Me he liquidado de dos patadas esta mezcla de John Wick con Succession que acaban de estrenar en Netflix

Me he liquidado de dos patadas esta mezcla de John Wick con Succession que acaban de estrenar en Netflix

Sin Piedad para Nadie se convierta en una de las propuestas más brutas y adictivas del catálogo actual de Netflix

2 comentarios Facebook Twitter Flipboard E-mail
Sin Piedad Para Nadie 0
chema-mansilla

Chema Mansilla

Editor - Cine y TV

Sin Piedad para Nadie es una de esas series que te llegan recomendadas y que, en condiciones normales, probablemente no vería. Porque hay tantas cosas pendientes, tanto contenido por consumir, que uno se vuelve selectivo aunque no quiera. Pero a veces hay que hacer caso a las amistades, que para eso están, además de para recordarte tus peores decisiones. Y lo cierto es que con Sin Piedad para Nadie acertaron. Porque me enganchó desde el primer momento y me la zampé en dos sentadas. Mejor: en dos patadas.

Otro webtoon que lo peta más allá del anime

Que Solo Leveling no es el único fenómeno surgido del mundo del webtoon es algo que ya sabíamos los que llevamos tiempo curioseando por esa cantera de historias. Lo que pasa es que ahora Netflix también se ha dado cuenta y ha puesto toda la carne en el asador con Sin Piedad para Nadie (Gwang-jang, en coreano; Mercy for None, en su versión internacional), una adaptación del webtoon de Oh Se-hyung y Kim Kyun-tae que ha llegado en formato serie de acción surcoreana para dar un puñetazo encima de la mesa. O más bien, una paliza en un pasillo.

En su salto del papel (o del scroll, más bien) a la pantalla, la historia no ha perdido fuerza. Todo lo contrario. Choi Sung-eun en la dirección y Yoo Ki-seong al guion han conseguido que Sin Piedad para Nadie se convierta en una de las propuestas más brutas y adictivas del catálogo actual de Netflix.

Sin Piedad Para Nadie 1

La importancia de que te siente bien un traje: Cuando Succession se cruza con John Wick

No podía dejar de pensar que esta serie es como una improbable mezcla entre Succession y John Wick. Por un lado, tenemos el drama familiar lleno de traiciones, juegos de poder empresarial y ambición sin escrúpulos; por el otro, acción descacharrante y mitología criminal. Solo que aquí, en vez de trajes de diseño y pistolas, hay trajes de diseño bates de baseball.

Sin Piedad para Nadie se convierta en una de las propuestas más brutas y adictivas del catálogo actual de Netflix

La historia arranca con Nam Ki-joon (interpretado por So Ji-sub), un exmiembro de una organización criminal que se retiró once años atrás tras cortarse el tendón de Aquiles. Y sí, lo hizo para evidenciar al resto de miembros de los sindicatos del crimen que dejaba de ser una amenaza. Spoiler: no. Ahora regresa del retiro tras la misteriosa muerte de su hermano Gi-seok, que había escalado hasta lo más alto del organigrama mafioso. Lo que empieza como una investigación personal, pronto se convierte en una venganza de esas a golpe de tollinas de todos los colores que tanto nos gustan.

Si lo que buscas es acción, estás en el lugar adecuado. Pero cuidado, porque no hablamos de acción al estilo hollywoodiense con acrobacias imposibles y peleas coreografiadas al milímetro. No. Aquí las peleas son crudas, sucias, dolorosas. Tal y como apunta Borja Crespo en Las Provincias, hay algo casi físico en el estallido de agresividad que despliega la serie. La escena del bate en el pasillo va camino de convertirse en una secuencia icónica para los amantes de la acción, a la altura del legendario plano secuencia de Old Boy o de Daredevil.

Sin Piedad Para Nadie 3

Mafias, códigos de honor, traiciones, protagonistas rotos y villanos carismáticos

La serie no es perfecta, claro. Por ejemplo, algunos secundarios resultan realmente flojos. Aun así, el conjunto funciona, porque el ritmo no decae y la tensión se mantiene constante durante los siete episodios. Aunque las peleas es lo que te vende la serie, lo que realmente da empaque a la historia es el entramado criminal que se despliega detrás. Hay todo un universo narrativo en este submundo criminal, con sus códigos y reglas, con bandas que se comportan más como multinacionales que como mafias callejeras.

Sin sus tremendas secuencias de acción la serie también sería interesante

Como bien señala Ángel S. Harguindey en El País, esta violencia casi ritual y el desprecio por los matices emocionales convierten a Sin Piedad para Nadie en una serie hipnótica que bebe del western y que lo amolda a los cánones modernos del cine de artes marciales. El subtexto, que lo hay, queda enterrado bajo montañas de contusiones y miembros dislocados. Es una pena, la verdad, porque sin sus tremendas secuencias de acción la serie también sería interesante. Pero lo que transmite es claro: en este mundo nadie está a salvo, y que las reglas son reglas por ellas, que sin ellas no somos más que animales.

Sin Piedad Para Nadie 4

Visualmente impactante, emocionalmente demoledora

So Ji-sub brilla como un Nam Ki-joon que no es un héroe, pero tampoco un antihéroe. Es solo un hombre triste que cojea y que ya no tiene nada que perder. Cada combate no parece tanto un acto de violencia como una forma de mantenerse con vida. Hay una tristeza en su mirada que desarma, incluso cuando está rompiendo costillas a puñetazo limpio.

Como toda buena historia de venganza, en el fondo no trata de castigar al culpable, sino de lidiar con lo que uno lleva dentro

El personaje se mueve sobre un escenario muy cuidado. La fotografía juega con luces de neón y contrastes brutales, dándole ese toque estilizado tan característico del noir coreano. El diseño de sonido es simplemente espectacular, lástima que con el doblaje se pierda cierta naturalidad, pero bueno, intenté verla en versión original y fue una experiencia complicada. en cualquier caso la serie tiene un nivel técnico muy bueno, algo que os confieso no esperaba. Y aunque Sin Piedad para Nadie no reinventa el género de la venganza, sí logra llevarlo a su terreno y hacer un aporte personal a nivel de identidad, lo que no es sencillo en un género tan trillado.

No es solo una serie de peleas. Es una reflexión brutal sobre la culpa, el pasado y el peso de las decisiones. Como toda buena historia de venganza, en el fondo no trata de castigar al culpable, sino de lidiar con lo que uno lleva dentro. Sin Piedad para Nadie está disponible en Netflix, y si te gusta el buen thriller coreano, el drama familiar con cuchillos en la espalda y mamporros bien dados en la cara… ya estás tardando.

En 3DJuegos | No es ni de lejos la película que esperaba ver: 28 años después me parece tremenda. Salvo por 50 segundos terribles del final

En 3DJuegos | Muchos me dirán que es un sacrilegio, pero ahora no me quito de la cabeza esta manera de ver mi clásico de ciencia ficción preferido

En 3DJuegos | La versión original de Star Wars de hace 47 años es horrible, George Lucas ha terminado de convencernos de que tiene razón