Vivimos en una época brillante para el cine de superhéroes. Hay películas mejores o peores, pero estamos acostumbrados a cierta calidad desde que Marvel decidiera revertir algunas de las reglas del género y sentara precedente. Hasta entonces, teníamos películas sueltas, basadas en cómics, pero que se permitían toda clase de licencias y algún que otro acierto. Ese no es el caso de Batman y Robin, una cinta basada en el universo de DC que se permite toda clase de desvaríos y que rompió directamente con la línea seguida por Tim Burton con Batman y Batman Forever.
Con Joker 2 ya en marcha, ¿qué mejor momento para ahondar en el pasado de Gotham y alucinar con él? No en vano hablamos de una de las películas más surrealistas basadas en el superhéroe que se han hecho y lo mejor de todo es que podemos verla a través de HBO.
Arnold Schwarzenegger como villano
Batman y Robin recoge el testigo directo de las bien consideradas películas de Tim Burton del superhéroe de Gotham. Sin embargo, en esta ocasión sería Joel Schumacher el que se pondría a los mandos de la cinta. Aquí encontramos a un Batman que no consigue trabajar en equipo con Robin, teniendo frecuentes disputas para comprometerse con la gente que lo rodea. Así, los problemas se agravan con la aparición de Frío, Poison Ivy y Perdición, quienes buscan, cada uno a su manera, gobernar Gotham y el mundo entero.
Decir que la película tiene identidad propia es quedarse corta, ya que nada tiene que ver con sus predecesoras, usando un tono mucho más desenfadado. Tanto que nos ha regalado algunos de los momentos más impensables dentro de una historia de Batman. ¿Vosotros podrías imaginar a Arnold Schwarzenegger con bata y zapatos de osito para el frío? Aquí podéis gracias a la representación tan cómica de Mister Frío. También vemos un enfrentamiento entre villanos y héroes en forma de partido de hockey, patinaje sobre el aire, la Batarjeta...
Ni siquiera Uma Thurman como una gran Poison Ivy es capaz de salvar la poca seriedad con la que se toma la cinta a sí misma. Bane, o Perdición, aquí parece un juguete articulado, en palabras de la propia villana y no es casualidad. Para esta película se decidió usar una estética mucho más caricaturizada con el objetivo de vender objetos de colección y juguetes. Como curiosidad, la única que no reniega tanto de ella es la propia protagonista de Kill Bill, quien más bien la ve como su primer contacto con una gran producción de Hollywood.
Algo similar ocurrió con George Clooney, quien da vida a Batman en esta ocasión tras la retirada de Val Kilmer. Al contrario que Thurman, va pidiendo perdón a todo aquel que le dice que ha visto la película e incluso se rumorea que les da algo de dinero por las molestias. Sin embargo, este papel fue fundamental para lanzar su carrera y hacer de él la gran estrella que es a día de hoy.
Por contra, no todos los actores recibieron la misma buena suerte, ya que Alicia Silverstone, quien interpreta a Batgirl, fue objetivo de las críticas y las burlas por parte de la prensa y algunos compañeros principalmente debido a que durante el rodaje esta adquirió algunos kilos adicionales y varias escenas tuvieron que ser eliminadas por problemas con el traje. Sin embargo, hasta el año 2021 había sido la única aparición en una película que no fuera de animación de la superheroína.
Los chistes fuera de lugar, las escenas poco creíbles y un considerable tono histriónico hicieron que fuera directa al top 1 de las peores 50 películas de la historia de la revista Empire en el año 2010. Con todo ello, y aunque su director afirmara que hacerla fuera como "matar a un bebé", otros como Kevin Feige, presidente de Marvel, opinan que es realmente importante ya que "obligó a las principales compañías a repensar cómo se presentaban estas historias".
Sin embargo, no todo es malo, ya que incluso con estas noticias, fue la película más taquillera de Warner Bros ese año, tanto a nivel mundial como nacional. De hecho, yo os animo a verla a través de HBO en el caso de que, al igual que una servidora, disfrutéis del humor absurdo y vayáis con una perspectiva amplia. Además, para los más pequeños, es una forma de acercarlos a este personaje muy poco densa.
Batman & Robin by Arnold Schwarzenegger
En el caso de ser amantes de esta obra tan particular, sabed que podéis adquirirla en formato físico a través de Amazon por un precio asequible. Se trata de una de esas películas que amas u odias, pero todo el mundo recuerda. Cuenta con un gran elenco, pero una dirección particular, haciendo que no sea plato de buen gusto. Sin embargo, no me escondo al decir que se trata de una de mis preferidas, por lo entretenido e inverosímil de su relato. No es la mejor película de Batman, eso está claro, pero es perfecta para echarse unas risas y disfrutar de un cine desenfadado al estilo Little Nicky, pero de superhéroes. Una película que roza casi la parodia.