo, Spider-Man: Cruzando el Multiverso sigue sumando nuevos elementos. El salto de un universo a otro permite cambios estéticos, por supuesto, pero la naturalidad con la que se incorporan y mezclan estos nuevos elementos es asombrosa. El mundo de Gwen, por ejemplo, tiene una paleta de colores y texturas de acuarela que encaja de manera sorprendente con el ambiente más urbano y callejero de Miles.
Esto se combina con recursos estéticos que, junto a los momentos más impactantes, ofrecen una belleza plástica y cinematográfica impresionante. En la última década, han estrenado pocas películas de animación tan hermosas y espectaculares como esta. Además, me gustaría destacar el talento de los artistas españoles que han contribuido a esto. En la primera película, Alberto Mielgo dejó su huella con su destacada pirmera aproximación estética, y ahora es el turno de Jesús Alonso Iglesias, el diseñador de personajes de esta película. Su estilo, derivado de su experiencia en el mundo del cómic, se despliega a lo largo de la película. Sin duda, hay que agradecer su trabajo, así como la magnífica interpretación de Jason Schwartzman (en la versión original), quien da vida a La Mancha, uno de los villanos más originales de Marvel, perfectamente adaptado a la pantalla.
Spider-Man: Across the Spider-Verse: The Art of the Movie
Finalmente, como lector de Marvel y fan de Spider-Man, puedo decir que ninguna otra adaptación audiovisual se ha acercado tanto a lo que mi imaginación considera la "realidad de Spider-Man". Si de alguna manera mágica o pseudocientífica pudiéramos traspasar las barreras del multiverso y fusionare una única realidad la experiencia de leer cómics con la de ver una película, el resultado sería similar a esto. Una dimensión en la que lo espectacular, lo narrativo, lo dinámico, lo estético y lo técnico se cristalizan en cada fotograma.
Un multiverso de extras
Si, después de todo lo mencionado anteriormente, aún tienes dudas sobre si deberías correr al cine, déjame hablarte de esos pequeños detalles que añaden un toque de magia a esta película. Esto es lo que hace que Marvel sea tan especial, tanto para los fans más acérrimos como para los espectadores casuales. Si ya tienes una versión alternativa favorita de Spider-Man, es muy probable que aparezca en algún momento de la película. Y si todavía no tienes una, es muy posible que termines la película con una nueva favorita. Los numerosos (y geniales) cameos, guiños y referencias sorprenderán y divertirán a todos los seguidores de nuestro amigo y vecino Spider-Man, ya sean fans de Peter, Miles o de ambos.
Desde la poderosa banda sonora hasta las apariciones estelares, desde las emocionantes secuencias de acción hasta los paisajes urbanos más impresionantes desde Ghost in the Shell, desde los trajes pijameros ajustados hasta las conversaciones entre padres e hijos, cada elemento de Spider-Man: Cruzando el Multiverso cautiva. No solo creo que vale la pena cada euro invertido en una entrada de cine, sino que también creo que revitaliza al personaje lo suficiente como para volver a la estantería y rescatar un buen puñado de tebeos de Spider-Man para disfrutar de ellos como hace mucho tiempo no hacíamos. Y yo seré el primero en hacerlo.
Spider-Man: Un Nuevo Universo revolucionó los cines hace cinco años con su enfoque innovador y su animación espectacular. Ahora, su secuela, Spider-Man: Cruzando el Multiverso, no se queda atrás. Los responsables de la película han mejorado la fórmula, logrando emocionar incluso a los seguidores más fieles de Marvel. La trama retoma donde lo dejó la primera entrega, presentando un multiverso habitado por infinitas versiones de Spider-Man. logrando además actualizar esta idea de manera fresca y disfrutable, tanto estética como narrativamente. Los personajes y sus relaciones generan interés, y la aventura sorprende y divierte. La película no solo actualiza la mitología de Spider-Man, sino también muestra el crecimiento de los personajes y de los propios espectadores que han envejecido desde la primera entrega. En cuanto a la estética, Spider-Man: Cruzando el Multiverso logra innovar sin perder la identidad visual que hace especial a la franquicia. Los cambios de universo permiten nuevos elementos visuales, y los recursos estéticos son hermosos y cinematográficos. Además, la película está repleta de cameos y referencias que sorprenderán y divertirán a los fans. En resumen, Spider-Man: Cruzando el Multiverso es una película que emociona y entretiene, revitalizando al personaje y dejando una fuerte impresión en los espectadores.
- Deberás ver la primera película para saber de qué va la historia...
- Y esperar al estreno de la siguiente para saber cómo continúa.
- Las escenas de acción tal vez te produzcan algo de vértigo.
- Las tramas personales son tan interesantes como las superheroicas.
- Un Nuevo Universo condensa lo mejor de la nueva mitología de Spider-Man.
Ver 3 comentarios