Los juegos de puzles pueden ser uno de los que más beneficiados salgan de la llegada de PlayStation VR. Esa es la conclusión que hemos podido extraer tras jugar a este reciclado videojuego de PS3 de Supermassive Games para este nuevo aparato de Realidad Virtual. Análisis de Tumble VR.
Desde luego nadie puede negar el compromiso de Supermassive Games con PlayStation VR. Esta compañía va a brindarnos dos títulos diferentes para estas gafas de Realidad Virtual acompañando su lanzamiento, el ya comentado Until Dawn: Rush of Blood y el que nos ocupa, Tumble VR. Y aunque pueda pillaros por sorpresa, lo cierto es que es más "juego" y más recomendable éste último que el terror sobre raíles divertido pero efímero que nos dejó el spin-off de Until Dawn.
Lejos de ser un nuevo juego creado en exclusiva para PSVR, lo cierto es que se trata de una actualización del mismo título que ya nos dejó buenas sensaciones en su estreno en PS3 hace ya muchos años. Sí, porque Tumble fue uno de los juegos que sacaban partido del mando Move, algo que en este caso vuelve a suceder pero en un entorno completamente diferente.
Si el título original destacó por algo, al menos bajo mi parecer, fue por ofrecer algo diferente. En lugar de copiar a clásicos del género de diferentes estilos como Tetris, Puyo Puyo, Columns y tantos otros, Tumble decidió abrirse un hueco ofreciendo algo completamente distinto.
La construcción pura y dura era su principal reclamo, siendo necesario manipular piezas de diferentes formas, pesos y materiales para formar torres y demás construcciones. Una mecánica de juego que se ha recopilado y mantenido una vez más en los 70 niveles que presenta el título en su modalidad principal.
Puzles bien recreados
Lo que más me ha sorprendido es lo bien que responde el sistema de control. Ya sea empleando los mandos Move o el DualShock 4, lo cierto es que resulta increíblemente preciso manipular cada una de las fichas o piezas que se encuentran en el limitado entorno que nos proporciona el título, uno de los más reducidos de cuantos han aparecido en juego alguno destinado para PSVR. Pero lejos de ser algo malo, en este caso este último aspecto tiene todo el sentido del mundo y, además, se beneficia de un factor muy destacado: la sensación de mareo es nula.
¿Pero divierte eso de construir torres? Pues lo cierto es que sí, al menos si le cogéis la gracia al asunto, algo que en mi caso me sucedió a los pocos minutos. Además resulta más variado de lo que en muchas ocasiones sucede con otros juegos de puzles. Y esto se debe, por un lado, a la presencia de un modo para dos jugadores (el segundo jugador interactúa en la televisión directamente) tanto cooperativo como, lo más divertido, en plan “puñetero”, en el que un jugador trata de boicotear al otro que es el que intenta erigir las torres. Y por otra parte, también se han añadido otros puzles en los que debemos interactuar con rayos de luz, espejos y demás elementos para solventar puzles más clásicos, por así decirlo.
El juego es sencillo, pero los puzles en realidad virtual tienen su gracia
Una fórmula de juego bastante absorbente que, está claro, seguramente no supondrá el incentivo necesario para que muchos jugadores adquieran como locos este nuevo periférico de PS4, pero sí lo suficientemente entretenida como para que merezca la pena comprar el título a los que ya posean PSVR. De hecho, para mí es uno de los juegos más sólidos de todos los que van a acompañar el lanzamiento de este dispositivo. ¡Y son unos pocos!
Para acabar, su planteamiento técnico es tan simple como cabía esperar. La representación de las piezas es magnífica (faltaría más) y su física está muy conseguida, pero no hay nada que llame la atención en este sentido, al igual que sucede con su apartado sonoro. Ambos cumplen con solvencia sin demasiados alardes que tampoco necesitan.
Los juegos de puzles tienen en Tumble VR un gran representante en PSVR. Esta versión del clásico de PS3 de ese mismo nombre presenta la mejora esperada relacionada con la inmersión que consigue alcanzar gracias a este periférico de PS4, si bien su mecánica de juego se mantiene tan entretenida e inalterada como ya lo fue en su día en su versión genuina para PS3. No es el mejor título de lanzamiento de PSVR ni tampoco el más llamativo, pero ofrece diversión absorbente, duradera y bien concebida.
- Buena cantidad de niveles, muchos de ellos bastante divertidos
- El control es realmente preciso ya sea con DualShock 4 como con Move
- El modo para dos jugadores añade diversión adicional
- Es muy parecido al original de PS3, pero con el toque VR y algunas características nuevas
- En el plano técnico no destaca por nada en absoluto
