Nueva consola, nuevo héroe y nueva entrega de una de las sagas emblema de Sony. Second Son desembarca en PlayStation 4 con todo su poderío a punto de estallar, e inFamous vuelve a demostrar que no hay otra marca capaz de hacernos sentir un poderoso superhéroe (o supervillano). En esta ocasión lo logra con una cuidada jugabilidad y con gráficos de infarto. Elige tu camino.
No es el primer videojuego de PlayStation 4 precisamente, puesto que la consola lleva ya varios meses en el mercado, pero durante toda su fase promocional ha sido considerado a menudo como el primer verdadero exponente gráfico de la videoconsola de Sony. Dejando de lado la garantía de calidad que hasta ahora ha sido la franquicia los motivos de la expectación son claros, y están puramente relacionados con una serie de clips in-game que desde el anuncio de esta producción han asombrado a propios y extraños por el brutal salto gráfico experimentado en comparación con los exclusivos de la anterior máquina.
Ahora, con el videojuego en las manos, hemos descubierto que por suerte es mucho más que una demostración tecnológica. De acuerdo en que no había motivos para pensar lo contrario dado el historial de Sucker Punch como estudio y de inFamous como franquicia, sin embargo no sería la primera vez que nos encontramos un producto que es un dispendio estético y una decepción jugable. No es el caso, y es que Second Son puede que no aporte una revolución jugable, pero sí ofrece un conjunto apasionante que se hace fuerte en las virtudes que los episodios anteriores han mostrado hasta la fecha para apostar por una versión más grande y salvaje de lo visto entonces. ¿Es suficiente? A nosotros nos ha gustado mucho, de ti depende.
Una Nueva Era
En un lanzamiento en el que el argumento y su forma de desvelarlo tiene tanta importancia sería absurdo entrar en demasiados detalles sobre lo que nos van a contar sus creadores, así que vamos a dar apenas unas someras pinceladas en cuanto a lo que el aficionado se va a encontrar a nivel narrativo para evitar cualquier tipo de spoiler. Lo primero que llama la atención es el esfuerzo, una vez más, por relatarnos una historia y por hacerlo bien. La clave son una serie de escenas cinemáticas que se dividen en dos tipos, y que en ambos casos son impecables. La mayoría se desarrollan con primeros planos de los rostros de los interlocutores, a un nivel impresionante en cuanto a expresividad y detalle, y otras apuestan por el look cómic al más puro estilo de lo visto en episodios anteriores con viñetas a caballo entre lo estático y lo móvil.
El protagonista del nuevo inFamous es Delsin Rowe, un joven y contestatario artista urbano, un personaje del que no conocemos gran cosa sobre su pasado antes de los eventos de la campaña, pero del que poco a poco iremos descubriendo lo suficiente como para tener un contexto. Su actitud "sabelotodo" y cierta falta de carisma pueden irritar a algunos, pero no nos ha parecido en absoluto un mal héroe para liderar la narrativa. Su hermano es el sheriff de una zona costera y cercana a Seattle donde sucederán unos primeros compases del videojuego, y que servirán para empezar a hablarnos de las complicadas relaciones que tiene el rebelde héroe con todos los que le rodean. Con un tono muy simpático empezamos a ver las primeras discusiones entre hermanos, y a pequeños pasos se va labrando con el mayor una figura secundaria que ejercerá a modo de guía en los compases iniciales de campaña.
Sin embargo este prólogo está lejos de ser un mero adorno informativo para explicarnos la situación de partida: El DUP persigue y detiene a los conductores, los poseedores de poderes que son considerados como bioterroristas, que siembran el pavor entre una poco receptiva población civil. Los compases de apertura, en cambio, sirven también para asentar las bases de lo que va a ser el modo historia de Second Son: recordemos, la que es su única oferta jugable. La importancia estriba en que es el momento en el que un giro de acontecimientos de lo más sorprendente sacude la vida de los dos protagonistas, haciéndoles descubrir que el propio Delsin es un conductor, y también porque nos permite tomar ya la primera decisión de corte ético que comenzará a definir nuestro camino entre el bien o el mal.
