Uno de los mayores temores relacionados con la inteligencia artificial es la posibilidad de suplantar la identidad de cualquier persona. Ya sea a través de la voz, como hemos visto en casos relacionados con secuestros falsos, o con imágenes, un aspecto cada vez más común, muchas personas temen las consecuencias que puedan llegar a tener este tipo de acciones por lo realistas que son. Por desgracia, la última víctima de estas falsificaciones ha sido la artista Taylor Swift, quién ya está pensando en tomar las medidas legales pertinentes.
Como recoge el portal The Verge, la semana pasada se viralizaron varias imágenes de índole sexual de la cantante y actriz en distintas redes sociales como X, Instagram o Threads. Sin embargo, todas ellas eran fruto de la inteligencia artificial, una situación que ya vivió Rosalía unos meses atrás y que han tenido que enfrentar distintas artistas desde la popularización de estas herramientas. Por ello, las plataformas han tomado medidas para frenar la repercusión de estas imágenes, y X (antes conocida como Twitter) ha sido la más radical al respecto.
Las búsquedas de Taylor Swift no arrojan resultados
Como señala la información del portal norteamericano, Joe Benarroch (director de negocios de X) reveló que, si buscas términos como “Taylor Swift” o “Taylor Swift AI”, no obtendrás ningún resultado. Así, Benarroch revela que es “una medida temporal destinada a dar prioridad a la seguridad”. Además, también aseguró que están trabajando en “eliminar activamente todas las imágenes identificadas”, ya que este tipo de publicaciones no solo vejan el honor de Swift, sino que también van en contra de las políticas de las redes sociales: la pornografía está consentida, pero la distribución de desnudos no consentidos y/o manipulados no.
Por desgracia para la artista, las redes sociales se han llenado de este tipo de publicaciones falsas. Unos meses atrás, el actual Papa vivió una situación similar, pero en su caso las imágenes mostraban al pontífice en situaciones variopintas como una discoteca o un partido de baloncesto. Sea como fuere, esta situación demuestra que la inteligencia artificial aún supone un peligro en algunos aspectos, ya que es posible realizar imágenes muy explícitas de cualquier persona sin que esta tenga la posibilidad de evitarlo.
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