La ciencia-ficción, con su capacidad para llevarnos a lugares inexplorados y sumergirnos en futuros inciertos, es un género literario y cinematográfico que ha deleitado y fascinado a las audiencias durante décadas. Entre las innumerables joyas de este género, destaca la saga de novelas Fundación de Isaac Asimov. Las obras de Asimov se erigen como pilares fundamentales de la literatura de este género, y su adaptación Fundación no quiere quedarse atrás. Esta epopeya literaria, que abarca varios libros, ofrece una visión monumental del futuro, donde la política, la espiritualidad y la interconexión de la humanidad se entrelazan en un tapiz narrativo tremendamente complejo.
La escala de este escenario de ciencia ficción ha supuesto durante décadas un reto para cualquier tipo de adaptación audiovisual. En el corazón de la trama se encuentra la psicohistoria, una disciplina que combina matemáticas y sociología para predecir el futuro de manera estadística. La complejidad de este concepto, junto con la riqueza de los personajes, la extensión de su universo geográfico y cronológico y la profundidad de la trama, parecían inabordables para el mundo del cine y la televisión. Sin embargo, en septiembre de 2021, Apple TV+ nos sorprendió con una ambiciosa adaptación de Fundación, una serie que se convirtió rápidamente en uno de los estrenos más destacados de la plataforma.
La odisea de Fundación en Apple TV+
La serie Fundación no es una adaptación convencional de las novelas de Asimov. Aunque respeta el núcleo de la historia, el equipo de producción, encabezado por David S. Goyer y Josh Friedman, ha realizado ajustes, recortes y expansiones necesarias para llevar la obra a este nuevo formato de manera que resulte coherente y asumible.
Esta adaptación televisiva no solo se aventura en el vasto y complejo universo de las novelas, sino que también aborda los matices y las complejidades de los personajes de una profunda. En esencia, la trama de Fundación se centra en la figura de Hari Seldon, un matemático y creador de la psicohistoria, y su lucha para preservar el conocimiento humano en un imperio galáctico al borde del colapso. La serie se sumerge en los pensamientos y las motivaciones de Seldon y otros personajes atrapados en lo que parece una predicción inamovible del futuro del Universo, brindando una visión tremenda ambiciosa para narrar la historia del colapso de un imperio de escala galáctica.
Uno de los aspectos más notables de Fundación es que semejante tema se presenta con un interesante análisis de temas políticos y espirituales en un contexto futurista. La serie muestra un imperio galáctico dividido en múltiples planetas, cada uno con sus propias dinámicas políticas y culturales. Las tensiones entre el poder central y las regiones periféricas, así como las luchas de poder y la corrupción, sirven para dinamizar una narrativa rica y llena de grandes detalles en una historia salpicada de misterio y épica. Además, la serie explora la noción de La Religión de la Ciencia, una creencia que busca mantener viva la llama del conocimiento en tiempos de oscuridad, y que nunca deja de estar vigente en el diálogo social de nuestro mundo real. Y qué querés que os diga, me parece un tema interesantísimo. Todo lo que veo en esta serie me parece que ha sido puesto en pantalla con acierto, desde la interpretación de su reparto protagonista al diseño de las armas de mano pasando por la representación de sus mundos virtuales.
La política en Fundación no es simplemente un telón de fondo, sino un motor clave de la trama. Los personajes se ven atrapados en intrincados juegos de poder, y las decisiones políticas tienen un impacto directo en el destino del imperio y la supervivencia de la psicohistoria de Seldon. Este enfoque en la política como fuerza impulsora agrega capas de complejidad y realismo a la serie, lo que la distingue de muchas otras producciones de ciencia-ficción.
Alejándose de wookies y reptilianos
Fundación se distingue claramente de otras propuestas de ciencia-ficción, como Star Wars y su despreocupado enfoque en las aventuras space opera, y aunque comparten el vasto escenario del espacio, Fundación se sumerge en las complejidades políticas y sociales en lugar de centrarse en héroes y villanos carismáticos. Además, en la misma plataforma de Apple TV+, encontramos Invasión, que aborda la llegada de extraterrestres a la Tierra desde una perspectiva más tradicional de la ciencia-ficción con el tema de la invasión alienígena.
