Hace unos días se supo que La isla del doctor Moreau volverá a ser llevada a la gran pantalla, esta vez bajo una reinvención moderna bautizada con el nombre de Eyes In The Trees que estará capitaneada en el reparto por Anthony Hopkins. Su anuncio nos ha hecho retrotraernos hasta 1996, cuando se estrenó una de las superproducciones de Hollywood más infames de todos los tiempos que tenía, precisamente, a la novela de ciencia ficción de H.G. Wells como referencia.
En 3DJuegos os hemos traído muchos ejemplos de rodajes desastrosos, pero quizás el de La isla del Dr. Moreau sea el que se lleva la palma, con un director que acabó tan hartó de tener que lidiar con una de las estrellas del reparto, Val Kilmer, que cuando acabó de grabar la producción soltó un "Y ahora sacad a ese bastardo del set de rodaje". No fue la única lindeza que John Frankenheimer le dedicó al que fuera antes Bruce Wayne en Batman Forever en una producción en la que, se suponía, ninguno de los dos debía de haber sido reclutados.
Val Kilmer llegó para reemplazar a Willis y todo se vino abajo
Muy en boga en aquellos años, Val Kilmer fue fichado a última hora para el papel de Montgomery, un personaje que debía haber sido para Bruce Willis de no haberlo abandonado por motivos personales ajenos al caso. Lo hizo bastante encantado teniendo en cuenta que iba a compartir set con nada menos que Marlon Brando, toda una leyenda del celuloide. No obstante, Kilmer sí puso una condición: solo trabajaría un 60% de los días acordados por Willis.
El desastre estaba servido. Su fichaje trajo consigo varios cambios de cromos en la producción pero, sobre todo, el despido al segundo día de rodaje de Richard Stanley, el director original de la película, por no poder controlar a Kilmer. Como os podéis imaginar la noticia sentó como una patada en el trasero a Stanley, tanto como para, siempre según los informes, ponerse a destruir documentos a lo loco. Su sustituto detrás de cámaras fue, muy a su pesar, John Frankenheimer, que al parecer tenía fama de saber tratar con actores difíciles. No lo demostró.
El cineasta era de métodos bastante tradicionales y, entre gritos, quería que sus actores siguieran sus instrucciones al pie de la letra. Este, que era ya conocido en Hollywood por tomarse bastante libertad a la hora de abordar sus actuaciones, se negó a leer alguna que otra línea que no le gustaba del guion, llegando a provocar que Frankenheimer dijera lo siguiente: "Incluso si estuviera dirigiendo una película llamada La vida de Val Kilmer, no tendría a ese idiota en ella".
Por si fuera poco, trabajar con Brandon tampoco fue tarea fácil. El actor de El padrino fue en principio uno de los más grandes valedores de esta adaptación y defensor de llevar a cabo la visión de Stanley con él como director, pero una tragedia personal le llevó a apartarse durante un tiempo de la misma y cuando volvió puso el automático, no se aprendió lo más mínimo sus líneas (se las tenían que chivar por pinganillo) y, como era de esperar, los choques de egos con Kilmer no tardaron en llegar: "Tu problema es que confundes el tamaño de tu sueldo con tu talento", llegó a espetarle Brandon a su "compañero" de reparto.
Su director original nunca llegó a irse del todo...
Pero esto no es todo. Richard Stanley, lejos de aceptar el avión que le habían puesto desde New Line Cinema para que se alejara del rodaje, estuvo por ahí rondando durante un tiempo, tanto que llegó a colarse en el set. ¿Cómo?
"Una vez que estás maquillado te vuelves invisible. Trataban a los que iban de bestia como si fueran animales. Por eso sabía que si me hacía pasar por perro, nadie se fijaría en mí. Lo hice por curiosidad morbosa, la verdad. Los extras me dijeron que si entraba al set y veía lo que estaba pasando me sentiría mucho mejor. Fue verdad, antes de eso estaba de mal humor en la selva tropical".
Como os podéis imaginar de esto no pudo salir nada bueno y La isla del Dr. Moreau llegó a cines a mediados de 1996 entre críticas nefastas y un recibimiento de la audiencia poco caluroso, solo recaudó 49,6 millones de dólares con un presupuesto de 40 millones de dólares. El film, además, fue pronto olvidado y a día de hoy, en España, no puede encontrarse por ningún servicio de suscripción.
La historia detrás de esta película se narra en Lost Soul, "La crónica de uno de los rodajes más infernales de la historia de Hollywood que destrozó la carrera de su director y confirmó la decadencia de su estrella (Brando)". Al contrario que La isla del Dr. Moreau, este documental sí puede verse en plataformas, por Filmin. Por cierto, Richard Stanley también estrenó hace unos años Color Out of Space con Nicolas Cage, una locura de cinta que sin duda merece una recomendación.
Fuente | Vice, JoBlo, Far Out Magazine
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