¿Final Fantasy? ¿Monster Hunter? ¿Monstruos y Eidolones? Final Fantasy Explorers es el videojuego elegido para responder en Nintendo 3DS a todas estas preguntas con una aventura cuyo máximo esplendor se alcanza con el cooperativo, y que colmará de horas a sus jugadores.
No nos cansaremos de repetirlo. Después de un año algo flojo en cuanto a la llegada de nuevos títulos exclusivos, este 2016 tiene pinta de ser uno de los más recordados para esta portátil. Y es que el aluvión de juegos que se nos viene encima para 3DS es como para no perdérselo, siendo Final Fantasy Explorers uno de los primeros títulos realmente importantes en aparecer. Pero la pregunta que es necesario plantear es la siguiente: ¿ha cumplido las expectativas? Y la respuesta es fácil: sí.
Esta aventura debemos catalogarla como un spin-off dentro de la saga Final Fantasy, tomando prestados elementos tanto de esta serie como de la subsaga Final Fantasy Crystal Chronicles así como de otros títulos ajenos a esta franquicia de Square Enix, como el gran Monster Hunter de Capcom o incluso ligeros matices de aventuras de concepción MMORPG.
Lejos de ofrecer una historia compleja y llena de personajes que van llegando y saliendo, giros de guion que aporten cambios drásticos argumentales, historias paralelas que doten de una mayor profundidad a la trama principal y demás elementos, en este caso todo se ha simplificado mucho en este aspecto. Nuestro objetivo en el juego consiste en convertirnos en exploradores del mundo de Amostra, una isla de grandes proporciones en la que debemos llevar a cabo una tarea única: conseguir cristales mágicos denominados Grand Crystals. Una labor que, ya os avisamos, puede manteneros entretenidos durante muchas semanas seguidas.
De profesión, explorador… o lo que quieras
Libertas, una aldea situada en dicha isla gigantesca, es el lugar donde podemos recrearnos cuando no nos encontramos realizando misiones y donde vamos a parar al principio de la aventura. ¿Y qué es lo que podemos realizar en esta zona de juego? Pues lo habitual en cualquier juego de rol, es decir, multitud de tareas y acciones. Al comienzo la mayoría de los locales y tiendas están cerrados, pero a medida que progresamos van habilitándose todos ellos, siendo un lugar fundamental en el que merece la pena pasar bastante tiempo. Eso sí, parece ser que los habitantes de Libertas sólo hablan en inglés o francés, tened esto en cuenta, si bien es verdad que al tratarse de un Action RPG en lugar de un JRPG tradicional dichos diálogos son menos importantes y numerosos, así que el problema del idioma se reduce notablemente.
Comprar objetos con el dinero que vayamos obteniendo (Gil) durante las misiones, usar el Cristal Central que gobierna la plaza principal de dicha zona para aprender nuevas habilidades, equiparnos debidamente, conocer nuestro destino, gestionar y realizar diversas tareas con los monstruos que vayamos cazando en el laboratorio correspondiente, hablar con Moogles y otros personajes, cambiar de profesión o trabajo… Todo esto y mucho más es posible llevarlo a cabo en Libertas.
¿Trabajos? Eso es. En esta aventura y a pesar de que al comienzo solo podemos adoptar el rol de Freelancers, a medida que progresamos vamos habilitando nuevas profesiones. Guerrero, Mago Blanco y Negro o Monje son nuestras primeras opciones. Pero más tarde es posible llegar a habilitar más de 20 distintas, cada una de ellas ostentando variaciones sensibles en cuanto a las estadísticas y valores relacionados con la fuerza, salud y demás y, cómo no, acaparando ciertas aptitudes únicas. Lo bueno del caso es que en el pueblo podemos cambiar de una a otra cuando lo deseemos, aunque algunas de las armas, objetos y armaduras no nos valdrán cuando lo hagamos.
