La Inteligencia Artificial es una tecnología que ha llegado para quedarse y que en muy pocos años va a revolucionar todos los aspectos sociales de nuestras vidas, desde el trabajo al entretenimiento. Una de las industrias que más va a verse afectada, en esas dos facetas, es la cinematográfica: la película Maharaja in Denims ha marcado un hito al convertirse en la primera producción completamente generada por IA. Esta iniciativa, creada por la startup Intelliflicks Studios con sede en India, ha generado mucho revuelo no solo por su innovación tecnológica, sino también por las preguntas éticas y morales que plantea sobre el futuro del cine.
La trama de la película, una adaptación del bestseller de Khushwant Singh, sigue la vida de un joven que revive sus vidas pasadas, abarcando diferentes épocas históricas. Lo más llamativo es que, a excepción del guion, todos los elementos de la producción, todo lo que aparecerá en pantalla, desde los personajes hasta las localizaciones, son generados por algoritmos de inteligencia artificial. Este enfoque ha despertado el interés de la comunidad cinematográfica y del público en general, pero también ha generado fuertes críticas.
Bordeando la ilegalidad
El CEO de Intelliflicks Studios, Gurdeep Singh Pall, destacó que este proyecto representa un momento histórico en la fusión de inteligencia artificial y arte cinematográfico. Se espera que la película se estrene en 2025, convirtiéndose en una producción pionera en una nueva era del cine. Y aunque la hazaña técnica es innegable, el proyecto plantea preocupaciones éticas y morales que han generado debates intensos en redes sociales. La primera pregunta, tal vez la más evidente, es la de si los espectadores estarán dispuestos a pagar una entrada de cine para ver un producto de semejante calidad. El segundo tema de importancia se centra en la defensa de los derechos intelectuales de autores y artistas, especialmente cuando la IA se convierte en una herramienta central en el proceso creativo.
Las IA generativas crean contenidos, como imágenes y textos, a partir de una frase de entrada. Lo hacen usando bases de datos compuestas por millones de imágenes y fuentes, que les sirven para entrenar redes neuronales artificiales. Estas redes aprenden los patrones y características de las obras existentes, por desgracia multitud de usuarios y desarrolladores han encontrado en esta herramienta una manera de aprovecharse del trabajo legítimo de autores y creadores del todo el mundo, sin su consentimiento y vulnerando los derechos de autor y la propiedad intelectual. De manera muy simple, es como hacer que Miyazaki realizara una versión de tu película favorita sin pagarle ni un solo yen a Miyazaki, a pesar de que el software ha utilizado toda la obra de Miyazaki sin su consentimiento. Seguro que has visto algunos ejemplos parecidos en redes sociales en los últimos meses.
Tal como explica el New York Times, se trata de un debate muy candente que aspira a que los diferentes órganos de gobierno legislen de manera que este tipo de mal uso de las IA sea regulado y controlado. El artículo del New York Times explica cómo la IA puede generar contenidos que imitan o se inspiran en las obras de otros creadores, pero que no son idénticos ni equivalentes a ellas, si bien se ha demostrado que algunos de estos programas utilizan fuentes en sus bases de datos sin el consentimiento de sus creadores o propietarios legales. Uno de los ejemplos más notorios de este tipo de conflictos legales y morales tiene como protagonista al autor de la saga Canción de Hielo y Fuego, George RR Martin, quien ha demandado a la compañía detrás del software de inteligencia artificial ChatGPT argumentando que violó sus derechos de autor para entrenar al sistema utilizando sus libros sin permiso.
Poniendo en peligro los derechos
El uso de la inteligencia artificial en la industria del cine también ha sido un tema candente en Hollywood, donde recientes protestas de actores y guionistas han destacado las preocupaciones sobre el posible reemplazo de empleos humanos por este tipo tecnología. La inteligencia artificial, al ofrecer soluciones más económicas, plantea la amenaza de una producción masiva que priorizaría la eficiencia económica sobre la calidad artística.
Gurdeep Singh Pall, que ha trabajado como especialista en IA para Microsoft, ha tratado varias veces estos temas argumentando que la reinternación de la fuerza laboral será esencial a medida que la inteligencia artificial asuma tareas rutinarias. Sin embargo, estas afirmaciones no han disipado por completo las preocupaciones sobre posibles pérdidas de empleo y el impacto en la calidad del trabajo y su abaratamiento.
Volviendo al ejemplo concreto del cine, será necesario encontrar un equilibrio entre la eficiencia que aporta la inteligencia artificial y su tremendo potencial y la preservación de la esencia artística y la ética en la industria cinematográfica. Las recientes protestas en Hollywood subrayan la necesidad de establecer límites y regulaciones para salvaguardar los derechos de los profesionales del cine y mantener la integridad del arte.
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