Aunque la batalla en PC la están librando NVIDIA y AMD en torno al escalado, la competencia en las sobremesas de Xbox y PlayStation pasa por la potencia bruta. Poco a poco, el FSR de AMD permeará en la nueva generación de consolas, pero en términos de fuerza, Series X es por derecho propio un sistema más actualizado. Si bien la diferencia no es tan notable, Digital Foundry se ha preguntado el motivo por el cual Microsoft busca la paridad con PS5 en lugar de potenciar su consola.
Si sois conocedores de las entrañas de las consolas, incluso de los tejemanejes que hacen los videojuegos por dentro, conoceréis Digital Foundry. La vertiente más enfocad al análisis exhaustivo de hardware y software estuvo comentando el pasado septiembre la filtración masiva de Microsoft y llegó a esta conclusión al hablar de las sucesoras de ambas consolas, tanto Xbox Series X como PS5.
Aunque ambas tienen portentos gráficos en su catálogo, el ejemplo más reciente de los de Redmond deja sorprendido incluso al más preparado: Forza Motorsport es una delicia visual. Sin embargo, Richard Leadbetter, fundador del equipo, asume no entender la paridad de las consolas de la actual generación si comparamos, por ejemplo, los teraflops (es decir, los cálculos matemáticos que puede hacer por segundo una CPU y GPU, y que en definitiva nos permiten medir el rendimiento total del sistema), o la propia arquitectura de sus APU.
"Si yo fuera Microsoft, me preguntaría seriamente por qué estamos haciendo esto", comenta Leadbetter. El motivo es muy simple y es que aunque ambas hacen uso de nodos a 7nm (ambos modificados, eso sí), el tamaño del chip de AMD para la Series X es ligeramente mayor que el de PS5. Esto se traduce en "transistores extra que no se están utilizando de forma lógica", concluye Leadbetter destacando la potencia extra de esta consola.
Claro está, hay que poner sobre la mesa la cuestión de las diferencias en materia de videojuegos. Las diferencias no serían enormes en prestaciones (eficiencia y calor generado, sobre todo), pero quizá la Series X de Microsoft podría apostar por un interesante boost frente a su "milenaria" competidora.
John Draisey, director de MotorCubs RC, argumenta que, en ocasiones, esa paridad no va tanto del lado de Xbox como sí del propio motor gráfico y las aspiraciones del equipo de desarrollo. Él cita, por ejemplo, el caso del trazado de rayos para Unity en Xbox, que no estuvo disponible hasta 2022, lo que impidió sacar todo el jugo a la consola para muchos de los estudios que trabajan con este motor.
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Si seguimos el hilo de la filtración de Microsoft que cerró un mes de septiembre crepuscular, los de Redmond se guardan una sorpresa ya arruinada: "Brooklin". Esta aparente nueva versión de la gama alta de Xbox actualmente llegaría con mejoras estéticas y de hardware, como un almacenamiento de 2TB; pero también un chip de 6nm para un rendimiento mayor frente a su predecesora y su competencia.
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