La brillante serie de juegos de rol japoneses de Square Enix, Final Fantasy, regresa una vez más. Y lo hace por partida doble, dado que Final Fantasy X / X-2 HD Remaster incluye esos mismos clásicos que tanto nos hicieron disfrutar en PS2 pero con el tratamiento HD correspondiente. Una gran oferta exclusiva para los usuarios de PS3 y PS Vita.
Square Enix va a seguir realizando las oportunas conversiones en alta definición de aquellos de sus títulos que más han dado que hablar en PS2. Ya sucedió con el gran Kingdom Hearts HD 1,5 ReMIX (cuya segunda parte, por cierto, aparecerá también durante este mismo año) y ahora le ha llegado el turno a Final Fantasy X y X-2, aventuras que forman parte de la recopilación de turno que lleva por nombre Final Fantasy X / X-2 HD Remaster. Y lo cierto es que, tal y como sucedió precisamente con el citado KH HD 1,5 ReMIX, estamos ante otro pack indispensable ya no sólo para los usuarios de PS3, sino también de la portátil PS Vita. Aventuras, rol y encanto tradicionales en su mejor forma.
Al tratarse de dos títulos relacionados pero independientes, ambos gozan de su propio argumento. A grandes rasgos, en Final Fantasy X debemos descubrir qué es lo que sucede con Tidus, un jugador profesional de Blitzbol (un deporte ficticio acuático para aquellos que no lo sepáis). Dicho personaje ve cómo su mundo da un giro espectacular a partir de los hechos sucedidos durante el transcurso de un partido de su deporte favorito, momento en el que un ente llamado Sinh ataca de manera brutal su ciudad y, poco después, se ve envuelto en un viaje temporal y dimensional del que tiene que ir conociendo sus detalles lentamente. Y son muchos, ya os avisamos, tanto es así que os llevará unas 20 horas como mínimo descubrirlos.
Se trata de una trama narrativa muy propia de Square Enix, es decir, de esas en las que se combinan los momentos de drama y emotividad con otros de relajación, misterio y toques de humor. Sin ser la más profunda ni original jamás disfrutada en esta saga, ésta resulta más que interesante, sobre todo a medio plazo. Eso por una parte.
En cuanto a Final Fantasy X-2, la acción transcurre dos años después de lo sucedido en el final de la aventura previa. Por eso mismo pensamos que es mejor no dar demasiados detalles al respecto para no arriesgarnos a "soltar" algo que no debamos, aunque sí que podemos comentar los elementos más globales. En esta ocasión es Yuna la gran protagonista junto con la también conocida Rikku que repite protagonismo y la nueva chica del grupo, Paine. Las tres forman un grupo de música J-Pop pero, tras conocer la existencia de unas esferas nuevas y, también, la más que posible captura de Tidus, provoca que todas ellas partan para solucionar la situación. Por eso forman la organización Las Gaviotas, la cual se dedica a viajar por Spira en busca de esferas.
En general, el tono de esta carga narrativa es mucho más desenfadado y alegre que el experimentado en la anterior aventura. Eso no quita para que a lo largo de la historia se den varias situaciones emotivas y cargadas de sentimiento, por supuesto, pero en general se trata de una trama mucho más "liviana", por así decirlo.
Recorriendo Spira
El mundo que acoge ambas aventuras es Spira. Y se trata de un mundo increíblemente vasto y repleto de lugares que visitar y explorar a nuestras anchas, desde playas paradisíacas a aldeas inhóspitas, ruinas, praderas de enormes proporciones, montañas casi inaccesibles y múltiples localizaciones más. Las diferencias que muestra Spira entre una y otra producción son palpables, no penséis que se trata exactamente del mismo universo, si bien varias zonas de juego halladas en dicho mundo son bastante similares.
¿Y qué debemos hacer en dicho lugar? Pues tanto en una como en otra historia lo suyo es explorar todos los escenarios que nos toca patearnos en cada caso, realizando de paso multitud de tareas diferentes. Sin embargo y aunque ambas comparten numerosos elementos en su desarrollo, lo cierto es que terminan siendo claramente diferentes como muchos de vosotros ya sabéis.