El juego trata de aunar las mejores cualidades de Final Fantasy y Monster Hunter
Pero hay otra opción más fundamental que es posible efectuar en Libertas, crear salas o entrar en alguna de ellas para disfrutar de una de las grandes cualidades que ostenta este título: el juego cooperativo para un máximo de cuatro jugadores. Y dicha modalidad puede ser disfrutada tanto online como en modo ad-hoc local, ofreciendo una estabilidad sólida a pesar de que de vez en cuando se producen ciertos problemas técnicos como desconexiones, algo por otra parte habitual en este tipo de aventuras cooperativas.
Lejos de ser una opción superficial o poco llamativa que sirve más bien como relleno, el modo cooperativo se convierte en la razón de ser de esta producción, ya que es la que ofrece las cotas de diversión más elevadas y las misiones más divertidas. Si os hacéis con esta aventura, haceos un favor y dad a esta opción al menos una oportunidad, ya que de lo contrario estaríais dejando de lado una fuente de entretenimiento muy importante.
Mezcla de aventuras, rol y cacerías
Una vez que abandonamos la zona segura (Libertas) y nos adentramos en territorio hostil, es cuando descubrimos el potencial que esconde esta aventura de acción y rol portátil. Como os comentábamos al comienzo, se trata de un título que recoge elementos propios de la saga Final Fantasy y los combina con un estilo de juego más propio de producciones como Monster Hunter y demás clones. Y todo queda aderezado además por pequeñas influencias de los MMORPGs más ligeros.
¿Y qué tal funciona todo esto? Pues bastante bien en líneas generales, dando forma a un videojuego muy extenso, completo, adictivo y que gana interés conforme avanzamos. Pocas aventuras portátiles de las aparecidas recientemente pueden competir con esta nueva obra de Square Enix en cuanto a su complejidad en el mejor de los sentidos, valores de producción y cantidad de contenido.
Además de esto, la jugabilidad es realmente llamativa. En función de la misión en la que nos encontremos, es recomendable establecer una pauta para que dicha tarea pueda ser completada de la forma más adecuada. Si jugamos acompañados de otros usuarios, lo suyo es formar un equipo lo más compenetrado y diverso posible, tratando de unir las típicas responsabilidades en un mismo grupo tales como dominar los combates a corta distancia, poder sanar a los compañeros, etc.
La diversidad que nos ofrecen las misiones (cuyo nivel de dificultad varía de una a diez estrellas) es más que digna y a pesar de que a medio plazo algunas de ellas comienzan a parecerse bastante pero con distintos valores de dificultad, se agradece el esfuerzo por parte de los diseñadores de haber tratado de ofrecer la mayor variedad posible dentro de unos límites. Además y como ya os avisábamos antes, la cantidad de estas misiones principales y secundarias es más que generosa, por lo que el título puede mantenernos ocupados un mínimo de unas 30 horas… aunque si queremos cumplir todas las tareas y pasamos tiempo experimentando con opciones como la que tiene que ver con los monstruos, la cifra puede alcanzar las 100 horas perfectamente.
A nuestros pies tenemos unos escenarios realmente extensos en los que podemos ir topándonos con enemigos y monstruos de todo tipo. Mediante un sistema de combate en tiempo real muy bien concebido es posible efectuar una cantidad de acciones muy completa. Esprintar, defendernos, efectuar ataques básicos y combos o desencadenar ataques especiales basados en cada una de nuestras profesiones están a nuestro alcance. El control es bastante sencillo e intuitivo y nos permite incluso fijar a los adversarios, centrar la cámara o cosas por el estilo, si bien hemos echado en falta la función de poder girar la cámara con el stick adicional aquellos que disponemos de una New Nintendo 3DS.
