Los Sims 2 no faltan a su cita semestral, y este verano presentan su octava expansión: Comparten Piso. Un add-on algo atípico, pues recoge multitud de aspectos que los fans ya reclamaban desde hacía largo tiempo. Nuevos objetos, personajes y situaciones y, sobre todo, la posibilidad de tener a varias familias en un solo bloque de pisos… ¡Tiembla Rúe del Percebe!
Los Sims 2 dan sus últimos coletazos de vida entre constantes presencias en los top 10 de ventas de Pc, y saludan desde la distancia la inminente y necesaria llegada de Los Sims 3. Sin embargo la fórmula continúa pareciendo inagotable; hasta el momento siete expansiones de idéntico éxito comercial y de siempre razonablemente interesantes valores jugables.
Con el octavo añadido a la saga llegan adiciones largamente añoradas por los aficionados. Entre ellas, y la más importante, se encuentra la novedosa posibilidad de crear un edificio de apartamentos que permita vivir a diferentes familias en un mismo solar. Una ingeniosa reformulación del concepto unifamiliar-solar que había sido hasta ahora tradicional de la saga, y un ensayo con gaseosa como adelanto de la universalidad que en esta misma faceta ofrecerá Los Sims 3.
Urbanitas Modernos
Como es tradicional nueva expansión es sinónimo de nuevo barrio, y Comparten Piso presenta Cala Belladonna, el nuevo y frenético lugar para tus Sims. En esta Cala no hay tiempo que perder, los coches son rápidos, las casas pequeñas y se introduce, además, la presencia de los edificios de pisos.
Muchos de los Sims que conozcamos en Belladonna no tienen dinero “ni para pipas”, y pensar en comprar una casa para ellos es una auténtica locura. Aquí apenas hay lugar para las majestuosas viviendas unifamiliares de los barrios acomodados de la ciudad, y lo que abunda son los grandes bloques de apartamentos donde pueden vivir hasta cuatro familias al mismo tiempo. Esta zona residencial es la ideal para vivir si contamos con poco dinero.
Las alternativas son abundantes. Si nuestra cuenta de Simoleones está tiritando podemos vivir de alquiler, pagaremos la factura al casero y tendremos problemas con él si nos retrasamos en los pagos. Podemos, también, contactar con gente que busque piso y dar con un compañero. Las situaciones se tornarán realmente divertidas si el Sim con el que compartimos piso y nuestro protagonista no congenian aunque, quién sabe, también podemos dar con el amor de nuestra vida.
Por otra parte si prosperamos, lógicamente, encontraremos otras muchas opciones como lofts y duplex preciosos, con un coste y unos niveles de confort que nada tienen que envidiar a la mejor de las mansiones.
No obstante en todo momento tenemos que tener en cuenta que vivimos rodeados de muchos Sims que están mucho más cerca de lo normal, de modo que debemos extremar las precauciones si no queremos irritarlos. Si somos ruidosos o poco dados a la higiene abundarán las quejas de nuestros vecinos por poner la televisión demasiado alta, por dar muchas fiestas o por dejar sucios los espacios comunitarios. Sin embargo también puede que nos toque un inquilino en el edificio que sea un desastre, y en esa ocasión deberemos ser nosotros quienes llamemos a su puerta para cantarle las cuarenta.
Por último cabe destacar que cada expansión de los Sims presenta un elemento sobrenatural absurdamente divertido y fuera de contexto. En esta ocasión son las brujas, que ataviadas con libro de hechizos y caldero repartirán magia por el barrio. Habrá hechiceros de tres tipos, buenos, neutrales y malos, que podrán crear encantamientos, cambiar el clima, curar a un Sim, etcétera.
Look Sim
Pocas novedades en el interfaz y el aspecto general de la expansión. El ya de por si abigarrado panel de Los Sims 2 da la bienvenida a una nueva barra, la de Reputación –algo escondida bajo las ramas de Simología y Personalidad-. Gracias a este medidor conoceremos lo que el resto de Sims piensan de nosotros, y nos servirá para calibrar nuestra aceptación en el bloque. Si lo tenemos alto será porque nos llevamos bien con el resto de Sims y pagamos a tiempo las facturas y, como consecuencia, el alquiler será menor; si lo tenemos bajo repercutirá en un alquiler más alto, y seguramente se deberá a nuestras ruidosas y alocadas fiestas nocturnas y a nuestro retraso a la hora de abonar las cuotas.
Las incorporaciones en el resto de aspectos tampoco son excesivas. Hay nuevas familias, nuevos objetos y nuevas profesiones y carreras como viene siendo tradicional en las series. Los nuevos elementos de decoración responden al nuevo corte del juego, y muchos de ellos están claramente orientados a economizar el espacio –camas plegables, escaleras de caracol, vestidores, etcétera-
El esquema visual, por otro lado, es muy parecido a lo que ya pudimos tantear en Universitarios, la primera expansión de Los Sims 2, donde sólo veíamos la habitación de nuestro personaje quedando el resto convenientemente oscurecidas. Aquí el funcionamiento es idéntico, pues veremos únicamente nuestro apartamento quedando oscurecidos el resto de viviendas del bloque hasta que nos acerquemos a saludar a los vecinos, momento en el cual las viviendas de éstos se iluminarán para poder dirigir a nuestro personaje dentro de ellas.
Pudiendo visitar a nuestros compañeros de edificio podremos, por primera vez, realizar todas esas cosas que tanto nos irrita que los otros sims hagan en nuestra casa: Toquetearlo todo, prepararnos un tentempié o encender la televisión y sentarnos a verla en casa ajena como si nada. Una bienvenida novedad.
Gráficamente Comparten Piso sigue la línea de Los Sims 2 sin aportar apenas novedades. Apenas hay un puñado de animaciones nuevas de no demasiada importancia.
Por otra parte el hecho de presentar multitud de pisos juntos y muchas familias en pantalla nos hacía temer por una optimización mala o torpe, aunque lo cierto es que el juego se desenvuelve con la relativa fluidez habitual de las series. No es que Los Sims 2 hayan sido nunca precisamente un prodigio de buen rendimiento en nuestros ordenadores. Pero el paso del tiempo ha obrado a su favor, y es que si lo que era necesario para mover la primera expansión nos parecía un equipo ciertamente potente, con el paso de los años los requerimientos se van asemejando más a un ordenador más estándar.
Por ejemplificar cabe destacar que en uno de los equipos de pruebas –AMD 4200+, Nvidia GeForce 7800 GT, 2 Gigas de Ram-, que cumple sobradamente los requisitos recomendados, el juego se mueve en unos relativamente estables índices de 60 imágenes por segundo; con las clásicas caídas esporádicas marca de la casa que no parecen obrar en base a ningún patrón concreto.
Comparten Piso es la octava expansión de Los Sims 2, y pese al número lo cierto es que ésta mantiene el tipo con mucha dignidad. Interesantes adiciones jugables y la ansiada posibilidad de construir bloques de pisos en los que hospedar varias familias son sus principales reclamos. Como siempre recomendable sólo para fans.
Comprar Los Sims 2: Comparten piso