En 1973 se estrenó una cinta que marcarían un antes y un después en el cine de terror: El Exorcista. 50 años más tarde, puede sentirse orgullosa de seguir infundiendo el mismo pavor entre los espectadores, habiéndose convertido en una auténtica película de culto, que además forma parte de la leyenda negra del cine. Hay una gran cantidad de motivos por los que hablar hoy de ella: su aniversario, la proximidad de Halloween, el estreno de una nueva entrega o que podemos verla a través de HBO Max o Prime Video. Pero sin duda, lo más interesante es la gran cantidad de misterios y curiosidades inquientantes con las que cuenta.
Dónde ver El Exorcista
Bajo la dirección de William Friedkin, El Exorcista nos cuenta cómo se produjo el exorcismo de Regan MacNeil, una niña de doce años que comienza a mostrar comportamientos atípicos y cambios de personalidad. Con una enfermedad descartada, la última esperanza que encuentra su madre es recurrir a la Iglesia. Así comienza una película de 2 horas de duración que nos mantendrá en un estado fatídico a cada minuto que pasa.
Y es que más allá de lo agónica y explícita que pudiera llegar a ser la cinta, esta no estuvo exenta de un halo de desgracias continuas y sucesos extraños. En primer lugar, hubo una confrontación entre el director y Jason Miller, quien interpreta al padre Karras. El primero disparó muy cerca de la oreja del actor, quien enfadado lo increpó diciendo que no necesitaba situaciones reales para tener una emoción creíble, ya que era un profesional. Si os sorprende esta práctica, hay muchos más ejemplos en la industria como el caso de Shelley Duvall en El Resplandor, obligada a repetir más de 100 veces una toma de escaleras, o el de Winona Ryder durante el rodaje de Drácula al recibir insultos para generar una reacción de llanto en ella.
Es curioso también como algunas de las escenas más icónicas fueron producto del momento. Por ejemplo, la famosa toma en la que Regan vomita sobre el cura, en realidad no iba a ir a parar a su cara, sino a su pecho. Un fallo en el tubo hizo que el vómito fuera disparado hacia donde no debía. Así mismo, los inquietantes momentos en los que se ve la cara del demonio, en realidad eran tomas descartadas de maquillaje que se hicieron con la protagonista. Por otra parte, la voz del demonio, interpretada por Mercedes McCambridge, fue fruto de la implicación de la actriz, quien decidió que era buena idea beber alcohol para forzar su tono, comer huevos crudos y fumar sin parar. Incluso llegaron a atarla a una silla para que el sonido del monstruo luchando por liberarse fuera más real. Más adelante Warner y ella tendrían problemas legales por la acreditación del papel.
Pese a ser ficción, lo cierto es que El Exorcista fue recibida como un auténtico infierno por parte de diferentes organismos e instituciones, e incluso llegó a ser prohibida en muchísimos lugares como es el caso de Reino Unido , en el que algunos ayuntamientos decidieron vetar la cinta, u Oriente Medio. De hecho a España no llegó hasta el 1 de septiembre de 1975. Un estreno tan convulso tuvo también medidas de última hora, ya que la actriz Linda Blair fue amenazada de muerte por parte de grupos religiosos, requiriendo guardaespaldas durante 6 meses después del lanzamiento de la cinta y teniendo que mudarse de estado con su familia. Recordemos que por aquel entonces esta tan solo tenía catorce años de edad.
Y no solo eso, es conocido que durante la proyección en las salas de cine, se tuvieron que llamar a múltiples servicios de asistencia médica, porque los espectadores entraban en pánico o directamente sufrían desmayos de la impresión. Uno de ellos se rompió la mandíbula al caer e incluso demandó a Warner Bros.
Sin embargo, todo esto solo es una pequeña parte de la leyenda negra que hay en torno a la película. Incluso durante el rodaje se quiso exorcizar al set por el contenido de lo que se estaba grabando. Finalmente, fue solo una bendición por parte de un cura, pero nada podía indicar lo que estaba por ocurrir. Incendios que destrozaron el set, gritos de dolor, al menos 9 actores muertos, y un montón de desgracias familiares son solo algunos de los ejemplos.
Con todo ello, El Exorcista recaudó 441 millones de dólares, siendo la película más rentable de la compañía, (si se reajusta la inflación), hasta que se lanzó Barbie. De esta forma, también contaría con ser la película más taquillera con calificación "R" e incluso ganó varios premios Oscar, (no sin polémica detrás). Tal vez os parezca curioso, pero gracias a su éxito podemos disfrutar de una de las escenas más icónicas del cine: la de la niña bajando por las escaleras. Si bien esta escena se rodó en su momento, las limitaciones técnicas hacían que no pareciera creíble, incluyéndose más tarde en un relanzamiento de la versión extendida del año 2000.
Sea como sea, esta película generó impacto hace 50 años y lo sigue haciendo a día de hoy, habiéndose convertido en una de las cinta más terroríficas y con escenas más inquietantes de la historia. Porque sí, es explícita cuando tiene que serlo, pero una de las claves de esta es la capacidad de infundir pavor en el espectador de una forma psicológica aterradora que nada tiene que ver con el gore. Por ello, ahora que Halloween se acerca y que tenemos en salas de cine una nueva entrega, El Exorcista: Creyente, ¿no es el mejor momento para volver a verla cuando además está tan accesible tanto en HBO Max como en Prime Video? Desde luego, no os arrepentiréis, pero las pesadillas están aseguradas. Pocas películas más inquietantes se han hecho hasta la fecha.
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