Una vez escuché que el ser humano se mata entre sí porque no tiene ningún enemigo al que hacerle frente. No he podido evitar recordar esa frase mientras veía Independence Day, una película de ciencia ficción del año 1996 que, si bien había escuchado nombrar mil veces, nunca había visto. Si embargo, hoy me la he encontrado mientras buscaba algo que ver en Disney Plus y he pensado que podía ser una buena ocasión. Me ha sorprendido, lo admito. Por ello, en el siguiente texto os quiero hablar de lo que me ha parecido, puesto que hay bastante que comentar.
¿Qué pasa en Independence Day?
Hasta fecha de hoy, lo único que sabía de Independence Day es que era una película de ciencia ficción en la que una raza alienígena venía a invadir la Tierra y a apoderarse de los recursos del planeta. Dado que la he escuchado nombrar mil veces, me la imaginaba como una de estas películas épicas de combates al estilo Top Gun o Armageddon. La verdad es que no iba tan desencaminada. Las últimas noticias que había tenido sobre ella era que ahora contaba con una secuela en la que participaba Liam Hemsworth, la cual tampoco he visto.
Si os estáis preguntando cómo es esto posible, os diré que nunca he sido muy proclive a ver obras en las que el ser humano cae en la desgracia. Sin ir más lejos, el director de la película, Roland Emmerich, tiene muchas de este estilo como El día de mañana o 2012, que no están en mi lista de prioridades precisamente. Entonces, ¿por qué con Independence Day sí? Os lo diré: la culpa la tiene Starfield. Sí, tal cual. Llevo tanto tiempo esperando jugar y posteriormente jugando que ahora no puedo dejar de buscar nuevo contenido de ciencia ficción para mí. Además, en algún momento tenía que hacer esta parada, así que no está mal.
Así pues, estaba yo decidida a disfrutar cada segundo de la cinta cuando empiezo a encontrar detalles que me sorprenden. No estoy diciendo que no me haya gustado la película, sí que lo ha hecho, pero la esperaba de otra forma. En primer lugar, tenía entendido que Will Smith era uno de los personajes principales y me sorprendió no verlo aparecer hasta el minuto 20. Ahí me di cuenta de que estaba ante una propuesta que tenía la lucha contra los aliens como eje central sí, pero que también se centraba en las relaciones humanas desde diferentes personajes. De una forma u otra, todos eran protagonistas y eso me gustó.
Ahora bien, el olor a patriotismo americano era evidente desde el primer momento y eso es seguramente lo que menos me ha gustado. Me explico, entiendo que la película es de 1995 y entiendo también que está hecha desde esa perspectiva en la que Estados Unidos es la salvadora del mundo. Eso hace que los aliens estén en ese país, que sean los estadounidenses los héroes aclamados y que el Presidente sea la leche. No me ha convencido, y no lo ha hecho porque hay momentos en los que se pasan con las escenas de grandeza y orgullo, sobre todo con este último personaje. Acostumbrada a obras como Guerra Mundial Z, siento que la reacciones de los personajes a veces no son realistas con tan de que quede bien en pantalla hacerse el chulo. Y no, no hablo de esa parte final en la que todos intentan lucirse de una forma u otra. Es más el hecho de sentir que esa visión ya está pasada de moda.
El Área 51
Con todo ello, y haciendo un ejercicio de entendimiento, lo cierto es que Independence Day tiene muchos puntos positivos como el hecho de que se centra en desarrollar a sus personajes y sus relaciones personales para que el acto final sea mucho más potente. Si bien su inicio es un poco más calmado en cuanto a ritmo, me gustó mucho que durante un rato la amenaza de los aliens fuera algo que estaba ahí, presente, pero invisible. De repente, llegan a la Tierra y deciden explotar La Casa Blanca, ese símbolo de poder americano, para un espectador que mira con la boca abierta lo sucedido. Es sin duda una de sus escenas más icónicas.
A ese ritmo le suceden una gran cantidad de momentos dramáticos, pero también cierto tono de aventuras que me sorprendió mucho. Salvando las distancias, a ratos esta cinta me hacía recordar a Atlantis, sobre todo en las partes del Área 51. A propósito de esto, el productor de la película, Dean Devlin, comentó que esta gozaba del apoyo del ejército, permitiendo que grabaran en sus bases hasta que se enteraron de que se hacían referentes a esta zona tan secreta de América.
En todo caso, me parecía una parada obligatoria y he disfrutado de sus más de 2 horas de duración. Es verdad que siento que la he visto en la época equivocada y que eso ha hecho que, inevitablemente, no conecte tanto con el tipo de épica que propone. Por otra parte, también siento que a nivel de efectos especiales y CGI ha envejecido bastante. Todas las partes de enfrentamientos aéreos y demás se sienten bastante irreales, lo cual me sorprende, porque he visto cintas más antiguas que se defendían mejor en este aspecto. Con ello, entiendo que en su día la propuesta fue potente y arriesgada y que ahora lo que veo son las costuras del paso del tiempo. Ahora me toca ver Independence Day: Resurgence.
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