Análisis de Rhythm Thief & the Emperor's

Análisis de Rhythm Thief & the Emperor's
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Nintendo 3DS sigue ofreciéndonos propuestas refrescantes que se salen de la norma, como es el caso de esta producción de SEGA (aunque ha sido distribuida por Nintendo). Rhythm Thief combina la aventura con los minijuegos y la música de manera interesante, aunque con algunos lastres jugables.

A comienzos de año y sin hacer mucho ruido SEGA editó en el país nipón un curioso título de carácter musical llamado Rhythm Thief. Y a pesar de llegar casi de puntillas consiguió colarse en el Top de ventas de dicho país, gracias a una fórmula de juego bastante novedosa que a continuación os explicamos y a unos personajes bastante carismáticos.

Música, juegos y reflejos
El protagonista de esta aventura es un joven ladronzuelo de guante blanco llamado Raphael (o Phantom R, su “nombre artístico”). Dicho personaje gusta de llevarse por la cara todo tipo de objetos de arte muy valiosos de lugares bien custodiados como museos famosos, para lo cual en ciertas ocasiones requiere de la ayuda de su perro Fondue y de algún que otro personaje que se une a su causa. En esta ocasión su “trabajo” le lleva a la ciudad francesa de París, lugar que debe investigar a fondo para averiguar el paradero de su padre desaparecido y, ya de paso, echar el guante a un objeto de gran interés localizado en el prestigioso museo Louvre. El problema es que dicho tesoro, una preciosa Corona, también es deseada por el malo de turno: ¡un renacido Napoleón Bonaparte!

A medida que progresamos vamos contemplando simpáticas escenas de clara influencia manga en las que va desvelándose el argumento, trama que desde luego no pasará a la historia por ser una de las más trabajadas ni atractivas pero que cumple su función. Y llegado a un punto, es posible incluso llegarse a encariñar con los personajes.

Entrando ya en materia, la fórmula de juego es de lo más curiosa y se basa en la sucesión de pequeños minijuegos en los que, en la inmensa mayoría de los casos, es necesario tocar en el momento justo un determinado botón o la pantalla táctil cuando se nos indica en pantalla. A este grueso se une la posibilidad de viajar de un punto a otro de la ciudad mediante la pantalla táctil y un pequeño mapa, si bien no gozamos de demasiada libertad dado que la aventura siempre nos va marcando el lugar que debemos visitar para avanzar en la trama y conseguir nuevas pistas. A muchos usuarios les vendrá a la cabeza la famosa saga Profesor Layton, pero ya os avisamos que Rhythm Thief es una aventura mucho menos sesuda y “light”… pero con más ritmo por supuesto.

SEGA ha creado un cartucho bastante original para 3DS, que combina la investigación y el misterio con los minijuegos y la música.
SEGA ha creado un cartucho bastante original para 3DS, que combina la investigación y el misterio con los minijuegos y la música.

¡Muévete Raphael!
La variedad de situaciones que es necesario afrontar es muy elevada, ya sea escapando de la policía corriendo por los tejados de los edificios, echándonos unos bailoteos en un escenario al son de la música, colándonos en el propio museo y escondiéndonos detrás de ciertos objetos o incluso dando unas pataditas al balón en plena calle. El protagonista es casi siempre Raphael como ya os hemos avisado, si bien en ciertas pruebas interviene también su perrito Fondue. En total el cartucho incluye unos 50 minijuegos diferentes, cifra respetable aunque es necesario apuntar que la dificultad del juego es más bien baja, siendo un cartucho más bien orientado al público infantil. Como mucho, el título os durará unas 5-6 horas en función de vuestro nivel.

Por fortuna y para paliar en parte este hecho el cartucho incluye funciones multijugador (sólo en red local, si bien admite una limitada opción de Modo Descarga con un único cartucho) relativamente interesantes, así como función Street Pass bastante curiosa.

Volviendo al juego en sí, la forma de intervenir en los juegos que se dan cita en Rhythm Thief es muy sencilla, teniendo que deslizar el puntero en la pantalla táctil al son de la música o pulsar un botón determinado cuando sea menester. Vamos, que sigue la línea de juegos como Elite Beat Agents o Guitar Hero On Tour. Y, en ciertas ocasiones puntuales, también es necesario inclinar la consola de un lado para otro para hacer uso del giroscopio de la portátil. Todo muy sencillito.

Además de esta propuesta musical el juego también nos invita a superar puzles muy simplones y, lo más importante, a mezclarnos y charlar con diversos personajes secundarios que de vez en cuando nos aportan información valiosa o incluso nos prestan su ayuda… o nos la piden. Y tampoco podemos olvidarnos de la exploración, dado que los decorados esconden algunos secretos en forma de medallas que nos permiten ir habilitando (comprando) pequeñas recompensas, como nuevos objetos, vídeos y demás. Como veis se trata de una aventura que dista mucho de ser monótona y que se hace atractiva, pero con matices.