Así se da el pistoletazo de salida a una campaña individual que nos va a llevar superarla unas 15 horas en primera instancia, pero que definitivamente es de aquellas que nos invitan a "terminarla" una segunda vez. El motivo tiene que ver con lo que cambia la aventura en función de si escogemos una u otra vía en todo lo relacionado con el Karma, y es que lejos de ser un detalle puramente ornamental afecta de forma radical a todo lo que sucede. No sólo el aspecto de Delsin cambia en base al camino que elijamos, y también sus poderes ofreciendo algunos exclusivos para uno u otro bando, sino que además hay misiones especiales que sólo veremos en uno de los dos y también cinemáticas completas o incluso presencias/ausencias de personajes que dependerán de nuestras elecciones. No se nos ocurren mejores motivos para superar un modo historia dos veces que el de ver tantas cosas distintas.
Yin-Yang
Ya elijamos la senda del bien (ayudando a la gente, minimizando los daños y tratando de hacer de Seattle un lugar mejor) o la del mal (asesinando sin motivo, sembrando el caos y buscando que el miedo reine en la urbe), lo cierto es que inFamous es un juego mucho más que satisfactorio. La clave está en su habilidad para mezclar el mundo abierto de la espectacular zona urbana que vamos a patear, con unas buenas dinámicas de combate y con una notable amalgama de misiones principales y entretenimientos secundarios. Todo condimentado con un combate que mezcla a nuestra discreción el cuerpo a cuerpo con los ataques a distancia, y que sólo puede ser definido como dinámico, veloz y realmente divertido.
La clave estriba en la fluidez con la que todo se desarrolla en pantalla, y lo sencillo que es estar pendiente de la ingente cantidad de cosas que Second Son quiere que tengamos en cuenta a la hora de la navegación o las luchas. Lógicamente la respuesta está en los poderes, puesto que sin ellos no somos nada, y si bien todos son útiles, lo cierto es que la posibilidad de cambiarlos modificando únicamente la fuente de la que los obtenemos hace que podamos saltar de uno a otro muy, muy rápido. Si Cole estaba marcado por su uso de la electricidad, Delsin es más versátil, lo que significa que puede usar su dominio del humo con sólo abastecerse de una chimenea o un coche en llamas o, por poner otro ejemplo, de los poderes del neón con acercarnos a algún rótulo luminoso de cuantos salpican las construcciones de Seattle y vaciarlo.
Quien espere grandes sorpresas en lo que tiene que ver con la acción, debe mirar hacia otro lado. Second Son se apoya en lo visto en los dos episodios anteriores, pero le da un tono más vertiginoso y vertical a la acción gracias a las posibilidades de hardware que permite PlayStation 4. Ahora es más fácil luchar contra ese cierto componente estático de sus dos predecesores, y es que los enfrentamientos van a toda velocidad entre azoteas, tierra firme y puntos intermedios del escenario, merced a unos enemigos que en ocasiones también tienen fascinantes poderes como conductores, y que se mueven vertiginosamente para perseguirnos o huir de nosotros. Esto crea esa actividad brutal de la que hablamos, y además el hecho de tener que buscar con frecuencia fuentes con las que volver a llenar nuestra barra de poder y que nos permitan seguir siendo efectivos en combate nos obligan a no parar en ningún momento.
Para multiplicar nuestro desplazamiento volvemos a tener algunos poderes que guardan ciertas reminiscencias con lo visto en el pasado de la serie. Por ejemplo el humo nos permite desplazarnos instantáneamente a una distancia de varios metros, y que resulta perfecta para sortear grandes espacios en saltos o para esquivar ataques, y también nos facilita la opción de planear al más puro estilo Cole. Los neones, por mencionar otro ejemplo, también presentan la posibilidad de movernos a una velocidad imposible por el escenario durante lapsos algo más grandes. Además hay algunos detalles curiosos como la implementación bastante lograda de la pantalla táctil para una serie de tareas. Por ejemplo esa recarga de "combustible" de la que hablamos se realiza pulsando en la pantalla, y por si fuera poco también hay algunos sencillos minijuegos que se resuelven con ella como los de las huellas dactilares en los controles militares. Detalles pequeños, sí, pero que otorgan cierta frescura y que son bienvenidos.
