Análisis de Shantae and the Pirate's Curse. Un tesoro pixelado

Análisis de Shantae and the Pirate's Curse. Un tesoro pixelado
Facebook Twitter Flipboard E-mail

La tercera entrega de la querida serie Shantae recupera el poder del píxel y nos sorprende con una aventura de plataformas genuina y carismática, de esas que pueden con la nostalgia retro de cualquiera. Un tesoro pixelado que tras hacernos disfrutar en Wii U y Nintendo 3DS se estrena ahora en PC. ¿Te apetece asomarte a su interior?

Existe un elemento mágico en esos videojuegos de los años 90, sobre todo cuando las consolas de 16 bits permitieron un mayor culto al que ahora conocemos como "pixel art". Sprites de personajes moviéndose con gracia y fluidez, colores inundando la pantalla y unos sonidos que dentro de sus limitaciones conseguían llenarnos de emoción. Muchos ya disfrutamos de esa época, pero tanto para los nostálgicos como para los nuevos jugadores es buena noticia que la magia de los videojuegos más tradicionales nunca se pierda. La saga Shantae es buen ejemplo de ello, con un estreno en 2002 a lomos de una Game Boy Color que precisamente por sus características permitía retraernos a una jugabilidad plataformera clásica, pero aún así repleta de encanto.

Los californianos de WayForward lanzaron una secuela llamada Risky's Revenge con aún mejores resultados en Nintendo DS, y también en PC donde pudimos disfrutar de ella con una Director's Cut francamente atractiva. ¡Pero la magia no acabó ahí! Pues por fin tenemos en nuestras manos una tercera entrega que mantiene la esencia de sus antecesores, con la forma de un scroller horizontal pero un mayor énfasis por el espíritu metroidvania y algunas obvias mejoras en términos visuales (debidas al nuevo hardware). Y lo mejor es que sigue siendo ese juego que te apetece jugar sólo por su espíritu, por esa amalgama de píxeles que, trabajando al unísono, nos ofrecen una experiencia de juego única y, por supuesto, muy recomendable.


La vida pixelada, la vida mejor

Si eres seguidor de la serie te interesará saber que esto es una continuación directa del anterior a nivel de trama y jugabilidad. Si no lo eres, no te preocupes, porque podrás seguir los acontecimientos con igual interés. De hecho, si hablamos de argumento, no estamos ante un videojuego demasiado profundo que digamos. Eso sí, la historia es simpática y hasta tiene sus bromas, que en el caso del PC no han sido traducidas al español, lo que no entendemos teniendo en cuenta que el título en las consolas de Nintendo sí lo estaba.

Un tesoro pixelado


Los escenarios destacan por tener un diseño "metroidvania" en el sentido de que no podremos acceder a ciertas partes hasta que no tengamos la habilidad pertinente.
Los escenarios destacan por tener un diseño "metroidvania" en el sentido de que no podremos acceder a ciertas partes hasta que no tengamos la habilidad pertinente.


Somos la misma bailarina de siempre en busca de aventuras, en esta ocasión con motivo de la posible resurrección de un auténtico tirano, Pirate Master, que amenaza con destruir nuestro mundo. Simple como podréis comprobar, pero muy eficaz para llevarnos a través de un avance en "scroll" lateral y vertical que se compone de varias islas a explorar. Acabar con enemigos mediante nuestra coleta, saltar para evitar peligros y resolver algún que otro puzle, además de protagonizar abundantes conversaciones, son los elementos centrales de un título que nos durará en torno a las 8-12 horas aproximadamente.

Una duración muy adecuada y que deja con extraordinarias sensaciones una vez se ha completado. Aparte, hay rejugabilidad, ya que el juego contiene más de un secreto una vez se ha completado -¡y logros, claro!. Y eso por no hablar de la cantidad de cosas que podemos encontrar si exploramos concienzudamente el escenario. Esto es debido a uno de los mayores atributos del programa, el ir adquiriendo habilidades (como disparar a distancia) que nos permiten acceder a partes que antes no se encontraban disponibles.

