Análisis de Drakengard 3. Rol y aventuras medievales

Análisis de Drakengard 3. Rol y aventuras medievales
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Las aventuras de rol de ambientación medieval están en pleno apogeo actualmente. Y aquí nos llega una más, Drakengard 3, título que aterriza en exclusiva en PS3 desde el servicio de descarga digital PSN. Y se trata de un título más que aceptable que satisfará a los seguidores más acérrimos de este tipo de propuestas.

Drakengard (o Drag On Dragoon como se le conoce en Japón) no es una de las series más conocidas en cuanto a la temática RPG se refiere. Y es que sus dos primeras incursiones, que aparecieron hace ya bastantes años en PS2, nunca terminaron de gozar de una popularidad muy destacada, y menos aún en nuestras fronteras. Sin embargo eso no ha desanimado a Square Enix, editores de la serie desde sus inicios, compañía que ha puesto en manos de Access Games (equipo que recoge el testigo del desaparecido estudio Cavia, creadores del título original) el desarrollo de esta tercera edición. Y lo cierto es que han firmado un trabajo correcto, siendo un título interesante en líneas generales pero que queda lastrado por ciertos problemas, técnicos en su mayoría.

La trama que ostenta la aventura no es muy original en cuanto a su concepción, aunque por el contrario sí que resulta bastante curiosa en su manera de narrarla.

De esta forma el título nos traslada a un mundo de clara apariencia medieval, el cual se encuentra en pleno conflicto después de muchos años de paz. Y la causa de la disputa es, paradójicamente, la misma que sirvió para traer la paz tiempo atrás: las diosas Intoners.

Y lejos de tener que manejar al típico personaje forzudo salvador de la humanidad, en esta ocasión ese cliché desaparece por completo en favor de Zero. Zero es una de las seis hermanas sagradas (conocidas como Intoners) que, como diosas salvadoras, bajaron desde los cielos hasta la tierra para traer de nuevo la paz y la prosperidad a la humanidad. Dotadas de poderes sobrenaturales y una voz celestial, pronto todas ellas fueron veneradas por los humanos.

Sin embargo todo cambió un buen día, ya que Zero se propuso asesinar a todas sus hermanas por motivos que a medida que progresemos en la aventura iremos descubriendo. En fin, que como ya os hemos comentado no se trata de la narrativa más inspirada ni compleja del mundo, pero al menos se hace interesante y, además, su forma de ir deshilvanándose es tan única como provocativa, gracias sobre todo a las atractivas secuencias de diálogos que se dejan ver de vez en cuando... las cuales ya os avisamos que no han sido traducidas a nuestro idioma, ni tan siquiera los textos.

Drakengard 3 es una aventura bastante atípica que combina varios elementos como combates intensos, toques de rol y exploración.
Drakengard 3 es una aventura bastante atípica que combina varios elementos como combates intensos, toques de rol y exploración.

Alma hack'n slash

Aquellos jugadores que esperaran estar ante otra propuesta tradicional JRPG ya pueden ir cambiando el chip. Sí, porque lejos de ser una aventura rolera al uso, lo cierto es que estamos ante un título que comparte muchos más elementos jugables con arcades hack´n slash como las sagas Musou de Tecmo-Koei o producciones tipo Devil May Cry o Bayonetta, salvando las distancias.

De esta forma en lugar de gozar de los elementos propios del genero de los juegos de rol, en Drakengard 3 las batallas contra decenas de rivales son las verdaderas protagonistas. Los combates tienen lugar en tiempo real, por supuesto, y éstos han sido agraciados por un sistema de batalla tan sencillo en su concepción como práctico y más profundo de lo que puede parecer durante los primeros compases del juego. Y no sólo eso, ya que dichos enfrentamientos también destacan por su alto componente gore, pudiendo observar litros de sangre y algún que otro desmembramiento de cuando en cuando, aunque es posible modificar este componente gore en las opciones.

Zero es capaz de llevar a cabo una amplia gama de ataques y acciones, pudiendo atacar a los rivales con golpes simples y otros más poderosos que consumen energía, así como defenderse, saltar o esquivar. Sin embargo a este esquema básico se unen otros elementos que le dotan de más consistencia y profundidad, comenzando por la posibilidad de cambiar de armas en cualquier momento. Por lo tanto es posible sustituir la espada por las garras, cuchillas o arpones a nuestro entero gusto, lo cual modifica bastante las cosas. Sí, porque unas armas son más efectivas que otras en determinadas circunstancias, variando tanto su grado de alcance como su contundencia o velocidad.

