¿Te creías que en los samuráis todo era fuerza y sangre? Pues Hana Samurai: Art of the Sword viene para demostraros todo lo contrario. Un videojuego "beat 'em up" de acción y aventura donde es más importante estudiar el movimiento de los enemigos que atacarles sin haberlo pensado antes. Espera, contraataca y vence en un lanzamiento digital para 3DS que pone de manifiesto aquello de que "la paciencia es una virtud".
E-Shop, el servicio online de descargas de Nintendo 3DS, cada día dispone de más títulos interesantes de los que disfrutar. El último ejemplo lo tenemos en Hana Samurai: Art of the Sword, un videojuego de acción y aventura que llega para darnos una buena ración de espadazos desde el Oriente más lejano. Y todo, por supuesto, de manos de un exponente de esa estirpe de guerreros que escribieron durante siglos la historia de Japón: los samuráis.
La princesa Cherry Blossom, diosa de la luz, ha sido secuestrada por unas misteriosas fuerzas, llevando el caos y la guerra al mundo. Será nuestra misión recuperarla, derrotando a una horda de enemigos a nuestro paso, aunque siempre manteniendo el código que nos caracteriza como samurái.
Dicho de otra forma, los desarrolladores de Grounding Inc. no han pensado en ofrecernos acción sin parangón. Su videojuego es mucho más que simples golpes a diestro y siniestro, valorándose mucho nuestra paciencia para esperar al momento oportuno, esquivar una ofensiva y contraatacar. La precisión, los buenos reflejos y la contundencia son valores que definen al esquema de juego aplicado para la ocasión, uno además muy adictivo y con una dificultad muy bien ajustada.
Espera y... ¡ataca!
Llamativa resulta igualmente la forma en que los nipones han estructurado el juego, con un mapeado repleto de eventos que ponen entre paréntesis nuestro progreso hasta que los hayamos superado. Un camino lineal, pero que presenta bifurcaciones, poblados y eventos secundarios para incrementar la variedad.
En cualquier caso, el núcleo jugable de Hana Samurai: Art of the Sword lo encontramos inexorablemente en las batallas, que nos plantean enfrentarnos a un número variable de enemigos en una arena de dimensiones limitadas. ¿Nuestro objetivo? Derrotarlos a todos, para lo cual deberemos, o bien protegernos, o bien esquivar las ofensivas para posteriormente asestar duros espadazos. Todo con tan solo dos botones (B y A), con un sistema asequible, algo que resulta esencial en un sistema combativo donde se nos da todo hecho, incluida la fijación de cámara en el rival que nos vaya a atacar.
Y aunque os pudiese resultar un sistema sencillo y sin interés, la experiencia obtenida dice totalmente lo contrario. Tras unas cuantas refriegas, os daréis cuenta de que el estilo de juego concuerda con las intenciones de los productores, centrados en poner a prueba nuestros reflejos y destreza a la hora de adivinar y responder a las pautas de los oponentes.
Precisión samurái
Si no, basta con echar un vistazo a los "puntos de precisión", uno de los mayores incentivos del título. Por cada ataque esquivado, se nos dará un punto; por cada ataque recibido, perderemos todos los acumulados. ¿El objetivo de los diseñadores? Hacer que vivamos con intensidad cada enfrentamiento, ya que cuantos más puntos obtengamos, más dinero podremos conseguir. Una interesante mecánica que viene a representar el esfuerzo aplicado sobre la dinámica ataque-defensa de este producto.
Otro de los aspectos más positivos del programa es que los rivales poseen unas conductas muy bien definidas, desde los espadachines hasta los arqueros o los ninjas, así como los jefes finales. Todos, además, nos sorprenden con diferentes ataques, y cada vez más complejos, los cuales contribuyen a crear una curva de dificultad muy adecuada, convirtiendo a Hana Samurai: Art of the Sword en un videojuego de reto elevado ya desde poco antes de haber llegado a la hora de juego.
Adicionalmente, la sensación de progresión en la aventura es intensa. Aparte de encontrarnos con rivales cada vez más desafiantes, con cada evento ganamos corazones (que incrementan nuestro contador de vida), así como monedas que nos ayuden a mejorar el poder de nuestra katana. Y es que el mundo del juego no sólo está poblado por enemistades, sino que también tendremos aldeas en las que echar una siesta, comprar items, visitar al herrero y hasta protagonizar algún que otro minijuego.
Para que te dure la katana...
Tal vez, la lentitud de los combates y cierta sensación de monotonía acaban restando algún entero al disfrute global de la obra, pero hay que reconocer que por 7 euros se nos da cantidad de diversión (cercana a las cuatro horas). Y es que aparte del modo historia, el videojuego incluye una modalidad "survival" donde se nos plantea derrotar a 30, 50 y 100 enemigos en el mejor tiempo posible. Algo que se complementa con la opción Rock Garden, que viene a ser un particular jardín oriental, donde florecerán todo tipo de plantas mientras caminamos con nuestra Nintendo 3DS en el bolsillo.
A pesar de esto, no nos encontramos ante el videojuego que mejor aprovecha las características de nuestra portátil. El lápiz táctil lo podremos dejar en su hueco, y el tándem giroscopio-cámara brilla por su ausencia. Pero al menos tenemos el efecto estereoscópico aplicado en todo su esplendor. Eso sí, con un apartado visual que aunque no desmerezca el resultado final, sí que adolece de falta de detalle, tanto en lo que se refiere a modelados como a texturas. Sin duda, Grounding Inc. podría haberse esmerado un poco más en este apartado.
En cualquier caso, y dadas las circunstancias (se trata de un exclusivo de eShop), los gráficos no son ni mucho menos catastróficos. Tampoco la banda sonora, que siguiendo una clara línea oriental nos acompaña con temas muy melódicos e inspirados, ideales para salvar a una princesa en el medievo nipón. Uno en el que no hay voces y donde, en este caso en particular, los textos están en inglés (aunque no supone ningún problema mayor).
Llega una de samuráis para la eShop de Nintendo 3DS, y con una calidad superior a la que esperábamos. Hana Samurai: Art of the Sword es un notable lanzamiento digital para la portátil, con una jugabilidad sencilla pero adictiva, que valora la precisión de nuestros movimientos y, además, dispone de cierta profundidad de juego y una respetable duración (cerca de cuatro horas). Su algo repetitiva y lenta jugabilidad puede ponerse en contra de los usuarios, pero a cambio de 7 euros la propuesta resulta satisfactoria y muy bienvenida.
