La simpatía es uno de los elementos más fáciles de encontrar en Xbox Live Arcade, y con videojuegos como Splosion Man el servicio de descargas de Microsoft sólo contribuye a acrecentarla. Los creadores de The Maw cuajan una nueva obra sensacional, y un plataformas clásico y en 2D tan original como divertido.
Los chicos de Twisted Pixel vuelven a sorprendernos con otro videojuego de plataformas básico en su esencia, pero increíblemente sorprendente y lleno de posibilidades. Se trata de Splosion Man, un videojuego fácil de describir pero no por ello sencillo o simple.
Xbox Live Arcade demuestra, al igual que otras plataformas como Steam o el Store de PlayStation Network, que a la hora de ofrecer entretenimientos rápidos y sin complicaciones, pueden darle al usuario videojuegos tan grandes y adictivos como los que se venden en caja.
Explosivo
Splosion Man da comienzo con el clásico experimento científico que sale mal, pero en esta ocasión con consecuencias totalmente inesperadas que inyectan en nuestro protagonista la capacidad de autodetonarse. Un poder tan aparentemente absurdo e inútil no tarda en revelarse fundamental, y es que el imposible diseño de los laboratorios donde estamos encerrados nos obliga a exprimir la onda expansiva de nuestros explosivos para llevar a cabo saltos y piruetas imposibles.
Apretando cualquiera de los cuatro botones principales del pad saltamos gracias a una explosión, y deberemos encadenarlas –en grupos de hasta tres- para alcanzar los puntos más altos de los escenarios gracias a su empuje.
Así pues nuestro objetivo será superar los diferentes y retadores escenarios en tiempo record y, si es posible, arrasar por el camino todo lo que encontremos para incrementar nuestro marcador de puntos. Pasaremos todo el videojuego saltando de un punto a otro, y resolviendo algunos ligeros rompecabezas que casi siempre están relacionados con que alguno de los doctores que investigan en las instalaciones científicas decide cerrar una puerta, activar una barrera o conectar unos molestos robots de vigilancia.
Hay tres capítulos en la campaña individual y en la cooperativa multijugador que cuentan con varios subniveles dentro de ellos para obtener 50 por cada lado. Todos ellos son divertidos y desafiantes, con un nivel de dificultad que va creciendo progresivamente y que tiene una gradación exquisita de su reto.
Es la adicción de lo clásico el mejor motivo para avanzar en Splosion Man. Los desafíos van sucediéndose siempre con sorpresa y obligando a sacar lo mejor del jugador, tanto en su habilidad y destreza a la hora de gradar las explosiones a tiempo, como con su agudeza mental para encontrar cómo superar los rompecabezas que se proponen.
Con la Simpatía por Bandera
En la faceta visual muy pocas pegas, puesto que el conjunto es francamente positivo. Estamos ante un juego de Xbox Live Arcade que pese a su peso, roza los 400 megas, tiene un nivel de exigencia más bajo que un juego retail, pero aún así Splosion Man hace los deberes de forma excepcional.
El modelado de los personajes es realmente simpático, tanto en el héroe como en los villanos robóticos o científicos. Las animaciones siguen la misma línea, prestas a realizar un buen trabajo en todo momento, y a despertar la eterna sonrisa en el jugador.
La única pega que podemos poner es al uso de la cámara. Si bien ésta responde con brillantez y agudeza a su planteamiento 2D, cambiando a menudo y rotando para ofrecer el ángulo más espectacular de la acción que revela la verdadera tridimensionalidad de las estancias, a menudo tiende a quedarse atrás, lo que nos impide ver en más ocasiones de las deseables lo que tenemos delante.
El videojuego en lo que respecta al audio persigue idénticas directrices: Lograr la simpatía y el sentido del humor como principal característica. La música es repetitiva pero muy inteligente e inspirada, y los efectos de sonido y las voces son increíblemente divertidos.
Brillante. Splosion Man destila humor y desafío por los cuatro costados, y logra una de las mejores ofertas de plataformas para Xbox Live Arcade en los últimos meses. Los amantes de lo clásico no se lo pueden perder.
