Podemos decir que este 2023 ha confirmado que las adaptaciones de videojuegos también pueden dar muchas alegrías tanto a los jugadores como a otro tipo de público. Primero The Last of Us, con una adaptación para televisión tan desgarradora como el desarrollo de Naughty Dog en el que se basa, y después Super Mario Bros. La película, con una cinta de animación tanto o más divertida que echar una partida a alguna de sus aventuras en consolas.
Esa "maldición" a la que muchos temimos durante años parece ser historia, o eso al menos considera Chad Stahelski, director de John Wick: Chapter 4 y la próxima Ghost of Tsushima de PlayStation Productions, pero no hace mucho veíamos descarrilar a proyectos que tenían todo para triunfar, con un presupuesto y un equipo creativo detrás a la altura de su misión. Ejemplos hay muchos, pero hubo un caso que a mí, ilusionado como nunca, me marcó especialmente.
Estoy hablando de Assassin's Creed. Tras varios años de negociaciones, y tras un rodaje del que no trascendió problemas y en el que tuvo protagonismo España, la película se estrenó en 2016 con un resultado apabullantemente negativo entre la prensa especializada, y esta vez sí que no hubo brecha alguna con los espectadores. Solo un 19% de los críticos recogidos en Rotten Tomatoes recomendaron comprar una entrada para verla, mientras en IMDB su valoración media a día de hoy, después de 202.000 votos, es de 5,6/10.
Michael Fassbender no estuvo del todo mal.
Cuando vemos el reparto de Assassin's Creed encontramos a actores implicados en cintas aclamadas habitualmente por la crítica, desde su protagonista, Michael Fassbender, a Marion Cotillard pasando por Jeremy Irons, Brendan Gleeson, Michael K. Williams y actores patrios como Javier Gutiérrez y Carlos Bardem. No menos prometedor resultaba el director encargado del proyecto, que venía de firmar una soberbia Macbeth con parte del elenco antes mencionado. Así, nos encontramos ante una producción con un cast de nivel, un cineasta que lo había bordado adaptando una obra de Shakespeare y un presupuesto más que suficiente para recrear todo este mundo de ambientación histórica.
De hecho, un ejemplo. Se dice que los trajes de cada assassin tardaron de entre dos y tres meses en fabricarse, siento todos ellos hechos a mano. Había un gran mimo también en su diseño de producción. Pero nada pudo salvar el film del desastre. Lo tenía todo para ser la mejor película basada en un videojuego, pero una vez la maldición hizo acto de presencia. ¿Por qué falló? Motivos hay de sobra, pero hay tres que para mí fueron muy evidentes.
I. Todo era muy oscuro y lento
No, no me lo echéis en cara. Una de mis películas recientes más aplaudidas fue El último duelo, de Ridley Scott. Adoro las películas que buscan tomarse su tiempo, y me encanta representar a la primera mitad del pasado milenio como un periodo sombrío de nuestra historia, pero Assassins Creed es una IP que se hizo muy querida entre los jugadores tanto por sus momentos para el sigilo como por su secuencias de parkour donde había poco momento para aburrirse, y eso que tenías patearte mapas enteros para ir de una misión a otra. Por si fuera poco, su fotografía no me hizo tilín, y eso que Macbeth me atrapó, con uno tintes amarillos que dominaban la España del siglo XVI del film. Mientras la veía, sentía que Assassin's Creed se esforzaba por darnos una película "fea".
¿Por qué tanto amarillo?
II. Excesivo protagonismo del presente
Quien haya jugado a la saga desde sus inicios, ya sabrá que los juegos incluían una pequeña parte de su trama en el "presente", protagonizada por Desmond Miles hasta Assassin's Creed 3. Sin embargo, el grueso de la historia era un viaje al pasado, permitiendo al jugador hacer, en cierta forma, turismo por una época clave del pasado como el renacimiento en los tiempos de Leonardo da Vinci en Assassin's Creed II. El presente era así más un complemento, que justificaba todo lo demás, que el protagonista en sí de la narrativa. Todo lo contrario en la película, donde constantemente se interrumpía el ritmo del metraje con unos personajes con los que nunca llegué a conectar. En solo uno de mis siete clicks haciendo este reportaje me encontré con una escena en el pasado.
Un reparto de lujo... en el presente.
III. Parece querer huir del videojuego
Dada la IP con la que nos encontramos, veo perfectamente adecuado que sus responsables optaran por presentar un nuevo personaje, Aguilar de Nerja, en vez de optar por hacer una adaptación a la gran pantalla de Ezio Auditore, aunque tampoco me habría importado. Sin embargo, no entiendo por qué querer alejarse tanto en lo demás, de querer meter referencias más claras para los fans. Si no fuera por la mención al Animus y Abstergo, esta película bien podría haber sido una cinta más de viajares en el tiempo. Tanto The Last of Us como Super Mario Bros. La película han conseguido hacerse con el cariño de los fans por esos pequeños guiños a su pasado como videojuego. Hasta la infame Doom con The Rock me hacía sentir más parte de un videojuego.
Al menos hubo salto de fe.
Y para ti, ¿qué es lo más te sacó de la película? No quiero que este tema solo sea usado para machacar, porque como digo al principio había valores de producción para haber hecho algo mejor, y cuando se centra en la acción nos deja algunas estampas interesantes. Pero el resultado final de la propuesta es insuficiente.
Ahora sabemos que Netflix cogerá el testigo de New Regency y 20th Century Studios, aunque por ahora no hay muchas noticias. Esperemos, no obstante, que se tome buena nota de los fallos del largometraje y los aciertos de otras adaptaciones, porque Asasssin's Creed tiene potencial para ser una saga de enorme éxito en acción real tal como lo fue y lo sigue siendo en videojuegos.
Assassin's Creed, por cierto, forma parte del catálogo de Disney+ como producción de 20th Century Studios que es. También puede verse en Prime Video.
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