Cuando pienso en una película independiente, el primer ejemplo que me viene a la cabeza es el de Clerks. Aquel filme centrado en las vidas de dos dependientes de una tienda de conveniencia y un videoclub, Dante Hicks y Randal Graves, y en sus excéntricos clientes llegó de la nada y se convirtió, con el paso del tiempo, y gracias al boca a boca y los primeros años de internet, en una cinta de culto para toda una generación. Sin embargo, el proyecto pudo haber naufragado nada más empezar, según ha recordado su director, Kevin Smith, en una entrevista.
Y es que, según explica el también creador de Masters del Universo: Revolutions, la primera vez que fueron a buscar un distribuidor para el largometraje en el Independent Feature Film Market (IFFM) y proyectaron la película, nadie asistió a la sala de exhibición. Dejemos mejor que os lo cuente él mismo con sus propias palabras, porque no deja de ser una simpática historia de no rendirte y buscar tus sueños como director cuando estás convencido de tener una buena historia que contar, capaz de resonar en la vida de miles (y millones) de espectadores:
Después de tras terminar de hacer Clerks, que pagué con tarjetas de crédito por 27.575 dólares, decidí ir hasta un evento crucial: el Independent Feature Film Marketplace (IFFM). No era el Festival de Sundance, sino un mercado diseñado para reunir al mayor número posible de compradores y prensa para ver la peli. Su objetivo principal eran las ventas, no la exhibición. Pero cuando llegamos al Angelika Film Center, la sala estaba vacía. No había que no hubiera trabajado en ella. Tras los primeros minutos me invadió una avalancha de pensamientos muy negativos: '¿Por qué hice esto? (...) ¿En qué estaba pensando?'. Tuve una especie de colapso allí mismo, en la sala. Sin embargo, unos quince minutos después, logré reenfocarme. Me dije: "Hace dos años y medio, estabas sentado en este mismo cine viendo 'Slacker' de Richard Linklater, sin la menor idea de convertirte en cineasta. Y aquí estás, dos años y medio después, viendo tu propia peli en esta sala. Sí, no se llenó como esperabas, pero lo lograste".
Entonces sucedió el milagro en Sundance
Smith se fue así convencido de que había obrado bien al hacerlo... pero con una gran deuda que enfrentar. El director se dijo a sí mismo que iba a coger todos los trabajos como le fuera posible para pagarla y, después, volver a intentar esto una vez más. Afortunadamente, Clerks fue seleccionada y comprada en Sundance, lo que le permitió no solo saldar su deuda, sino también iniciar una exitosa carrera en cine, televisión así como en cómics. Y Clerks, bueno, tuvo sus dos secuelas.
Clerks II.
"Es mejor que lo intenten. Es mejor que hagan lo que sueñan hacer, por el amor de Dios", comenta Kevin Smith en declaraciones a Big Think. "Siento que, para llegar a donde uno se propone, se necesita un poco de sinrazón razonable. No como: 'Eh, me voy a tirar de un edificio y voy a volar sin un jetpack'. Eso no tiene nada de razonable. Una cantidad razonable es simplemente pensar: "Sabes, ¿por qué no yo?", comentaba el cineasta explicando cómo se metió a hacer Clerks tras quedar impresionado al ver Slacker, film dirigida por Richard Linklater.
Clerks se puede ver en servicios de alquiler y, como decíamos antes, narra las pequeñas miserias y alegrías de la vida laboral de un par de dependientes con el que seguramente se sintió identificado una gran parte de la audiencia, pero también fue muy querida por conversaciones mordaces y llenas de referencias a la cultura pop (¿recuerdas la discusión Star Wars. vs. El Señor de los Anillos de la dos?). La peli funcionó muy bien a nivel comercial y recuperó con creces toda su inversión y sus protagonistas, Dante Hicks y Randal Graves, forman ya parte de la historia del cine. Clerks 2 y 3 se hicieron con varios millones de dólares cada una. Pero todo empezó con un sueño y una deuda exacta de 27.575 dólares.
Ver 0 comentarios