Y es que esta amplia gama de situaciones choca frontalmente con la escasez de ideas puesta sobre la mesa a la hora de plasmarlas. Así las cosas y aunque al principio la idea de combinar la música con lo que va sucediendo en cada escena funciona, es cierto que a medida que jugamos el título va perdiendo algo de frescura debido a cierta falta de chispa de la que hacen gala los minijuegos, si bien es cierto que la aventura nunca termina haciéndose monótona o aburrida. Simplemente, creemos que la idea general podría haber dado más de sí. Y eso que por lo menos los desarrolladores se han esforzado en sacar provecho de muchas de las características de la consola, exprimiendo al máximo tanto su pantalla táctil como su sensor de movimientos como ya os hemos advertido.

La puesta en escena es brillante, con personajes excelentemente animados y decorados 3D de una calidad intachable. ¡Y el sonido es sobresaliente!
La puesta en escena es brillante, con personajes excelentemente animados y decorados 3D de una calidad intachable. ¡Y el sonido es sobresaliente!

Plasticidad francesa
Se nota que SEGA ha puesto mucho interés en dar vida a esta aventura (que tiene toda la pinta de convertirse en saga), dado que posee unos valores de producción realmente elevados para tratarse de un juego para portátil.

De entrada la representación de París está verdaderamente conseguida. Siempre mediante ilustraciones estáticas podemos contemplar los lugares más emblemáticos de la ciudad francesa como el Arco del Triunfo, los Campos Elíseos o el propio Museo Louvre. La riqueza cromática y ornamental está fuera de toda duda, a lo que se añade una línea estética dotada de mucha personalidad (manga total) e inmediatamente reconocible.

Pero más allá de estos dibujos tan acertados se encuentra un motor gráfico que da vida a la aventura muy potente y enteramente 3D. Al margen de la suavidad y solidez que demuestra, la palma se la llevan las magistrales animaciones que poseen tanto Raphael como el resto de los personajes, alcanzando su cima durante los minijuegos puros de baile. Y es que en estas pruebas es posible recrear nuestros ojos con unas coreografías trabajadísimas, deleitándonos con unos pasos variados y bien reflejados. Impactante.

Los minijuegos ponen a prueba nuestros reflejos, aunque su dificultad no es que sea muy exigente que digamos.
Los minijuegos ponen a prueba nuestros reflejos, aunque su dificultad no es que sea muy exigente que digamos.

Los entornos no alcanzan el mismo nivel de precisión y detalle, es verdad, pero aún así son solventes. Sus texturas están bien rematadas en términos globales, su variedad es más que suficiente y muchos de ellos poseen una cantidad de objetos y personajes significativa.

Lo único que podemos echar en cara al trabajo realizado por SEGA en este campo es la utilización de la profundidad 3D que ofrece la consola de Nintendo. Y es que su influencia y rendimiento es meramente funcional, sin aportar nada especialmente significativo ni a la jugabilidad ni a la calidad gráfica general.

Y si el entorno gráfico recreado para dar cobijo a esta aventura es muy sugerente, el sonido está un paso por delante, alcanzando el sobresaliente. Y es que la cantidad de melodías de diversa índole que recoge el juego es impresionante, gozando todas ellas de un protagonismo y una calidad memorables. Además los efectos sonoros tampoco se quedan atrás, con diálogos (en inglés con subtítulos) bien representados y efectos ambientales que cumplen su cometido con bastante dignidad. Sin duda es el aspecto más coseguido de Rhythm Thief.

Por lo tanto Rhythm Thief es un cartucho diferente que, sólo por su originalidad, merece nuestro reconocimiento. Es cierto que podrían haberse pulido un poco más un par de defectillos jugables que arrastra y que su duración es bastante exigua pero, aún así, estamos ante una propuesta interesante que merece la pena disfrutar por los poseedores de una Nintendo 3DS.

Bueno

Sin sello

Rhythm Thief y el misterio del Emperador

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

SEGA y Nintendo (quién lo iba a decir) nos ofrecen uno de los títulos más peculiares que presenta el catálogo de Nintendo 3DS. En él se funden el misterio y la investigación con los minijuegos y la música, haciendo gala además de un acabado audiovisual excelente. Tiene sus defectos, como la baja dificultad o (a la larga) previsible jugabilidad, pero desde luego se trata de un cartucho de calidad.

Comprar Rhythm Thief y el misterio del Emperador
Jugadores: 1-2
Idioma: Manual en español, textos en español y voces en inglés
Duración:
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