Hablábamos hace unas semanas de cómo Netflix tenía un arma secreta para sobrevivir mejor al temporal de la huelga de guionistas de Hollywood, su incontables acuerdos de producción a lo largo y ancho del mundo. La ficción española y latinoamericana ha demostrado ser ya un recurso valioso, pero también la surcoreana, con éxitos incuestionables como El juego del calamar.
No obstante, es precisamente este hito el que ahora ha asaltado las páginas de la prensa estadounidense como un ejemplo de todo lo que está mal con la irrupción de los servicios de vídeo bajo demanda por suscripción. Según un informe de LA Times, El juego del calamar hizo crecer el valor interno de Netflix en unos 900 millones de dólares, una auténtica barbaridad del que Hwang Dong-hyuk, su director y guionista, apenas recibió ganancias más allá de la fama mundial.
Una serie muy barata para el éxito que fue
"No soy tan rico. Tengo suficiente para poner comida en la mesa. Netflix me pagó de acuerdo con el contrato original", explicó Hwang en una charla de The Guardian de finales de 2021, dejando perplejo al reportero teniendo en cuenta los logros cosechados por el programa. No es para menos. Con un presupuesto de 21,4 millones de dólares, muy lejos de las cifras manejadas para The Witcher, El juego del calamar fue visto por más de 130 millones de hogares, generado 891,1 millones de dólares en valor de impacto, una métrica que la compañía usa para evaluar el desempeño de los programas individuales de acuerdo a Bloomberg.
La noticia es vieja, pero ha servido a LA Times para recordar al difícil panorama que se enfrenta también los guionistas de éxitos para Netflix fuera de EE.UU., que parecen no recibir por norma general pago residuales por su trabajo.
"Al principio fue emocionante pensar que personas de todo el mundo podrían estar viendo mi programa. Pero ahora digo, '¿y qué?'"
Evidentemente, nadie obligó a Hwang a firmar un acuerdo tan poco ventajoso con Netflix, pero la situación de quedar tan poco protegido no hubiera sido posible en Hollywood, motivo por el cuál en Corea del Sur se empiezan a preguntar sino deberían de empezar a exigir a la plataforma un mayor pago por sus servicios. "Al principio me resultó muy emocionante pensar que personas de todo el mundo podrían estar viendo mi programa", explica a LA Time el guionista de un popular drama de Netflix. "Pero ahora me digo, '¿Y qué?' No estoy sacando nada de eso'".
Los pagos residuales y Netflix
Todo este tema del cálculo de pagos residuales adecuados en Netflix y otros servicios de transmisión de Estados Unidos es un tema central de la huelga de guionistas de Hollywood, como recuerdan en LA Times. ¿Y en Corea del Sur? Según explica el citado medio, en el país asiático las cadenas de televisión han pagado de acuerdo a tarifas establecidas por una asociación con la que la compañía de la gran N roja no tiene acuerdo alguno. En su lugar, los guionistas reciben su dinero por adelantado, con tasas que comienzan en cerca de 30.000 dólares y pueden llegar a 150.000 dólares, pero dado el lento ritmo de desarrollo para un programa, un escritor generalmente tiene que vivir con eso durante años.
Y esto sin hablar del sentimiento de sentirse explotados de muchos de los preguntados por LA Times para la elaboración de su reportaje. Desde Netflix se defienden asegurando que pagan tarifas justas y altamente competitivas a sus creadores en Corea del Sur, estableciendo estándares altos a sus socios de producción, que cumplen e incluso superan lo que exige la ley nacional. "Nuestras inversiones han creado empleo para miles de personas a nivel local y nuestros programas de capacitación ayudan a desarrollar la próxima generación de talento coreano tanto detrás como frente a la cámara", aseguró la compañía.
Fuente | LA Times / IGN / Espinof
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