Centrándonos primero en Final Fantasy X, estamos ante un JRPG bastante clásico y de jugabilidad abierta en 3D. Tidus, Wakka, Rikku, Auron y el resto de personajes que van uniéndose a nuestra batalla contra Sihn deben recorrer multitud de zonas y, por supuesto, pelear contra una casi inabarcable cantidad de monstruos de todo tipo. Y como ya sospecharéis, estas peleas vienen a significar una de las partes más importantes y vibrantes de la aventura.
De entrada, cabe señalar que estos enfrentamientos tienen lugar de forma aleatoria. Es decir, que van dándose de manera más o menos frecuente y sin que veamos llegar a los enemigos hasta nosotros... pero éstas sólo se dan cuando nos hallamos en un escenario abierto que no se considera como terreno neutral, por denominarlo de alguna forma. Ya sabemos que existe un grupo importante de jugadores a los que estas batallas aleatorias no terminan de satisfacerles pero, siendo justos, se trata de uno de los puntos más emblemáticos y definitorios ya no sólo de esta serie (al menos, de sus episodios clásicos), sino de los JRPGs más puros y tradicionales.
Una vez en mitad de los combates, el título no echa mano del magnífico sistema ATB (Active Time Battle) clásico en la serie. En su lugar, el juego presenta un esquema por turnos más en la línea del mostrado en los clásicos JRPGs pero que, para añadirle más gracia, también presenta ligeros elementos propios de los Action RPG tipo The Legend of Zelda, por ejemplo. Y el resultado es muy satisfactorio, pudiendo vivir batallas realmente intensas y en las que pueden participar un elevado número de personajes aliados y, sobre todo, adversarios.
Puede que al principio no gocemos de demasiados ataques diferentes pero, conforme avanzamos, las posibilidades que estarán a nuestra disposición serán generosísimas. Y entre estas opciones encontramos numerosos ataques especiales (Turbo, invocaciones, etc.) que aportan aún más espectacularidad y una carga táctica importante a las contiendas. Además, el ritmo al que transcurren los mismos es realmente intenso para tratarse de un juego de estas características, lo que da como resultado unas batallas muy dinámicas y, también, atractivas de contemplar.
Por otra parte, la exploración de cada escenario (ya sea de corte abierto o aquellos más "pasilleros", hay de todo) tiene su recompensa. En ellos encontramos diversos objetos y útiles escondidos en cofres que ayudan a que vayamos albergando de manera natural un equipo completo. Y no menos importantes son las conversaciones (que tienen lugar en inglés con subtítulos en nuestro idioma) que es posible mantener con las decenas y decenas de personajes secundarios que encontramos en cada zona de juego. Algunos diálogos nos aportan mera información y curiosidades acerca del mundo de Spira, otras veces resultan fundamentales para avanzar en la trama, en ocasiones sirven para que nos metamos en alguna tarea secundaria...
Y, por último, otra de nuestras grandes funciones a desempeñar durante la aventura tiene que ver con la mejora constante y paulatina de nuestros protagonistas. El sistema empleado para tal fin es el Tablero de Esferas, pudiendo escoger entre la versión compleja o más accesible del mismo al comienzo del título. A medida que peleemos (y sólo aquellos personajes que entren en batalla) iremos ganando PH (Puntos de Habilidad) que irán convirtiéndose a su vez en UD (Unidades de Desplazamiento), los cuales nos permiten ir navegando con los distintos personajes por las diferentes casillas que presenta el tablero. Y al llegar a algunas de ellas van confiriéndonos nuevas habilidades y poderes, si bien para aprender nuevas técnicas también es necesario ir colocando en su lugar correspondiente las diferentes esferas que vamos recolectando a medida que avanzamos en la aventura.
En fin, que como todos los que habéis jugado a este título conocéis bien, se trata de un sistema algo enrevesado y extraño pero que, cuando te acostumbras, funciona de manera sensacional, siendo una de las partes más interesantes de cuantas ofrece la aventura.
Todos estos ingredientes, más otros detalles jugables que también se dan como pequeñas secuencias QTE, escenas de vídeo de gran calidad, la posibilidad de poder comprar y vender objetos en los lugares correspondientes y demás, hacen de Final Fantasy X un título repleto de posibilidades. Por eso está considerado como uno de los mejores juegos de la saga y, también, uno de los más exitosos en temas comerciales.
