Estudiamos las causas por las que la compañía no deja de cerrar proyectos, y especialmente el caso de Stadia.
"Los jugadores continuarán teniendo acceso a su biblioteca de juegos y jugar hasta el 18 de enero de 2023, así pueden completar las sesiones finales de juego. Esperamos que la mayoría de reembolsos se completen para mediados de enero de 2023". Esto es lo que dijo ayer Phil Harrison, vicepresidente y mánager general de Stadia, en un comunicado en el que se informaba del cierre de su plataforma de juego en la nube.
274 son los proyectos, servicios o apps que ha matado Google hasta la fecha. Si entras en Killed by Google lo verás claramente, pero es desalentador. Puede resultar frívolo hablar de este tema con el cadáver de Stadia aún caliente, especialmente cuando hoy nos enteramos de que la inmensa mayoría de los desarrolladores que estaban trabajando en juegos o versiones para la plataforma no estaban enterados. Pero para 2022 estaban planteados cinco cierres y llevamos 12 (el de la plataforma de juego se va para 2023).
¿Qué le pasa a Google? ¿Empieza demasiadas cosas que luego no termina? ¿Tiene malas ideas? ¿Acaso es aries y le puede la impulsividad? Está claro que la compañía ya no se puede quitar de encima su fama homicida, pero en lo que se asientan las cosas con Stadia, necesitamos pararnos un momento a estudiar de dónde viene esto, tanto en lo que respecta a su propia tradición como al proyecto Stadia.
¿Por qué Google no deja de matar productos?
- Google quiere ganar dinero: la compañía tiene muchas razones por las que acaba, cierra, zanja, finiquita, mata sus proyectos, apps o productos. Como todas las compañías actuales, quiere gustarte, pero no perder dinero. Si llega a ese límite, se ve obligada a acabar con esos sumideros de dólares. No es ninguna ONG, así que aunque sea una de las empresas más grandes del mundo, tiene que proteger sus beneficios.
- Innovar puede matar: la muerte de estos proyectos no es más que un resultado de la forma de desarrollar de la empresa. Jamás dejará de intentar ir un paso por delante, de innovar antes que los demás, aunque ello implique ir corrigiendo y desdiciéndose a posteriori. Su competencia es feroz, y como tal tiene que cubrir muchos frentes al mismo tiempo. Google desarrolla rápido, prueba y, si el producto no genera rendimientos, lo mata o, en el mejor de los casos, lo reabsorbe en una app troncal…
- Es enorme: Alphabet, la empresa matriz de Google, tiene más de 150 000 empleados. Por ello, se divide en secciones (un poco como las verticales de Webedia) dedicadas a diversas "temáticas", y a grupos de trabajo. En ocasiones, estos grupos ven cambiado su foco o incluso pueden verse absorbidos por la aplicación troncal, como ocurrió con Inbox y Gmail. Esta última sigue manteniendo funcionalidades y algunas de las esencias de la primera: aquellas que Google considera más beneficiosas.
Y, ¿qué ha pasado exactamente con Stadia?
Cuando Stadia inició su andadura, lo hizo con un equipo de 150 desarrolladores que, a la ludoteca de juegos de terceros, añadiría títulos de la propia compañía en dos estudios: Stadia Games y Stadia Entertainment. El problema es que la gigante californiana se enfrentó a una situación en la que se estaba viendo obligada a inyectar decenas de millones de dólares para alimentar unos procesos creativos complicados, por un lado, mientras tenía unas cifras de suscripciones al servicio más bien pobres.
Por ello, en febrero del año pasado cerró los estudios. Un empleado de Stadia dudaba en este artículo de Wired sobre si los "ejecutivos más allá de los jefes de Stadia entendían dónde se habían metido", en el sentido de que quizá se habían comprometido a algo que les quedó demasiado grande. Después de esto, la plataforma no se ha podido recuperar.
Siguiendo la línea de pensamiento que planteábamos en el anterior apartado, hay que concretar esa nebulosa de ideas y razonamientos y añadir un matiz para entender lo ocurrido: Google es una compañía tecnológica. Puede que su plataforma de juego en la nube ofreciera una de las experiencias más fieles de todo el mercado, pero no tenía lo más básico para atraer y atrapar al público: juegos exclusivos. Y tú, ¿lo ves así? ¿Te has visto afectado/a por el movimiento de la gigante?
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