En el superpoblado género de la ciencia ficción cinematográfica, pocas veces nos encontramos con una obra que logra no solo entretener, sino también hacernos reflexionar sobre los grandes dilemas de nuestro tiempo. The Creator, el nuevo gran proyecto personal de Gareth Edwards (Rogue One) emerge como una película que no solo cumple con el cometido de cautivar al espectador en el sentido más amplio de la palabra, sino que también le invita a sumergirse en un profundo viaje de introspección que enamore a los enamorados ya no de la ciencia ficción, si no de ese subgénero tan fascinante que es el cyberpunk.
En un mundo donde las IA se multiplican y se debaten cuestiones que van desde la conservación de nuestros empleos hasta nuestras libertades sociales, The Creator se convierte en una reflexión sobre estas inquietantes interrogantes. Es inevitable, al sumergirse en la complejidad de The Creator, que surjan preguntas y dudas profundas. Me encuentro cuestionando si este film podría ser una defensa encubierta de la inteligencia artificial y su inminente integración en todos los aspectos de nuestra sociedad. ¿Será posible que detrás de este mensaje de aceptación y colaboración entre humanos y máquinas existan intereses ocultos? ¿Podría haber fuerzas que buscan facilitar la implantación de esta tecnología en un esquema social que, entre otras cosas, busca abaratar el trabajo y dirigir tanto las opiniones como la información disponible?
Tal vez estas reflexiones suenen conspiratorias y sesgadas, producto de la preocupación de un picateclas profesional que vislumbra el riesgo de que los empleos de su gremio se vean amenazados en un futuro no muy lejano. Sin embargo, no podemos evitar plantear estas inquietudes mientras exploramos el provocativo universo de The Creator porque son una realidad social. La proliferación de la IA y su impacto en nuestra sociedad son temas candentes, y esta película es un interesante intento de explorarlos, si bien, la pregunta principal es, una vez más, "¿qué es ser humano?"
A Gareth Edwards le falta pegada
Para comprender la magnitud de The Creator, es necesario echar un vistazo a la carrera del director Gareth Edwards. Tras su destacado debut con la película de ciencia ficción de bajo presupuesto Monsters en 2010, Edwards demostró ser un talento emergente en el género, lo que le llevó a colaborar con los gigantes de la industria en proyectos como Godzilla en 2014 y Rogue One: Una historia de Star Wars en 2016. Aunque estas películas no carecían de impacto visual y espectacularidad, algunos argumentaron que Edwards parecía perder su voz en medio del ruido de los grandes estudios.
Con The Creator, creo que Edwards tampoco logra encontrar su propia voz, tal vez perdida en un homenaje a los maestros del cine como Steven Spielberg y ese referente directo de esta película que es I.A. Inteligencia Artificial, cuyas huellas se ven están en todas partes en esta nueva producción. La influencia de otras obras maestras del género como Blade Runner, que se deja sentir desde los primeros compases de la película, hasta conexiones con Apocalypse Now o District 9, hacen de The Creator una amalgama de referencias que, aunque interesante, termina siendo anecdótica por culpa de una trama previsible que llega completamente agotada al último tercio de la película.
Un universo rico y original
Sin embargo, donde The Creator brilla con una luminosidad indiscutible es en la creación de su universo. Su world building es sobresaliente, con una serie de conceptos e ideas que abruman, impresionan y cautivan al espectador. En muchos sentidos, esta búsqueda de una identidad única y memorable recuerda los esfuerzos pioneros de George Lucas en la primera película de Star Wars y la capacidad de Gareth Edwards para hacerlo en Rogue One antes de que el timón narrativo cambiara de manos. El mundo de The Creator es un festín visual que se nutre de influencias del anime, el cómic (rozando el plagio con Descender, de Jeff Lemire y Dustin Nguyen a la cabeza), los videojuegos e incluso el arte de ilustradores como of Simon Stålenhag o Joseph Cross.
The Creator nos lleva a un futuro donde se libra una guerra entre la humanidad y la inteligencia artificial, Joshua, un antiguo agente de fuerzas especiales, es reclutado para rastrear y eliminar al Creador, el esquivo arquitecto de la IA avanzada, del que se sospecha desarrollado un arma que amenaza con e poner fin a la guerra y a toda la humanidad. Mientras Joshua y su equipo de operativos de élite se aventuran en territorio enemigo, pronto descubren que el arma que podría destruir el mundo es en realidad una IA en forma de una niña pequeña, Alphie.