Todo funciona de manera muy fluida y, cuando llegan los momentos más interesantes, como por ejemplo cuando toca enfrentarse a alguno de los doce Eidolones (dos de ellos inéditos en la franquicia, por cierto) que aparecen en el título y que podemos reclutar posteriormente, la aventura alcanza unas cotas de dinamismo, frenetismo y diversión magníficas. Explorar, localizar Grand Crystals, combatir y cazar monstruos para que pasen a formar parte de nuestro equipo son las tareas primordiales que debemos cumplir, a lo que se suman los matices y objetivos secundarios que nos procuran las misiones que debemos cumplir como recoger determinados elementos, etc. Y por supuesto, mientras realizamos todos estos encargos vamos obteniendo experiencia para mejorar a nuestros protagonistas y dinero para reponer inventario y equiparnos como es debido.
Mucho por hacer, descubrir y experimentar. Esta aventura nos ha deleitado con bastantes horas de diversión (¡y las que nos quedan todavía por delante!) y si bien es cierto que jugando en solitario no es lo mismo que disfrutar de la compañía de compañeros de viaje, se trata de una aventura sólida, bien estructurada, desafiante y extensa para Nintendo 3DS.
Una obra de calidad
En términos técnicos, el título muestra unos valores de producción más que decentes para tratarse de un título portátil. Todos los personajes y muchos de los monstruos que se dejan ver en la aventura muestran una apariencia a medio camino entre la estética Super Deformed y rasgos más estilizados de dibujos animados, mostrando bastante personalidad. La caracterización de todos ellos es notable, y si bien no son los personajes más detallados jamás observados en juego alguno para esta máquina, sus animaciones son realmente buenas y se desplazan con fluidez por los decorados.
Dicho mapeado destaca especialmente por su tamaño, siendo uno de los juegos más sobresalientes en este sentido de cuantos han aparecido hasta la fecha, siguiendo la estela marcada por otras aventuras muy destacadas en este sentido como la saga Monster Hunter o el sensacional Bravely Default, por citar dos ejemplos claros. La recreación de dichos fondos no es la más lograda y de vez en cuando se pueden atisbar elementos que surgen de la nada, pero también es verdad que la variedad de entornos es muy alta (bosques, praderas, pantanos, etc.) y determinadas zonas (como la ciudadela de Libertas) muestran un diseño bastante conseguido.
En cuanto a su faceta sonora, ésta se sitúa un escalón por encima. Y es que nuevamente la excelente banda sonora se erige como uno de los valores más seguros de esta producción, algo que por esperado (esta saga es una mina de melodías incunables) no deja de tener su mérito. Y junto a esto encontramos una amplia cantidad de efectos sonoros que se dejan escuchar durante toda la aventura, los cuales no sorprenden ni por su variedad ni por su concepción pero cumplen su función perfectamente. Hemos echado en falta la presencia de diálogos hablados entre los protagonistas, pero más allá de esto (y teniendo en consideración que se trata de un título para portátil), no nos parece un problema muy relevante.
Este episodio de Final Fantasy destinado exclusivamente a Nintendo 3DS unifica en una misma aventura muchas de las mejores cualidades de Final Fantasy y Monster Hunter y, además, las potencia con toques de MMORPG. El resultado es una aventura bastante compleja en el mejor de los sentidos que ofrece unas cotas de jugabilidad elevadas cuando jugamos en multijugador, siendo ésta precisamente su mayor virtud. Puede que si jugamos en solitario la aventura pierda frescura y se haga algo monótona, pero sin duda se trata de una entrega completa que ofrece gran cantidad de contenido para tratarse de una edición destinada a una consola portátil.
Comprar Final Fantasy Explorers- Muchas horas de juego por delante gracias a las numerosas misiones principales y secundarias
- Amplia gama de trabajos entre los que elegir que determinan la clase de nuestros personajes
- Divertido cooperativo a cuatro bandas, de lo mejor del juego
- Si jugamos en solitario la aventura pierde frescura
- Quest algo repetitivas conforme avanza el juego
- Algún pequeño bajón de Frame Rate si no juegas en New 3DS