Por lo demás el combate conforma un todo más que satisfactorio, aunque nos hemos quedado con las ganas de ver una mayor variedad en unos poderes que varían muchísimo en la forma pero nos dejan cierto regusto amargo puesto que son demasiado similares en el fondo y en su utilización. Eso sí ya plantemos cara a conductores, a tropas rasas o pesadas del DUP, jefes finales o incluso a narcotraficantes, por poner sólo algunos ejemplos, cada oponente tiene una identidad bien trazada y una serie de retos y debilidades que nos pondrán a prueba. No se trata de un videojuego esencialmente difícil, puesto que la energía se recarga automáticamente e interactuando con los enemigos a punto de morir "castigándoles" o "incapacitándoles" accedemos a ventajas que dan rienda suelta a nuestro poder de forma salvaje tanto visual como jugablemente. Así que para los veteranos recomendamos el nivel más alto en el menú de opciones, pero su poco generosa política de checkpoints nos otorgará el proporcionado castigo que merecen unas imprudencias que son las que casi siempre acaban costándonos la vida en un lanzamiento, por lo demás, bastante justo en la forma de tratarnos, y que crece y ofrece nuevas sorpresas a cada nuevo poder que liberamos.
Cosas que Hacer en Seattle
Delsin atesora unas características muy parecidas a las que en su momento exhibió Cole McGrath, y que lo convierten no sólo en una esponja para ir adquiriendo poderes que otorguen variedad a la experiencia, sino también en un verdadero acróbata capaz de moverse como pez en el agua por las estructuras y edificios de la ciudad. El juego vuelve a dar una cierta sensación de que el protagonista al saltar flota ligeramente, lo que hace que en las horas iniciales nos sintamos algo incómodos y más bien poco precisos. Los aficionados, con el paso del tiempo y al igual que en episodios anteriores, se irán acostumbrando a ello y acabarán moviéndose casi siempre con mucha fluidez, salvo en momentos muy puntuales en los que cometamos alguna torpeza involuntaria cuando se exige una exactitud máxima.
Lo mejor de Second Son es que, como siempre, para Sucker Punch es mucho más importante llenar la ciudad de cosas que hacer que apostar por unas dimensiones gigantescas. Así Seattle es una urbe bastante compacta, que no sorprende por su tamaño, pero que sí cuenta con una división en una serie de barrios que nos informa sobre la presencia de las fuerzas del DUP contra las que deberemos luchar, y que además ofrece distintos tipos de actividades que podemos llevar a cabo para completar cada área hasta vaciarla desde su 100% inicial, que hará las delicias de los coleccionistas y/o completistas. Cuando la zona ronda el 30% de dominio de la "ley" ya podemos proceder a levantarla en armas, y eso se iniciará con un mega-graffiti que atraerá las fuerzas pesadas del enemigo y que se zanjará con un combate brutal. Al acabar cada sector no sólo lo vaciaremos de presencias hostiles, sino que liberaremos las opciones de viaje rápido.
Los que hacen que los porcentajes varíen son los entretenimientos de carácter secundario que no son necesarios para completar el modo historia principal, pero que ayudan a dilatar la duración del programa y que aportan enorme frescura al transcurso normal de la campaña. No sólo se trata de que haya cosas con las que distraernos en nuestros, en ocasiones, largos viajes de un lado a otro del mapa, también se trata de brindarnos formas de conseguir experiencia extra con actividades dinámicas y divertidas. Cada una por separado no acaba de resultar particularmente brillante, puesto que en general obedecen a dinámicas o desafíos bastante sencillos, pero en conjunción conforman un abanico de opciones interesante más allá de la posibilidad de destruir las instalaciones del enemigo en forma de sus fortificados Mandos Móviles, o de rescatar a sus rehenes abriendo sus celdas.