La gran escala y complejidad de la producción
La serie Fundación es una hazaña monumental en términos de producción. Los escenarios enormes y magníficos, los efectos visuales impresionantes y el diseño de vestuario espectacular transportan al espectador a un futuro lejano y deslumbrante. Y lo hace además logrando encontrar su propia personalidad en un entorno tan visualmente saturado como el de este género. Aunque algunas críticas, como la polémica opinión de The Guardian, cuestionan si el abultado presupuesto de la serie se justifica plenamente por su calidad, es innegable que la serie establece un nuevo estándar en términos de la magnitud y visión artística en la ciencia-ficción televisiva.
Cada episodio de Fundación es una muestra del tremendo trabajo realizado por su equipo de producción para recrear el universo de Asimov con un nivel de detalle asombroso. Desde la majestuosidad de Trántor, la capital del imperio, hasta los mundos periféricos, la serie captura la inmensidad y la diversidad de este futuro galáctico. El tremendo nivel además de sus efectos visuales solo refuerza la impactante experiencia que sumerge a amantes de este género, y a los lectores de Asimov, en este vasto universo.
La serie vs. las novelas: entre lo familiar y novedoso
Para los lectores veteranos de Isaac Asimov, la adaptación de Fundación puede generar un abanico de emociones. Siempre pasa en adaptaciones de este tipo, recordad Los Anillos de Poder en Prime Video y su libre inspiración en el obra de Tolkien. En este caso no hablamos de nada tan dramático. Algunos pueden considerarla una traición a la obra original, es cierto, pero creo la mayoría de lectores sabrán ver esta serie como una oportunidad para redescubrir una narrativa familiar desde una perspectiva novedosa, a la vez, que se atrae a un nuevos potenciales lectores. La serie ha realizado cambios en la trama y los personajes, pero estos cambios no necesariamente contradicen la esencia de las novelas. En cambio, ofrecen una reinterpretación que puede sorprender a los fans de la Asimov.
Entre la pausa y la acción
Fundación presenta un ritmo pausado y dialogado, donde el contexto y la reflexión son fundamentales para comprender el complejo universo creado por Asimov. Si bien esta elección narrativa ha sido aplaudida por algunos espectadores, otros han expresado su descontento y han tachado a la serie de aburrida. Yo personalmente encuentro algunas escenas de diálogos tan trepidantes como las más grandes batallas siderales, pero comprendo que hay gente que si no hay cosas explotando en la pantalla, o gente muriendo se aburran. Este contraste de opiniones revela la naturaleza polarizante de la adaptación, que busca encontrar un equilibrio entre honrar la obra original y atraer a una audiencia más amplia.
Porque al final, se trata de eso: de que esta serie la vea cuanta más gente mejor, y hay que reconocer que el material original de las novelas es complejo, y por momentos, árido. Para llegar a un público diverso, los productores de Fundación han incorporado elementos de acción y tramas de misterio y conspiración. Este enfoque recuerda a la exitosa serie Juego de Tronos, que combinaba intriga política con momentos épicos de batalla. La inclusión de estos elementos puede ser vista como un intento forzado de atraer a un público más amplio y evitar que los espectadores se desconecten debido a la naturaleza reflexiva de la serie. ¿Quién podrías culparles?
Fundación ha revivido y ampliado el legado de Isaac Asimov para una nueva generación de amantes de la ciencia-ficción. Su enfoque de magnitud cósmica en temas políticos y espirituales, su ritmo, sus personajes grandilocuentes, su épica espacial y sus intentos de equilibrar la reflexión con la acción la convierten en una obra intrigante y diversa. Ahora, cuando veo otras series de ciencia-ficción que no son Fundación noto que me falta algo. Aunque su recepción es polarizada, y es comprensible que no guste a todo el mundo, no se puede negar su impacto en el género y su posición como uno de los estrenos más destacados de la plataforma.
Ver 2 comentarios