Como lector de los X-Men desde hace más de tres décadas, os aseguro que estoy más que acostumbrado al drama que rodea a estos personajes. La premisa misma de los X-Men, creada por el Rey Jack Kirby y el sonriente Stan Lee, es de por sí dramática: un grupo de chavales únicos lanzados al peligro para defender un mundo que los teme y los odia simplemente por ser diferentes. A lo largo de más de 60 años de historia, he vivido con ellos todo tipo de altibajos y golpes de efecto en el universo de los mutantes de Marvel, y con todo, el episodio de ayer de X-Men '97 me ha dejado completamente roto.
Aviso de Spoilers: A partir de aquí, este artículo profundiza en el quinto episodio de X-Men '97 en Disney+, 'Recuérdalo'. Si aún no has visto este capítulo, te recomiendo que lo hagas antes de continuar leyendo.
La Caída de los Mutantes
El episodio Recuérdalo de X-Men '97 presenta un tono violento, oscuro y político que no deja indiferente a ningún fan. En este capítulo, presenciamos un ataque devastador a la nación de Genosha, que había sido convertida en un refugio para mutantes. Este giro argumental tiene profundas raíces en los cómics originales de Marvel, donde Genosha ha sido un tema recurrente, representando las luchas y opresiones que enfrentan los mutantes en la sociedad. Genosha, una vez una nación que esclavizaba a los mutantes, se había convertido en un lugar de esperanza para ellos, pero su destino da un giro trágico en este capítulo. la coincidencia del genocidio mutante de esta pequeña nación tiene unos tremendos ecos de la situación político social actual en el mundo real que no se le deberían escapar a nadie, y que hacen de X-Men '97, como ha ocurrido siempre con La Patrulla-X, un interesante referente y espejo pop de la realidad al que merece estar atentos.
En el quinto episodio de X-Men '97, titulado 'Recuérdalo', se presenta una serie de eventos impactantes, muy adultos y dramáticos. Trish Tilby entrevista a miembros de los X-Men, como Bestia y Cíclope sobre las particularidades de ser diferentes frente a una mayoría social normalizada, mientras Jean continúa explorando los traumas debidos a las dudas sobre su identidad. Se revelan tensiones en la relación sentimental entre Jean y Cíclope, y se profundiza en su historia de amor y las infidelidades. Mientras tanto, Pícara, Gambito y Magneto viajan a Genosha, donde se preparan para un evento importante, el reconocimiento de Genosha como la primera nación mutante por parte de las Naciones Unidas. Sin embargo, la gala es interrumpida por un ataque devastador que resulta en la muerte de varios personajes importantes, incluidos Gambito y Magneto.
Aunque el final de la historia es demoledor, la sutil presencia del Vigilante, el observador interdimensional, sugiere que hay más en juego de lo que parece. Y es que al fin y al cabo, hablamos de los X.Men, y si tenemos viajeros en el tiempo como Cable, tenemos muchas posibilidades de jugar con eventos que cambien la línea temporal y reviertan los acontecimientos de este capítulo. Porque nadie quiere a Gambito muerto, ¿verdad?
Creando afición
Muchos aficionados han compartido su shock ante la crudeza del episodio en redes sociales, comparando este giro dramático con la infame "boda roja" de Juego de Tronos. Esta entrega de X-Men '97 aborda temas complejos como la infidelidad, la paternidad no deseada y el genocidio, lo que lo convierte en una experiencia emocionalmente impactante para los espectadores. Yo desde luego me quedé tocado, y sorprendido, pero también contento, porque más allá de constatar (de nuevo) que tengo más años que un bosque tras escuchar el temazo de Ace of Base que suena en este capítulo, me ilusiona pensar que muchos chavales que han visto esta semana este episodio de X-Men '97 se habrán convertido en Marvelitas para toda la vida. Y eso es importante, porque dentro de Marvel, los mutantes tal vez sean, junto con Spider-Man, los personajes con un posicionamiento social y moral más marcado. Y sin adoctrinamientos de ningún tipo, de ahí que los considere una influencia muy positiva para los jóvenes (y no tan jóvenes). Estas historias no solo entretienen, sino que también transmiten un poderoso mensaje sobre la lucha por la justicia y la libertad.
En última instancia, el baño de sangre del último episodio de X-Men '97 supone un antes y un después para los mutantes a los espectadores y reafirma la relevancia de esta franquicia. Mientras esperamos ver qué depara el futuro para nuestra querida Patrulla-X, no podemos evitar preguntarnos si Kevin Feige y Marvel Studios podrán igualar la espectacularidad y el impacto de este capítulo en una producción de acción real.
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