Raquel Cervantes
Editora - StreamersSabemos que China es un país muy restrictivo con las películas que provienen del extranjero. Con frecuencia, estas son modificadas para superar la censura que aplica el país y conseguir una recaudación global más alta. Cuando se trata de una película como Mulán, que además da vida a una leyenda nacional, parece que está destinada a morir. Sin embargo, lejos de lo que se podría pensar, el conflicto que supuso su estreno no está relacionado con la cesura, sino más bien con la venganza. Cuando Disney decidió colaborar con Martin Scorsese, poco se podía imaginar que le costaría miles de millones de dólares y el boicot de una de sus películas el recuperar las relaciones con el gigante asiático.
La venganza se sirve fría
En 1997, Martin Scorsese decidió llevar a cabo Kundun, una película centrada en la figura de Tenzin Gyatso, el decimocuarto Dalái Lama. Este fue una personalidad conflictiva para el gobierno comunista de China e incluso tuvo que exiliarse a la India tras la ocupación del Tíbet por parte de esta. Mientras que el país lo consideraba un separatista peligroso, la película daba una visión heroica y de resistencia del mismo.
Tal vez os estéis preguntando que tiene que ver Disney en todo esto y la respuesta es que decidió distribuir la cinta mediante la filiar Touchstone Pictures. El gobierno se opuso al producto incluso antes de salir y no le perdonó a la compañía del ratón que formara parte de ella.
Un año más tarde, Disney trataría de mejorar las relaciones con China mediante una cinta que buscaba representar su cultura a través del poema "La balada de Mulán" y que contaba en gran parte con elenco del país, como Jackie Chan o Pat Norita. Para ello, tomó algunas decisiones nunca vistas hasta la fecha, como representar de forma directa conflictos bélicos y militares. Pero este esfuerzo no fue suficiente para el gobierno, que no dudó en boicotear la película y aprovechar la situación para sacar beneficio de ello.
Mulán se estreno en 1998 y consiguió una recaudación de 304 millones aproximadamente con un presupuesto de 90. Fue todo un éxito, pero este podría haber sido mucho mayor con la taquilla del país chino, el cual no solo estrenó la cinta un año más tarde, sino que hizo todo lo posible para que el público no tuviera interés. De hecho, tan solo consiguió recaudar 30.000 dólares en varias semanas. Por supuesto, hay otros facturas que influyeron en el desinterés de la población, como que la película se filtrara o que esta tuviera la percepción de que se trataba de una visión occidentalizada de China.
Mulán partió de un veto que Disney tuvo que esforzarse por levantar. No solo el CEO del momento, Michael Eisner, viajó a Pekín a pedir disculpas, sino que también hizo algunas concesiones, como aceptar distribuir películas chinas o la construcción de Disneyland Shangai, parque que supuso una inversión de la friolera de 5.500 millones de dólares. Por aterrizar números, Disneyland París fue un desembolse de 4.400 millones, según datos aportados por el New York Times.
Una historia que se vuelve a repetir
En 2020, Disney añadió Mulán a su colección de live-actions. En esta ocasión, aprendió de las críticas pasadas y tomó algunas decisiones específicas para agradar al público chino, como la eliminación de Mushu, que fue considerada en su día como una aberración, ya que los dragones son seres sagrados en la cultura del país. No sirvió de nada y, de paso, causó descontento entre el público occidental: Mulán fue un fracaso estrepitoso.
En la página de reseñas chinas Douban, apenas obtuvo un 4,7 sobre 10 de puntuación. Algunas críticas, como la de la mirada occidentalizada se repitieron, pero también otras nuevas, como las inexactitudes históricas. A esto hay que sumarle el escándalo que se produjo con la actriz Liu Yifei, quien emitió en redes sociales mensajes de apoyo a la policía durante las protestas por la democracia en el año 2019. Esto llevó a la creación incluso del hagtag "BoycottMulan".
Costó 200 millones y en China apenas recaudó 40. No le fue mejor en el resto del mundo, ya que el resultado fue un producto que causó rechazo por parte de los seguidores de la cinta original. Apenas consiguió 29 millones más, sumando un total de 69 millones de dólares, aunque hay que sumarle que se estrenó en plena pandemia y también fue directa a las plataformas de streaming.
Ver 1 comentarios