Madeleine Yuna Voyles como Alphie
Maravillosos actores (casi) desconocidos
El reparto de The Creator aunque carente de grandes nombres famosos, está encabezado por un competente John David Washington, una siempre correcta (aunque peligrosamente encasillada en el papel) Gemma Chan y una sólida secundarios que elevan la calidad de la película. Sin embargo, el verdadero punto culminante es la actuación de la joven Madeleine Yuna Voyles, quien roba la escena con su naturalidad y humanidad, demostrando una profundidad emocional y una presencia en pantalla impresionantes. Además, el reparto cuenta con algunos de mis profesionales del reparto preferidos, como Allison Janney, Ken Watanabe y Amar Chadha-Patel.
No se puede hablar de The Creator sin mencionar la contribución de Hans Zimmer a la película, más que nada, porque no parece Hans Zimmer de lo contenido que se muestra su orquestación. El talento del compositor se hace evidente en la magnífica partitura que acompaña la película, dejándola respirar allí donde en otras películas como Dune o El Hombre de Acero amenaza con merendarse el metraje. La música de Zimmer refuerza cada escena, añadiendo capas de emoción a la historia sin sacarte de ella. Es cierto que en esta ocasión no parece haber ningún tema especialmente memorable que el espectador no pueda sacarse de la cabeza una vez termina la película, pero en general su trabajo contribuyendo significativamente al impacto general de la película. Juego en equipo.
Una propuesta interesante pero insuficiente en el género
En un momento de saturación de franquicias y secuelas, The Creator destaca como una propuesta superior, más ambiciosa que las demás. Y a diferencia de producciones recientes como Chappie, que también tenían un punto de partida similar, esta película logra capturar la esencia del cyberpunk de manera magistral. En muchos sentidos, podría deciros que es la propuesta más interesante en el género desde Ghost in the Shell 2: Innocence, y de ese estreno hace ya casi una década. A pesar de la competencia de obras notables como Blade Runner 2049, la creatividad y visión de The Creator la posicionan como una de las películas visualmente más impresionantes de la década.
The Creator presenta un mundo tan rico y sugerente que pide a gritos una mayor exploración. Ya sea a través de secuelas o una serie, este universo tiene un potencial inmenso que merece ser desarrollado más a fondo. Pero si bien la película destaca en el diseño visual y la construcción del mundo, Gareth Edwards podría haber aprovechado la oportunidad de rematar con una historia menos convencional, en lugar de depender en exceso de las fórmulas narrativas y emocionales de otros cineastas, como Steven Spielberg o cine más reciente de James Cameron.
A pesar de la azucarada moralina con la que se salda The Creator, es una película que nos desafía a pensar en el futuro de la inteligencia artificial y sus implicaciones en la sociedad. Que no son pocas y que ya estamos viviendo en nuestra rutinas diarias. Puede que no tengamos todas las respuestas, pero esta película nos anima a mantener un diálogo necesario sobre estos temas cruciales. De eso trata al final la ciencia ficción y las buenas historias en general, ¿verdad? De pensar y de dudar.
La incertidumbre y la reflexión son elementos que hacen que The Creator resulte actual, interesante y válida, independientemente de las respuestas que pueda sugerir. Más allá del conflicto que sirve de escenario a la trama, y que me parece lo más interesante de la película, la historia principal es una nueva adición a los temas sobre la naturaleza de eso que convenimos en llamar alma, sea lo que sea, si bien en ese sentido suma más bien poquito a todo lo que la cultura pop en general, y el cine en concreto, ya ha dicho sobre el tema.
Con todo, y por desgracia, The Creator se queda a las puertas de la genialidad. Eso no quiere decir que sea una propuesta totalmente disfrutable y entretenida, pero viendo sobre la mesa todas piezas de las que disponía Edwards para tratar esta historia, no puedo evitar la sensación de que podría haber hecho mucho más por evitar contarme "lo de siempre como siempre". A pesar de su cautivadora construcción de mundo, su enfoque narrativo predecible y tradicionalista le impide alcanzar todo su potencial. Sin embargo, valoro la invitación a la reflexión sobre los desafíos de nuestro tiempo. Cualquier excusa es buena para eso, de ahí que The Creator sea una experiencia cinematográfica que merece la atención de los amantes del cine y la ciencia ficción.
En 3Djuegos | Hay un easter egg de Cyberpunk 2077 y The Witcher 3 que aún nadie ha descifrado, pero trae de cabeza a su comunidad
En 3Djuegos | Subidón increíble de Cyberpunk 2077 en jugadores en Steam después de que la Actualización 2.0 haya llegado gratis
Ver 4 comentarios