Por algo se trata de una aventura que calca elementos de Metroid y Castlevania dentro de un conjunto que no es, sin embargo, tan complicado. La dificultad aún así está ajustada, con jefes finales que nos pondrán las cosas difíciles si no los abordamos con las suficientes provisiones. Pero no hay razón para preocuparse, ya que el juego se encarga de hacernos recorrer las mismas partes para ir avanzando en nuestro periplo. Y tal vez este sea uno de los aspectos más negativos, puesto que revisitar islas volviendo a recorrer los mismos escenarios repletos de enemigos, puede hacerse algo frustrante.

Un tesoro pixelado


El juego no dispone del mismo mundo "abierto" del anterior lanzamiento. En esta ocasión se opta por fragmentar, de forma que desde un emplazamiento central iremos desbloqueando nuevas islas. La decisión de diseño no está mal, pero no es tampoco la más eficiente. Aún así, la obra está tan bien ejecutada a todos sus niveles que no es razón suficiente como para dejar de disfrutarlo.

Calca elementos de Metroid y Castlevania dentro de un conjunto que no es, sin embargo, tan complicado

Destaca la extraordinaria fluidez con la que se mueve, la gracia de las animaciones y el trabajo a nivel de "pixel art". Es un culto a los videojuegos antiguos desde una perspectiva modernizada, ahora con el poder de las nuevas plataformas (en su momento nos encantó el efecto 3D estereoscópico de la portátil de Nintendo). La alta variedad de entornos y enemigos, así como los efectos visuales y otras virguerías pixeladas, levantan un lanzamiento verdaderamente carismático.

Un tesoro pixelado


Se trata de un juego tan preciso, tan cercano a los lanzamientos de los 90, que incluso es más fácil de controlar usando la cruceta que el stick analógico. No se tiene en cuenta los diferentes grados de presión. Más bien se opta por una respuesta milimétrica. Tocas una dirección y la orden es inmediata, generando una gran satisfacción en el usuario. Esto es más importante de lo que creemos. Muchas veces no nos damos ni cuenta, pero son elementos que están presentes y merecen ser reseñados. Dicho lo cual, nos hubiera encantado que en PC se hubiese incluido la opción de personalizar el sistema de control; máxime cuando se disfruta de la acción con el teclado -menos preciso que con mando-.

Lo mismo ocurre con la música, que parece ausente, pero se encuentra ahí, completamente en consonancia con este homenaje al píxel. Melodías simples pero muy pegadizas nos acompañan en un trayecto que ya está disponible en a cambio de 19,99 euros.

Muy Bueno

Sin sello
Un tesoro pixelado

Shantae and the Pirate's Curse

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Shantae regresa a sus entornos pixelados y clásica jugabilidad con una entrega que principalmente mejora en duración con respecto a sus predecesores. Repleto de toques de humor, aroma a los 16 bits y encanto metroidvania, se trata de una de las aventuras de acción plataformera más interesantes que han pasado por nuestras manos en los últimos meses. Un título de plataformas con sabor a clásico pero adaptado a los nuevos tiempos. Si quieres un tesoro pixelado, lo tienes aquí.

  • Jugabilidad retro: directa y al mismo tiempo profunda
  • El esquema metroidvania sienta muy bien al título
  • El culto al píxel y, en general, a los plataformas de los 16 bits
  • Contiene secretos y elementos de rejugabilidad. Buena duración
  • El mundo está más fragmentado que en anteriores entregas
  • No es posible personalizar el control con teclado
  • Revisitar escenarios puede hacerse algo frustrante
Jugadores: 1
Idioma: Textos en inglés
Duración: 8-12 horas
Ver requisitos del sistema
Comentarios cerrados
VÍDEO ESPECIAL

12.876 visualizaciones

100 DETALLES OCULTOS de RED DEAD REDEMPTION 2

¿Qué detalles ocultos guarda Red Dead Redemption 2? En el video de hoy os presentamos más de 100 curiosidades distintas acerca de la aventura de Arthur Morgan y de John Marston que nos presentó Rockstar Games en 2018.