Análisis de Space Hulk Deathwing. Acción sin emoción

Análisis de Space Hulk Deathwing. Acción sin emoción
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Una lucha sangrienta, brutal, frenética, contra cientos, miles de criaturas monstruosas. Suena épico, en algunos momentos lo es, pero Space Hulk: Deathwing ha perdido la oportunidad de convertirse en esa gran referencia de la acción cooperativa que ansiaban los seguidores de Warhammer 40.000. El videojuego de Streum On Studio tiene mucho potencial, y una gran ambientación, pero falla en lo más importante: no termina de ser divertido. Análisis.

Prometedor, sí, pero poco más que eso. Esta es la dura realidad que define a Space Hulk: Deathwing. Lo tenía todo para convertirse en un gran videojuego de acción cooperativa, ¡que te enfrenta a hordas de Tiránidos en angostos cruceros espaciales!, pero por épica y emocionante que suene esta lucha por la supervivencia, por fascinante que resulte encarnar a un Marine Espacial y combatir hasta la muerte en nombre del Emperador… no lo es en absoluto. Por desgracia esta es una experiencia tediosa y repetitiva que sí, divierte en su justa medida, pues al final disparas sin tregua contra cientos de monstruos, pero no lo suficiente como para recomendar su compra en estos momentos. Hay potencial y espacio para la mejora con futuras actualizaciones, pero sinceramente, creo que su mayor problema no radica en los errores técnicos o su nefasta optimización; simple y llanamente, no es divertido.

Desde que comienzas la partida hasta que concluyes la campaña, el videojuego de Streum On Studio no varía ni un ápice en su acción; no aporta ni una chispa de emoción. ¡Es siempre lo mismo! Combates, combates y más combates carentes de alma, de esa épica que esperas de un enfrentamiento como este, con enjambres Genestealers hostigándote sin cesar. Todo es demasiado simple, todo es demasiado repetitivo. Y no, no le estoy pidiendo puzles, pero sí que transmita algo; que te haga temblar de miedo ante la llegada de los enemigos, como ocurre en el juego de mesa original, o gritar de emoción cuando sales ileso de la refriega. Nada de eso ocurre. Disparas, corres y golpeas con tu espada… pero no te sientes parte de la lucha, es casi como una acción rutinaria; el juego no logra imbuirte de ese espíritu combativo, heroico, que por ambientación y estética tenía tan fácil generar.


¡A sus órdenes!

Se nota que sus responsables son auténticos apasionados del universo Warhammer 40.000. Cada escenario, cada rincón del lúgubre acorazado espacial por el que nos movemos está recreado con un mimo exquisito. Incluso la historia sin ser un prodigio, termina enganchando aun cuando parece destinada solo a saciar a los fans de la franquicia. No es suficiente. Basta echar la vista atrás, fijarse en el gran Warhammer: The End Times – Vermintide, para notar las diferencias. Ambos apuestan por un mismo estilo de juego; son muy directos en su acción, intensos, hasta cierto punto, caóticos… pero mientras uno te hace vibrar de emoción, el otro casi que te aburre.

La historia ha sido desarrollada por uno de los escritores más importantes del universo Warhammer, el veterano Gav Thorpe.
La historia ha sido desarrollada por uno de los escritores más importantes del universo Warhammer, el veterano Gav Thorpe.


Las oleadas de Genestealers son pura rutina. Llegan, los matas y sigues adelante. No hay épica ni realmente nada más que eso, disparos, tiroteos sin ton ni son contra unos enemigos no demasiado inteligentes que piden a gritos morir. Todo está dispuesto para sumergirte en combates legendarios, y sin embargo, estos son anodinos a más no poder. Da igual que los enemigos ataquen en masa; que haya tantos, que casi no veas ni lo que tienes delante. Disparas, corres y vuelta a empezar. Siempre es lo mismo. No hay prácticamente variaciones en la lucha, ni cuando te enfrentas a monstruos capaces de usar armas de fuego. Y esto es terrible; aunque Space Hulk: Deathwing atrapa gracias a su ambientación y gran estética, no pasará mucho antes de que el aburrimiento se haga de notar.

Acción sin emoción


No hay épica ni realmente nada más que eso, disparos, tiroteos sin ton ni son

Ni tan siquiera su multijugador cooperativo para cuatro personas mejora las sensaciones. Al final el problema es de base. La acción es demasiado simple. Y eso que tienes varios personajes entre los que elegir, cada uno con sus habilidades y destrezas: puedes machacar Tiránidos a golpe de maza, usar armas de fuego, los poderes psíquicos de un Bibliotecario, o incluso convertirte en el médico del grupo. La premisa, como todo en esta obra, es fantástica, pero la ejecución es realmente pobre. Hasta el diseño de escenarios ofrece una de cal y otra de arena. Son gigantescos laberintos con una estética brutal, la ambientación es genial, pero están totalmente vacíos; no hay nada que hacer en ellos, son estáticos a más no poder.