Las batallas en tiempo real son en plan hack´n slash y durante las mismas debemos liquidar a ejércitos enteros de rivales.
Las batallas en tiempo real son en plan hack´n slash y durante las mismas debemos liquidar a ejércitos enteros de rivales.

Además a medida que progresamos es posible ir haciendo acopio de una notable remesa de objetos y armas, los cuales varían de manera sensible las aptitudes y capacidad de la protagonista, algo a lo que también contribuye el hecho de ir ganando experiencia. Y este talante RPG queda aún más reforzado por el hecho de poder comprar y vender objetos en determinados momentos de la partida, así como potenciar las armas que queramos a cambio de oro y gemas, los cuales podemos ir adquiriendo durante la aventura.

Eso sí, a pesar de esto último y como ya os hemos avisado no penséis que estamos ante un juego de rol, ya que Drakengard 3 dista mucho de serlo. Es más, se trata de una aventura relativamente lineal que no nos permite movernos y desplazarnos con libertad por los fondos, ya que el juego está dividido en diversos capítulos (que a su vez se dividen en misiones o Versos) que vienen a ser fases con su inicio y final determinados. Y ya os avisamos que para superar todos ellos tendréis que invertir una cantidad de tiempo más que cuantiosa, unas 25 ó 30 horas por lo menos.

Aparte de pelear y mejorar nuestras aptitudes, la exploración también tiene su hueco. Y es que a pesar de que el tamaño de los escenarios no es precisamente amplio, en ellos es posible ir dando con diferentes contenedores de objetos cotidianos (monedas, piedras preciosas, oro, etc.) así como cofres que suelen albergar objetos más sugerentes como nuevas armas.

Y para aportar aún más riqueza a su desarrollo, el título nos ofrece la posibilidad de vivir fases a lomos del querido compañero de fatigas de Zero: el dragón Mikhail.

En estos niveles la acción se traslada a los cielos y se transforma en un shooter más tradicional, teniendo que deshacernos de los rivales lanzando ráfagas de fuego y esquivando en pleno vuelo las acometidas de éstos. Dichas fases dotan de más variedad a la mecánica de juego y rompen su ritmo, algo que nos ha gustado, pero también es cierto que podían haber dado más de sí. Y es que en ocasiones se hacen algo confusas y, también, en algunos momentos sufren caídas de cuadros bastante perceptibles, lo cual resta algunos enteros a su jugabilidad.

Por último, tampoco podemos dejar de mencionar la compañía que nos depara ciertos personajes no controlables que se unen a nuestro viaje en momentos puntuales del juego, peleando junto a nosotros en batallas que en estos casos alcanzan momentos casi épicos.

Como veis, estamos ante una aventura bastante atractiva y, más que otra cosa, diversa, que seguramente hará disfrutar a los seguidores del género. Sin embargo también debemos apuntillar ciertos inconvenientes, como la escasa variedad de misiones a realizar, la ya citada linealidad de muchos de sus niveles o lo extraño que puede resultar su desarrollo en conjunto a ciertos usuarios. Es un título muy japonés. Pero lo menos destacado que ofrece Drakengard 3 tiene que ver con su apartado técnico, que es menos espectacular de lo que nos hubiera gustado encontrarnos.

A medida que avanzamos vamos adquiriendo experiencia así como una buena suma de armas que podemos alternar durante las peleas.
A medida que avanzamos vamos adquiriendo experiencia así como una buena suma de armas que podemos alternar durante las peleas.

Inspiración sin lustre

Gráficamente estamos ante una producción muy sencilla, que casi está más cerca de lo contemplado en los tiempos de PS2 que de su sucesora, al menos en todo lo que tiene que ver con su vertiente tecnológica.

De esta forma los desarrolladores han empleado un motor gráfico demasiado veterano para plasmar su obra. Y eso se resiente en multitud de áreas técnicas. Así, la calidad de las texturas es bastante baja, la cantidad de elementos que pueden observarse en los fondos es más bien escasa, el tamaño de los mismos no es el más grande jamás divisado, los rivales se repiten bastante...