Hablamos de actividades como las de investigación, por ejemplo, que se solventan con la cámara que Delsin posee en su móvil, y que nos indican de una forma muy básica hacia dónde apuntar y en qué momento disparar con el objetivo. Las de Agente Infiltrado, por ejemplo, nos emplaza a localizar con la referencia de una foto a un enemigo concreto en un área específica que se hace pasar por civil, pero que cuando le ataquemos liberará sus poderes. Por otra parte también existe la posibilidad de sembrar de grafitis las calles de la ciudad, con un sencillo minijuego que emplea de una forma muy simpática el sensor de movimiento del DualShock 4. Si nos inclinamos por el lado maligno de Second Son habrá algunas específicas como, por ejemplo, la de disolver manifestaciones por la fuerza. Hay, asimismo, otras algo más simples como las de recoger elementos, de ubicado y destrucción de cámaras de seguridad ocultas, o de derribar los drones de rastreo que sobrevuelan los cielos para hacernos con los fragmentos que dejan caer y que podremos invertir en la mejora del protagonista.
De hecho en términos de personalización de la progresión, la propuesta es bastante generosa y se basa en un esquema relativamente similar al que vimos en su momento en los episodios anteriores. Así hay un marcador que define nuestro estatus en cuanto al Karma se refiere, y que dictaminará nuestro progreso en la línea del bien y del mal dependiendo de las acciones que vayamos llevando a cabo: abriendo unas y otras ramas de potenciadores en función de ello. Todo gira alrededor de dos requerimientos para cada poder, Fragmentos y Nivel, y así de nada servirá querer potenciar algo con el número adecuado de piezas si, por el contrario, no tenemos el rango mínimo que se exige para lograr liberarlo. Como ya hemos dicho hay algunos poderes que son exclusivos, pero todos tienen en común que mejoran las alternativas que la campaña ya ha ido ofreciéndonos, dándonos acceso a menos gasto de energía para cada uso o a aumentos en sus capacidades de munición. Es una forma inteligente de hacer prosperar al personaje y, al mismo tiempo, fomentar la exploración para hacernos con la "moneda" necesaria para crecer.
Estado de Sitio -Gráficos y Sonido-
Viendo lo excepcionalmente bien que rinde Second Son en PlayStation 4 a nivel estético, cuesta muy poco imaginar por qué Sucker Punch se ha atrevido en esta ocasión a retratar una ciudad como tal, en lugar de los homenajes a otras urbes reales pero con nombres ficticios por las que se había optado en el pasado. El potencial de hardware de la máquina de Sony quizá no haya llevado la jugabilidad a un nuevo nivel, pero en lo estético no ha hecho sino empezar a mostrarse .Todo ello con un título que no es de lanzamiento propiamente dicho, pero que sin duda puede ubicarse en ese macro-marco de primeros compases de la consola que conforman sus meses iniciales en el mercado. Tras ver los videojuegos que salieron a la venta a la par que el nuevo hardware se observó un salto importante, pero el tercer inFamous es de veras el encargado de demostrar por vez primera las capacidades de la máquina.
Los motivos tienen que ver con un aumento en calidad y número de prácticamente cualquier elemento imaginable de cuantos acaban representándose en pantalla, y todo sin tiempos de espera. La carga poligonal es altísima, y eso acaba resultando en un nivel sobresaliente para los personajes, pero también para unos decorados plagados de detalles y diseñados, elaborados y ejecutados con todo el mimo imaginable. Los distintos barrios tienen su identidad bien elaborada, y la presencia de grandes construcciones icónicas de esta población como el Space Needle ayudan a conferirle mayor empaque a la experiencia de movernos por sus calles. Hay una densidad de gente respetable, sin llegar a ser abrumadora, y en líneas generales todo es bastante rígido y hay escasa relación con el entorno, pero algunas partes son destructibles (las importantes para el combate como, por ejemplo, las que conforman los Mandos Móviles del DUP).