Cambio de tercio
Todo esto que os acabamos de comentar también tiene cabida, a grandes rasgos, en la continuación directa que también presenta este juego. Sin embargo, Final Fantasy X-2 presenta un sistema de juego e idiosincrasia claramente diferenciados y, de hecho, en su momento la aventura causó cierta polémica debido a ello.
Como ya os hemos explicado anteriormente, Yuna, Rikku y Paine son las protagonistas de esta odisea rolera que ostenta diferencias palpables en su desarrollo en relación a lo disfrutado en su precuela.
Y el primer cambio notorio tiene que ver precisamente con el hecho de que a lo largo de todo el juego únicamente controlamos a estas tres protagonistas, siendo imposible añadir más miembros a nuestro equipo. Para nosotros no es algo necesariamente negativo y lo tomamos como una mera cuestión de diseño, pero sabemos que ciertos usuarios criticaron duramente este hecho en su momento, ya que consideraron esto como una merma en la jugabilidad de la aventura, limitándola sensiblemente. Cuestión de opiniones, suponemos.
Lo que sí que varía es el tema de las habilidades de los personajes. En esta ocasión, es posible escoger una clase u oficio para cada una de las protagonistas, existiendo un amplio compendio de ellos. En función de nuestra elección es posible ir aprendiendo unas habilidades u otras, pudiendo eso sí cambiar de clase cuando queramos (incluso en mitad de las peleas) utilizando para ello las llamadas Vestisferas.
En cuanto a las batallas, en este caso sí que pensamos que pierden algo de mordiente en comparación con las vividas en Final Fantasy X. El sistema ATB tan clásico de la serie dinamiza mucho las batallas y eso se deja notar para bien, pero a cambio éstas se han simplificado demasiado en pos de otorgarlas un ritmo alto de juego, lo que limita un tanto sus posibilidades en nuestra opinión. Una cosa por otra.
Pero es en el desarrollo del juego en sí donde hallamos el cambio más significativo. Y es que como muchos ya conocéis, en esta ocasión éste resulta algo más forzado y menos natural que el mostrado en la anterior aventura, ya que para avanzar en el juego debemos ir superando las misiones que van encomendándonos de manera mucho más lineal y ordenada. Sí, es posible participar en misiones secundarias y, una vez en plena faena, gozamos de cierta libertad para desplazarnos. Pero, a pesar de eso, el hecho de tener que superar las misiones en cierto orden establecido encorseta un tanto y de manera innecesaria la jugabilidad, al menos desde nuestro punto de vista. Eso sí, no penséis que por esto la jugabilidad queda muy dañada, ya que afortunadamente no es el caso en absoluto. Simplemente, nos ofrece menos libertad de acción de la que hubiera sido deseable.
Eso sí, el resto de elementos hallados en Final Fantasy X de los que antes os hablábamos (exploración, diálogos también en nuestro idioma, mercadeo, etc.) también están presentes, a lo que se suma la integración de algún que otro minijuego muy ameno. En fin, que todo esto da como resultado un Final Fantasy más atípico de lo habitual pero que ofrece muchas horas de diversión, mínimo unas 20-25. Y eso sin contar con su gran rejugabilidad, ya que es posible observar hasta cinco finales distintos, detalle para nada despreciable.
Mejoras fantásticas
Como suele ser habitual en este tipo de producciones, esta recopilación incluye ciertas mejoras que afectan a diferentes áreas del juego, comenzando por la más evidente: su renovado apartado gráfico. El trasvase a la alta definición le ha sentado bastante bien a ambas producciones, más que nada porque en su momento explotaron el hardware de PS2 como pocas aventuras lograron conseguir y, también, porque lucieron una línea artística brillante. Y gracias a la HD, todo se aprecia con mayor viveza y detalle, aunque también es cierto que algunos defectos (como la excesiva "poligonalidad" de algunos decorados y personajes secundarios) también se perciben de manera más vehemente.
Pero la mejora gráfica no sólo se ha quedado en eso. Los personajes gozan de un modelado más detallado y menos poligonal que el mostrado antaño, dejándose notar de manera especial durante los primeros planos. Cualquiera que haya contemplado el reciente Kingdom Hearts HD 1,5 ReMIX sabrá exactamente qué esperar en esta faceta específica. Y a esto se une la calidad que ostentan las numerosas secuencias de vídeo CGI que tan magníficamente han dominado siempre los miembros de Square Enix, escenas realmente bellas en su mayoría y que, por supuesto, también han sido convertidas a formato HD.