Sin embargo el problema principal que arrastra el título tiene que ver con la ya citada caída de cuadros de animación en su frame rate, problema que se deja notar especialmente durante las batallas aéreas a lomos de Mikhail.

Por fortuna la línea estética sí que ha sido mucho más cuidada y, de hecho, ésta nos ha parecido verdaderamente inspirada. Gracias a esto podemos disfrutar de unos personajes (diosas, dragones, etc.) que muestran una personalidad inconfundible y buenos diseños, especialmente el que tiene que ver con la protagonista principal, la cual resulta muy aparente. También destaca la variedad de zonas que podemos recorrer a lo largo de nuestro viaje, desde praderas a bosques, zonas de montaña o aldeas, aunque como ya os hemos dicho su apariencia deja bastante que desear. En fin, que el acabado gráfico resulta irregular, sobre todo por la escasa potencia y solidez mostrada por su vetusto motor gráfico.

En algunas fases debemos montarnos a lomos de nuestro dragón Mikhail y vivir duelos aéreos algo extraños pero interesantes.
En algunas fases debemos montarnos a lomos de nuestro dragón Mikhail y vivir duelos aéreos algo extraños pero interesantes.

Sin embargo no queremos dejar de mencionar lo impactantes que resultan las numerosas escenas de vídeo CGI que se dejan ver a lo largo de la aventura, las cuales animan bastante las cosas en momentos álgidos. Estas escenas poseen una calidad sin igual y, de hecho, podrían competir de tú a tú con las registradas en las mejores obras JRPG que nos ha dejado PS3 hasta el momento.

El apartado sonoro es netamente superior a lo plasmado por los grafistas que han participado en el desarrollo de Drakengard 3. Y es que, de largo, se trata de la principal virtud que posee la aventura.

La banda sonora nos regala una amplísima diversidad de temas bien concebidos e interpretados con maestría. Muchas de estas piezas nos han parecido sensacionales y, además, consiguen ambientar adecuadamente cada sección del juego. Eso por una parte. Y en cuanto a los efectos de sonido, éstos son tan variados y contundentes como cabría esperar en un título de estas características, y están secundados por unos diálogos entre los personajes (ya sabéis, en inglés sin traducir) realmente meritorios. Por poner sólo una pega a esta parcela, nos hubiera gustado que el juego mantuviera su doblaje original en japonés. Pero teniendo en cuenta que la descarga del título se extiende a unos 15 gigas, suponemos que eso era pedir mucho.

Técnicamente el juego es muy sencillo, demasiado, si bien es cierto que la línea estética es aparente y acertada. Y su BSO es sensacional.
Técnicamente el juego es muy sencillo, demasiado, si bien es cierto que la línea estética es aparente y acertada. Y su BSO es sensacional.

En resumen, Drakengard 3 es una aventura atractiva y sugerente... pero sólo para un grupo selecto de usuarios. Y es que se trata del típico título que en función del jugador que se adentre en él, las sensaciones que le deparará a unos y a otros serán variopintas. En nuestra opinión pesan más las virtudes que los defectos, más que nada porque las primeras tienen más que ver con su potencial jugable y los peros se centran más en su estética. Pero insistimos en que se trata de una aventura bastante particular, tened eso bien presente.

Interesante

Sin sello
Rol y aventuras medievales

Drakengard 3

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Después de casi una década de silencio, la serie Drakengard se estrena de forma exclusiva en PS3, siendo un juego de acción, rol y aventuras más que completo y curioso, y más teniendo en cuenta que en este caso se trata de un título digital. Su historia se hace entretenida sin llegar a sorprender, su duración es muy extensa, los combates resultan intensos y su fórmula de juego engloba múltiples aspectos, haciendo de la aventura un título variado. A poco que os llamen la atención este tipo de propuestas roleras, Drakengard 3 sabrá manteneros entretenidos. Eso sí, no es un título para todos los gustos debido a ciertos aspectos, como su extraño desarrollo, bajo nivel técnico y la ausencia total de traducción.

Comprar Drakengard 3
  • Notable ambientación y sugerente sistema de batallas.
  • Interesante sistema de juego, muy variado.
  • Su banda sonora es realmente buena.
  • Está en inglés, textos incluidos.
  • Técnicamente es muy mejorable.
Jugadores: 1
Idioma: Textos en inglés y voces en inglés
Duración: 25 horas (mínimo)
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