Delsin en especial presenta, como es lógico, el liderazgo absoluto en cuanto a la calidad de su representación. Sus animaciones son fantásticas, dejando de lado la cierta sensación de flotación que ya hemos mencionado antes y que parece inherente a la saga, y tiene un innegable carisma en términos de diseño. Podría haber sido fácil optar por la vulgaridad creando a un protagonista de edad juvenil y actitud adolescente cayendo en todos los tópicos imaginables, sin embargo Sucker Punch ha vuelto a demostrar que de crear héroes sabe un rato, y nos regala un ser humano algo bidimensional, chulesco, aunque en ocasiones ocurrente, en cuanto a su personalidad, aunque también muy bien definido en lo visual. Su relación con sus poderes y la manera en la que éstos modifican en ocasiones su cuerpo está recreada de forma muy orgánica, lo que garantiza que a pesar de que todo lo que vemos sería imposible en nuestro mundo, todo se rija por una lógica y unas hechuras muy veraces dentro del universo inFamous.
Los efectos visuales, por su parte, también rinden a un nivel estratosférico, con una distancia de dibujado muy buena y con una aplicación de filtros estupenda para alcanzar ese look de colores vibrantes que tanto llama la atención. Basta con echar un vistazo a la iluminación que baña las calles de la ciudad para darnos cuenta del enorme trabajo llevado a cabo por sus creadores en este sentido, y es que todo gana mucho ya esté teñido por la luz del sol poniéndose o por los faros de los coches y los neones de los locales. No hay un ciclo de día-noche propiamente definido, puesto que la campaña hace avanzar el tiempo capítulo a capítulo para ubicarlo donde le interesa, pero la elección de cada momento está perfectamente ejecutada y aporta así un toque dramático que apoya lo que se nos está contando. Una decisión que no podía ofrecer mejores resultados, y que se hace fuerte en un retrato de focos y neones que impresiona, y que provoca unas sombras dinámicas excepcionales. Por otra parte todo lo que tiene que ver con el clima está resuelto de forma inmejorable, con especial mención a la habitual lluvia, y la única pega que podemos interpelarle a este trabajo es la de alguna caída esporádica en la tasa de imágenes por segundo que no parece obedecer a momentos de carga excesiva de elementos en pantalla.
En lo tocante al audio, los resultados son los que siempre esperamos de una producción exclusiva de Sony: Extraordinarios. La banda sonora presume de un estilo muy llamativo, algo minimalista quizá, pero que sabe dejar su sitio cuando debe al estruendo sonoro de la acción. De hecho los efectos que resuenan con violencia en las escenas de combate presentan una calidad encomiable y, por si fuera poco, el programa llega a nuestro país con un doblaje de voces de extraordinario nivel. Si, en cambio, somos puristas y preferimos la versión original en inglés desde el menú de opciones podemos también optar por ella y activar los subtítulos en pantalla.
Second Son funciona a muchos niveles. El nuevo inFamous es una cita muy recomendable tanto para quienes gusten del mundo abierto, como para los que adoren las historias de superhéroes y, definitivamente, también es ideal para los fans del género de acción y aventuras. Con un apartado gráfico asombroso y con una cuidada experiencia jugable, lo nuevo de Sucker Punch sí comienza a darnos las primeras pinceladas de lo que podemos esperar de la nueva generación.
Comprar inFamous: Second Son- En lo jugable atesora las grandes virtudes de la serie.
- Algunos de los nuevos poderes son fantásticos.
- Gráficamente es de un nivel impactante.
- Pocas sorpresas. Muy similar a lo visto en episodios anteriores.
- Los nuevos poderes varían mucho en la forma, pero poco en el fondo.