En la campaña tenemos tres árboles de talento donde mejorar las habilidades de nuestro Bibliotecario. La opción se mantiene, con matices, en el multijugador.
En la campaña tenemos tres árboles de talento donde mejorar las habilidades de nuestro Bibliotecario. La opción se mantiene, con matices, en el multijugador.


Reconozco que me gusta la sensación de andar perdido, de no saber exactamente por dónde tirar, pero el videojuego no saca partido de ella. Hay muchos caminos por recorrer, pero solo uno bueno. ¿Qué hay en las otras zonas? Nada. O sí. A veces podéis encontrar alguna preciada reliquia, pero la norma es que no encuentres nada. Que luches contra algún enemigo y te toque volver sobre tus pasos. Es frustrante. Porque además, y es lógico, tu Marine Espacial se mueve lenta y pesadamente. Así que el viaje puede convertirse en una experiencia verdaderamente tortuosa… y no por los motivos que debiera. Así que es muy difícil no sentirse decepcionado. Había material de sobra para crear un espectacular y emocionante videojuego de acción cooperativa, pero rara vez, durante la partida, vivirás situaciones que se le parezcan. Y es doloroso.

Acción sin emoción


Bloquear una puerta justo antes de que el enjambre arrase con todo es uno de esos momentos épicos que cualquier aficionado al juego de mesa recuerda con cariño. La opción en Space Hulk: Deathwing está presente, pero, una vez más, no se aprovecha lo más mínimo. Ya lo decía antes. Al final los combates son pura rutina. No son emocionantes, no transmiten nada. Culpa de una pobre inteligencia artificial, sí, pero también, de una extremada simpleza que no le hace ningún bien al videojuego. Tampoco los errores técnicos que en estos momentos le afectan, sobre todo en su vertiente multijugador. Salidas al escritorio, caída de los servidores, opciones que no funcionan como debieran… tras las pruebas beta, y las críticas recibidas en aquel entonces, lo lógico es que estos fallos no estuvieran aquí, y sin embargo ahí están.

Si juegas en solitario, dos bots te acompañarán durante la partida: un tanque y el médico. Puedes equiparle con las armas que desees, pero hay pocas opciones.
Si juegas en solitario, dos bots te acompañarán durante la partida: un tanque y el médico. Puedes equiparle con las armas que desees, pero hay pocas opciones.


También la optimización deja mucho que desear. Hay a quien le funciona todo bien, pero son los menos; basta echar un vistazo a Steam para comprobar las críticas que está recibiendo el videojuego. Es demasiado exigente, y aun en equipos con potencia de sobra, se ralentiza en momentos puntuales de la partida. Una vez más, es una lástima. Tomando como base el Unreal Engine 4, el acabado gráfico de Space Hulk: Deathwing es bastante bueno; de verdad que anima a explorar cada rincón de los lúgubres pecios espaciales en los que te adentra. También a nivel sonoro, aunque no es un portento, el videojuego cuenta con un gran doblaje al inglés (textos en español) que ha recurrido a actores conocidos del universo Warhammer, que en el pasado han grabado audiolibros de la saga. Tanto cariño puesto en algunos detalles y tantos descuidos en otros aspectos; esta es la triste realidad del videojuego.

Regular

Sin sello
Acción sin emoción

Space Hulk: Deathwing

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Cuesta creer que un videojuego con tanto potencial haya acabado de esta forma. Lo tenía todo para triunfar; una gran ambientación, una buena historia, una estética fantástica… que nada pueden hacer frente a un sistema de combate extremadamente simple y, en general, una aventura que no sabe sorprender. Siempre es lo mismo; la acción no varía ni un ápice ni tan siquiera cuando disfrutas de la lucha junto a varios amigos en su multijugador cooperativo. Sin épica ni emoción, Space Hulk: Deathwing es un videojuego que tiene difícil divertir incluso a los grandes aficionados a Warhammer 40.000. Una lástima.

Comprar Space Hulk: Deathwing
  • Buena ambientación e historia. La estética es genial
  • El modo campaña es entretenido. Te anima a seguir adelante...
  • … pero hay una nula variedad de misiones. La acción siempre es la misma
  • Sistema de combate muy simplificado. No transmite emoción
  • Pobre inteligencia artificial de los enemigos; errores técnicos que dificultan el juego online
Jugadores: 1-4
Idioma: Textos en español y voces en inglés
Duración: 12-15 horas + multijugador
Ver requisitos del sistema
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