Otra novedad tiene que ver con la inclusión tanto de la secuencia inédita Eternal Calm de Final Fantasy X como de la expansión The Last Mission de X-2. La primera de estas añadiduras, Eternal Calm, es una escena de vídeo de unos 15 minutos de duración que sirve como enlace entre los hechos sucedidos al final de Final Fantasy X y el inicio de X-2. No os diremos más. Y en cuanto a The Last Mission, se trata de un contenido que fue incluido solamente en la versión International de este mismo juego que apareció únicamente en Japón y que no fue implementado en la versión europea del mismo.
Se trata de una misión que se lleva a cabo en el interior de una torre inmensa de múltiples plantas, en cuyo interior encontramos un desarrollo bastante curioso y llamativo en el que entran en liza nuevamente Yuna, Rikku y Paine. No queremos decir nada más para no estropear la sorpresa a todos aquellos que no la hayan jugado hasta ahora, pero podemos decir que merece la pena disfrutar de esta expansión, al menos a nuestro parecer.
Y, por supuesto, también se han implementado los Trofeos correspondientes, elemento ya indispensable en cualquier título que aparece en cualquier consola PlayStation.
El sonido también se ha visto levemente retocado, mejorándose la calidad de las excelentes composiciones del maestro Nobuo Uematsu. Gracias a esta recopilación hemos podido volver a deleitarnos con maravillosas melodías que brillan por encima de cualquier otro aspecto del juego, siendo un verdadero reclamo en sí mismas como muchos de vosotros ya sabéis. Además, para apoyar a estas espléndidas bandas sonoras ambas aventuras también gozan de un más que correcto doblaje en inglés con subtítulos en nuestro idioma y una profusión de efectos sonoros excepcional, dando forma a un apartado inmejorable.
También es necesario mencionar la llegada de nuevas esferas de poder, la posibilidad de usar el llamado Entrenador de Criaturas con su correspondiente Coliseo, poder usar nuevos Eones (sólo en Final Fantasy X, por supuesto), visionar material gráfico inédito...
Sin embargo y a pesar de lo atractivo que resultan todas estas novedades que os acabamos de comentar hasta ahora, la que más nos ha gustado es la función Cross Play y Cross Save. Gracias a ella podemos jugar en una y otra consola de manera indistinta y, por supuesto, llevar nuestro avance desde la comodidad de nuestro sofá al autobús, Metro, consulta del médico de turno o lo que sea menester. Y en una recopilación como esta, la incorporación de estas funcionalidades se agradecen de manera aún más destacada.
En fin, que aquellos que disfruten con la Fantasía más querida de Square Enix, encontrarán en esta recopilación un motivo más que justificado para volver a degustar dos de los episodios más interesantes de la saga. Sí, han perdido frescura y su capacidad para sorprendernos como lo hicieron en su momento (algo lógico por otra parte) pero, dejando de lado este hecho, menor en todo caso, estamos ante dos juegos que deberían ser disfrutados por todo seguidor de la franquicia y de los JRPG.
Dos de los mejores exponentes del género de los JRPGs de PS2, Final Fantasy X y X-2, se dejan jugar en un mismo pack diseñado tanto para PS3 como para PS Vita. Y a pesar del tiempo transcurrido entre ambas producciones, estamos ante dos grandes aventuras del género, que siguen gozando de una jugabilidad casi tan atractiva como lo fue antaño. Puede que, para muchos usuarios, el episodio FFX-2 quede un paso por detrás en términos globales en comparación con la calidad que ofrece FFX pero, dado que ambos forman parte de la misma recopilación, se trata de un título imprescindible para los seguidores de la clásica serie de Square Enix y, también, de los juegos de rol en general.
Comprar Final Fantasy X | X-2 HD Remaster- Jugabilidad clásica y muy sugerente.
- Mejoras técnicas bastante sensibles.
- Muchas, muchísimas horas de juego aseguradas.
- La magnífica integración que supone la función Cross Play / Save.
- Revivir los mejores tiempos de PS2.
- El ritmo de juego resulta algo irregular en Final Fantasy X-2.
- Al tratarse de una recopilación ha perdido su frescura y capacidad de sorpresa.
